DETÉNTE
Romanos 11:33-36
Considera la profundidad de las riquezas de Dios.
Considera cómo todo el universo está a su disposición.
Considera cómo todo hombre le pertenece.
Considera cómo nadie puede detener su mano.
Considera cómo su misericordia nunca se acaba.
Considera cómo crea todo cuanto le place, incluyendo luz de la oscuridad.
Considera la profundidad de la sabiduría de Dios.
Considera cómo ha planificado tu salvación.
Considera cómo ha provisto un camino en la oscuridad.
Considera cómo ha eliminado la posibilidad de jactancia.
Considera cómo ha roto las cadenas de tu pecado.
Considera cómo te ha unido a su familia.
Considera cómo ha creado una familia echando fuera nuestras enemistades naturales.
Considera la profundidad del conocimiento de Dios.
Considera cómo te conoció desde antes de la fundación del mundo.
Considera cómo conoce cada engranaje de nuestro corazón.
Considera cómo conoce toda su Creación.
Considera cómo conoce tus gemidos más profundos.
Considera cómo sabe tus necesidades.
Y considera que todo lo que sabes de Él no es más que el borde de su manto, su sombra en el camino.
Pues, ¿quién ha conocido la vastedad del conocimiento del Señor?
O, ¿quién le ha dado consejos que incrementen su sabiduría?
O, ¿quién ha contribuido a la riqueza de Dios?
… Nadie.
Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas.
¡A Él sea la gloria para siempre!
¡Amén!