- Resulta fácil, como padres, asumir que si damos a nuestros hijos los ingredientes correctos, evitamos los equivocados, y luego los colocamos en el medio ambiente correcto durante el tiempo correcto, tendremos resultados garantizados. La paternidad no funciona así.
- ¿Cómo disciplinas a tus hijos? ¿Para que te hagan feliz o para que sirvan a Cristo como adultos? ¿Cómo los educas? ¿Para que tengan un buen trabajo o para desarrollarlos a ser los mejores seguidores de Cristo que puedan ser? Piensa: luego trabajamos duro, muy duro, preparándolos para el día de su graduación pero olvidamos hacerlo para el Día de Juicio.
- Los hijos son el medio de Dios para transformarnos. Su pecado revela nuestro pecado. Sus preguntas revelan nuestra ignorancia. Estas cosas son memorándums de Dios para que crezcamos.
- El primer campo de batalla del discipulado familiar no es el corazón de mi hijo; es mi propio corazón. Cada padre deberá decidir qué le preocupa más: que su hijo sea aceptado en los cielos o en la universidad.
- Nuestro objetivo debiera ser paternidad fiel, no paternidad “exitosa” per se.
- Habiendo establecido que no hay garantías, hemos de proporcionar también la contraparte. Dios puede y utiliza medios. La ausencia de garantías no me da derecho a levantar las manos del arado. Creer las promesas y la providencia de Dios no me otorga licencia para una vida pasiva.
- La rebelión adolescente no es parte natural del crecer. Es parte natural de la naturaleza pecaminosa madurando.
- Mientras más cuenta tenga de mi incapacidad para discipular, más tiempo pasaré en oración.
- El fino arte de la comunicación no es aprender a expresar mis pensamientos. Es aprender cómo sacar fuera los pensamientos de otro.
- Hay una razón por la que Dios nos da hijos pequeños. El dolor de la corrección cuando son pequeños se olvida en años futuros. Adolescentes y adultos cuyos corazones han sido entrenados pueden decir más fácilmente “Sí, Señor.” Por tanto la disciplina no es para tener buenos hijos, sino adultos santos. Disciplina es discipulado en acción.
Tomado de: The disciple-making parent. http://www.challies.com
Revisión del libro: Chap Bettis The Disciple-Making Parent
ES MI ORACDION QUE DIOS NOS AYUDE CADA DIA A BUSCAR SU ROSTRO, SU PALABRA LA CUAL NOS INSTRUYE PARA CRIAR HIJOS QUE HONREN Y DEN GLORIA A SU NOMBRE. NECESITAMOS DE LA SUFICIENCIA DE CRISTO CADA DIA.
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