Paradojas

Estándar

Oh Dios inmutable,
bajo la convicción de tu Espíritu descubro que
cuanto más hago, peor soy;
cuanto más conozco, menos sé;
cuanta más santidad tengo, más pecador soy;
cuanto más amo, más queda por amar.
¡Oh, miserable de mí!

Oh Señor,
tengo un corazón rebelde,
y no puedo presentarme ante Ti.
Soy como un pájaro ante un hombre.
¡Qué poco amo tu verdad y tus caminos!
Descuido la oración
al pensar que ya he orado suficiente, y con suficiente fervor,
al saber que has salvado mi alma.

De entre todos los hipócritas, concédeme no ser un hipócrita evangélico,
que peca más tranquilamente porque la gracia abunda,
que dice a sus pasiones que la sangre de Cristo las limpia,
que piensa que Dios no puede mandarlo al infierno porque ya está salvado,
que ama la predicación evangélica,
las iglesias y los cristianos pero no vive con santidad.

Mi mente es un cubo sin fondo,
sin discernimiento espiritual,
sin deseo del día de reposo,
siempre aprendiendo, pero nunca alcanzando la verdad,
siempre junto al pozo del evangelio, pero nunca sacando agua de él.
Mi conciencia carece de convicción o contrición,
sin nada de lo que arrepentirse.
Mi voluntad carece de capacidad de decisión o determinación.
Mi corazón carece de afecto, y está lleno de fisuras.
Mi memoria no retiene nada,
por lo que fácilmente olvido las lecciones aprendidas
y dejo que tus verdades se filtren y se pierdan.

¡Dame un corazón quebrado que, sin embargo, acarree el agua de la gracia!

Arthur Bennett. El Valle de la Visión.
Antología de Oraciones y Devociones Puritanas, pp.88
El Estandarte de la Verdad, 2014.

2 comentarios en “Paradojas

  1. Altagracia Corona

    Hermana Estela como me he visto reflejada en esta oración, porque cada día pienso sobre todo en el primer párrafo, porque cuanto más hago, peor soy.
    Oh Dios ten piedad de Mí .

    Me gusta

Deja un comentario