Descansar en Dios

Estándar

Oh Dios Altísimo y glorioso,
la idea de tu serenidad eterna me alegra,
puesto que yo vivo en el esfuerzo, la angustia y la preocupación,
pero Tú te hallas perpetuamente en paz.

No experimentas temor o preocupación ante el incumplimiento de Tus designios,
que se elevan firmes como colinas eternas.
Tu poder es ilimitado,
Tu bondad infinita.
Tú sacas orden de la confusión,
y mis derrotas son tus victorias:
el Señor Dios omnipotente reina.

Acudo a Ti como un pecador con preocupaciones y tristezas,
para dejar todo afán en Tu mano,
todo pecado reclama la sangre preciosa de Cristo.
Aviva una profunda espiritualidad en mi corazón.
Permíteme vivir cerca del gran Pastor,
oír Su voz,
conocer Sus tonos, seguir Sus llamamientos.
Guárdame del engaño haciéndome permanecer en la verdad,
del daño ayudándome a caminar en el poder del Espíritu.
Dame una fe más intensa en las verdades eternas,
grabando en mí con la experiencia las cosas que sé.
Nunca permitas que me avergüence de la verdad del Evangelio,
que soporte su escarnio,
lo reivindique,
considere a Jesús su esencia,
y vea en él el poder del Espíritu.

Señor, ayúdame, porque a menudo me muestro indiferente y frío;
la incredulidad afecta a mi confianza,
y el pecado me hace olvidarte.

Corta de raíz las malas hierbas que crecen en mi alma.
Permíteme ser consciente de que solo vivo verdaderamente cuando vivo para Ti,
de que todo lo demás es banal.
Solo Tu presencia puede hacerme santo, devoto, fuerte y feliz.

Mora en mí, Dios misericordioso.

Arthur Bennett. El Valle de la Visión.
Antología de Oraciones y Devociones Puritanas, pp.88
El Estandarte de la Verdad, 2014.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s