Apuntes a Génesis II

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TEMA V. EL HIJO LARGAMENTE ESPERADO.

ABRAHAM BUSCA ESPOSA PARA ISAAC. Génesis 24:1-27

Jeremías es la única persona del AT llamada al celibato por orden divino (Jeremías 16:2). Hijos, muchos hijos, son bendición de Jehová, uno vive en los hijos y nietos de uno.
Así que Abraham despacha un sirviente de alto rango a la tierra de su parentela en procura de una esposa para Isaac. No puede ser una mujer cualquiera, ciertamente ninguna canaanita.
Es interesante que el capítulo más extenso de Génesis trata de una discusión del matrimonio, no de la creación del mundo ni del pacto hecho con Abraham. La escena es una hermosa demostración del talento hebreo para el diálogo, la repetición, los detalles. Constituye una reflexión teológica sobre la providencia divina, providencia que efectuará a través de gente piadosa a pesar de la presencia de gente no piadosa.

El escritor desarrolla la historia en un marco geográfico, cronológico y lógico:
Abraham comisiona al sirviente estando en su casa (vv.2-9);
Providencialmente el sirviente encuentra a Rebeca, en el pozo, en Aram-Naharayim (vv.10-27);
En la casa de Betuel, la familia consiente al matrimonio (vv.28-61);
En el Negev, encuentro de Rebeca e Isaac, matrimonio (vv.62-67).

Hay una pregunta implícita en cada escena, ¿Cómo llevará Dios a cabo sus increíbles promesas?

Noten que el sirviente -anónimo- es un modelo de piedad y sagacidad.
Lealtad y prudencia ejemplificadas en las pruebas diseñadas para detectar salud y hospitalidad. Palabras de tacto al hablar con Rebeca. Persuasión en el discurso. Rechazo a ser detenido en su misión por una familia inescrupulosa. Brilla en cada momento la oración la oración y gratitud en lo que hace.
Tal pareciera que el sirviente es el personaje central, la historia dibuja lo que sucede cuando un mayordomo fiel cumple a cabalidad su misión con paciencia y prudencia, sacrificando su comodidad.

Pero el actor principal es el Señor, mencionado 17 veces.

La conversación de Rebeca es mínima, limitada a ofertas de refrigerio (18a, 19b), identificación de sí misma(24), oferta de hospitalidad (25), consentimiento (58b) y finalmente una pregunta (65a).

24 1Abraham era viejo, entrado en años; y el Señor había bendecido a Abraham en todo. 2Y Abraham dijo a su siervo, el más viejo de su casa, que era mayordomo de todo lo que poseía: Te ruego que pongas tu mano debajo de mi muslo,

El futuro llegó: Jehová había bendecido. Y una de ellas es la longevidad del patriarca; otras, prosperidad material, su victoria sobre los reyes orientales en el Valle de Siddim, la restauración de fertilidad a Sara, el nacimiento y la supervivencia de Isaac.

Ahora asistimos a un evento que describe cómo se conduce un hombre que ha sido bendecido.
Aunque longevo, Abraham no puede asumir la responsabilidad de un viaje tan largo; tampoco quiere enviar solo a Isaac (como después Isaac sí lo hizo con Jacob, 28:2).
La expresión “debajo de mi muslo” es un eufemismo.
eufemismo
Del lat. euphemismus, y este del gr. εὐφημισμός euphēmismós.
1. Manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante.

A la luz de Génesis 46:26 y Exodo 1:5 (Jueces 8:30 Gedeón y 70 hijos) donde dice que “todas las almas vinieron de sus muslos” (en el original hebreo y en traducciones antiguas), la frase “debajo de mi muslo” se refiere a genitales. Hay dos momentos en el libro (24:2 y 47:29) donde se relata este procedimiento de significado incierto. En ambos casos quien ordena es una persona anciana, en ambos casos se refiere a preocupaciones de familia; tal parece que ninguno (Abraham y Jacob) tienen posibilidad de garantizar que sus deseos se cumplan. Al tocar los genitales, José y el sirviente se colocan bajo juramento para cumplir a cabalidad los deseos patriarcales en asuntos de familia.
Otros sugieren que hace referencia oblicua a la circuncisión, al llamado de Dios y el pacto, pues jura “harás como te pido que hagas” y el sirviente va y hace exactamente eso, en oración.

NOTA: palabras como testimonio, testificar, atestiguar provienen de la raíz latina testes (de donde deriva testículo), lo cual sugiere que la sociedad romana poseía algún gesto simbólico similar.

3y te haré jurar por el Señor, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás mujer para mi hijo de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito; 4sino que irás a mi tierra y a mis parientes, y tomarás mujer para mi hijo Isaac.

Observen que Abraham no establece como requisito que la mujer crea en Jehová. De hecho Labán, el hermano de Rebeca, era politeísta practicante.
El punto es que Isaac debe evitar matrimonio local, evitar volver a la tierra de su padre. Si Isaac ha de heredar la tierra no es posible que se case con alguien destinada a ser desheredada ni tampoco auto-desheredarse volviendo a Mesopotamia.

5Y el siervo le dijo: Tal vez la mujer no quiera seguirme a esta tierra. ¿Debo volver y llevar a tu hijo a la tierra de donde viniste?

Primero, la comisión. Luego la objeción; después señales de seguridad y por último, signos confirmatorios.

6Y Abraham le dijo: Guárdate de llevar allá a mi hijo. 7El Señor, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra donde nací, y que me habló y me juró, diciendo: “A tu descendencia daré esta tierra”, El mandará su ángel delante de ti, y tomarás de allí mujer para mi hijo. 8Si la mujer no quiere seguirte, quedarás libre de este mi juramento; sólo que no lleves allá a mi hijo.
9Y el siervo puso la mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este asunto.

El patriarca reconoce que la objeción es válida; Dios pidió lo que ahora pretende Abraham: que la mujer abandone su tierra, su familia, y salga a un lugar desconocido a casarse con un perfecto extraño! Para colmo el asunto es por medio de intermediarios, ni siquiera el novio o el padre en persona. Vean que es la mujer quien dejará padre y madre y acompañará a su esposo.
Hay que resaltar el argumento del patriarca: un mensajero irá delante de ti. Confianza exhuberante porque Dios mismo, el Dios de los cielos, lo ha prometido.
El sirviente no debe coaccionar a la mujer; el énfasis del evento es la obediencia del sirviente.

10Entonces el siervo tomó diez camellos de entre los camellos de su señor, y partió con toda clase de bienes de su señor en su mano; y se levantó y fue a Mesopotamia [Aram-naharayim; Aram de los dos ríos], a la ciudad de Nacor.
11E hizo arrodillar a los camellos fuera de la ciudad junto al pozo de agua, al atardecer, a la hora en que las mujeres salen por agua,

El viaje debe haber tomado alrededor de UN MES. Aram-naharayim se localiza en Mesopotamia central, la región entre los ríos Habor y Eufrates. ¿Cómo llegó allá? Testimonio mudo de la presencia del mensajero que Abraham dijo.

12y dijo: Oh Señor, Dios de mi señor Abraham, te ruego que me des éxito hoy, y que tengas misericordia de mi señor Abraham. 13He aquí, estoy de pie junto a la fuente de agua, y las hijas de los hombres de la ciudad salen para sacar agua. 14Que sea la joven a quien yo diga: “Por favor, baja tu cántaro para que yo beba”, y que responda: “Bebe, y también daré de beber a tus camellos”, la que tú has designado para tu siervo Isaac; y por ello sabré que has mostrado misericordia a mi señor.

Oración de preocupación por otros, por Abraham e Isaac (noten la lealtad de este siervo quien llama al Dios de mi señor Abraham). He aquí el primer pasaje de la escritura donde la urgencia de la oración, un clamor, o un mandato, se encuentra calificado con “hoy.”
Impresiona la firmeza: cualquier muchacha que ofrezca bebida al hombre será la mujer que ha venido a buscar. Una primera señal que debe confirmarse con otra, más especial: la muchacha ha de ofrecer agua a los 10 camellos también.
Vean que es la manera como el sirviente percibe la voluntad de Dios. Como método se parece mucho al vellón de Gedeón (Jueces 6:36-40). El sirviente está a miles de km de distancia, sin sacerdotes ni templo ni oráculos proféticos, ¿cómo encontraría la voluntad de Dios en una tierra extraña?

15Y sucedió que antes de haber terminado de hablar, he aquí que Rebeca, hija de Betuel, hijo de Milca, mujer de Nacor, hermano de Abraham, salió con el cántaro sobre su hombro.

(Isaías 65:24 Y sucederá que antes que ellos clamen, Yo responderé; aún estarán hablando, y Yo habré oído). La proximidad de la respuesta. La genealogía de la joven para que veamos la completa respuesta del Señor. Nos informa antes de señalar su belleza, su castidad, su actitud de servicio, su amor por los animales y su generosa hospitalidad.
¡El sirviente no compró una cara bonita!

16La joven era muy hermosa, virgen, ningún hombre la había conocido; bajó ella a la fuente, llenó su cántaro y subió.

17Entonces el siervo corrió a su encuentro, y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro. 18Y ella dijo: Bebe, señor mío. Y enseguida bajó el cántaro a su mano, y le dio de beber. 19Cuando había terminado de darle de beber, dijo: Sacaré también para tus camellos hasta que hayan terminado de beber. 20Y rápidamente vació el cántaro en el abrevadero, y corrió otra vez a la fuente para sacar agua, y sacó para todos sus camellos.

El sirviente pidió un sorbo. Ella le dejó beber todo lo que quisiera.
Noten que el pasaje está lleno de acción (corrió…rápido bajó el cántaro): la rapidez con la que Dios respondió la oración.

21Entretanto el hombre la observaba en silencio, para saber si el Señor había dado éxito o no a su viaje.

El sirviente no está especulando si será o no será. Tampoco está con premoniciones. Solo las acciones de ella demostrarán la voluntad divina.
El sirviente asume que Dios ha consentido a su petición de oración pero el texto no dice que Dios haya acordado hacer de la manera como el sirviente solicitó.
Agua para 10 camellos… un cálculo rápido…aproximadamente 150 galones de agua, sacados del pozo con solo un cántaro que no debió ser muy grande pues lo cargaría sobre el hombro como era la costumbre. Así que Rebeca pasó buen trabajo, demuestra solicitud para trabajar, humildad, fortaleza física, espíritu de servicio. ¡El sirviente debió estar más que complacido!
premonición
Del lat. tardío praemonitio, -ōnis ‘aviso previo’.
1. Presentimiento, presagio.
2. Advertencia moral.

22Y aconteció que cuando los camellos habían terminado de beber, el hombre tomó un anillo de oro que pesaba medio siclo [aprox 5.7 gramos], y dos brazaletes [para sus manos] que pesaban diez siclos de oro,

Dos regalos inmensos. Rebeca debe haber pensado que la gratitud del hombre era extravagante, no se da cuenta para nada que se trata de regalos de boda.

23y dijo: ¿De quién eres hija? Dime, te ruego, ¿hay en la casa de tu padre lugar para hospedarnos? 24Ella le respondió: Soy hija de Betuel, el hijo que Milca dio a luz a Nacor.

El sirviente es comedido en su conversación. Dos señales positivas y sin embargo no le dice a la joven la razón de su misión. Tampoco monta a Rebeca en un camello y la secuestra a Canaán. Le pide que se identifique por su genealogía y pregunta por el padre al solicitar hospedaje muy cortés, a lo cual ella responde nombrando hasta los abuelos y siendo muy hospitalaria.
Ahora bien, si volvemos a la secuencia de nombres de los hijos de Nacor, Betuel es el más joven de los hijos de Milca: la familia de Dios se basa en selección, no en el derecho natural de los primogénitos.

25Y le dijo además: Tenemos suficiente paja y forraje, y lugar para hospedarse.
Quizás más hospitalaria de la cuenta, evidencia de su efusividad. La costumbre de la época no permitiría que una hija ofreciera hospitalidad sin antes consultar con el padre.

26Entonces el hombre se postró y adoró al Señor, 27y dijo: Bendito sea el Señor, Dios de mi señor Abraham, que no ha dejado de mostrar su misericordia y su fidelidad [verdad] hacia mi señor; y el Señor me ha guiado en el camino a la casa de los hermanos de mi señor.

El liderazgo soberano de Dios.

None like Him. Jen Wilkin. pp140
Meditemos en esto. La idea de una ley infinita de Dios gobernando es difícil de capturar, de confiar, a menos que hayamos considerado otros aspectos de Su naturaleza.
Consideremos Su omnipotencia, no hay límites para su capacidad de actuar.
Consideremos Su soberanía, no hay límites para su autoridad al actuar.
Su omnisciencia, omnipresencia, eternidad e inmutabilidad establecen, además de su capacidad de gobierno, su calificación para hacerlo.
Es obvio que el sitio que le corresponde es un trono. Lugar de adoración y celebración, y de temor y temblor. De reverencia total. El principio de la sabiduría es el temor a Dios. El sabio ve y celebra a Dios como Rey y Padre.

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