Apuntes a 1ra Pedro 5:1-14

Estándar

La carta entera es un tejido maravilloso de cómo hemos de sentir, de pensar, de actuar, a la luz de una esperanza más allá de lo terrenal. Entreteje la disposición humilde, gozosa, de sufrir y servir en lugar de pagar mal con mal (2:20; 3:14; 3:17; 4:1; 4:19). ¿Ven ahora por qué hemos de estar preparadas a presentar defensa de la esperanza que tenemos? 

Al finalizar,  vuelve la atención a asuntos internos.

5 1Por tanto, a los ancianos entre vosotros, exhorto yo, anciano como ellos y testigo de los padecimientos de Cristo, y también participante de la gloria que ha de ser revelada:

El título se refiere a liderazgo, no a los ancianos por edad. Observen la humildad, escribe en términos inclusivos en lugar de enfatizar su autoridad. Pedro modela gozo y humildad al servir, precisamente lo que solicitará a los ancianos. ¿Por qué?

Noten dónde Pedro ancla su posición: testigo del sufrimiento de Cristo, participante seguro de la gloria que vendrá. Quiere que entendamos algo muy importante, el ejercicio de la autoridad a la luz de todo lo que ha discutido en la carta. Primero habló a la iglesia en general, ahora habla a quienes están a cargo.

¿Quienes son los ancianos? 1 Timoteo nos da algunos requisitos: hombres que demuestren sabiduría, cuya vida demuestre fidelidad, hombres cuyos parámetros se han delineado en la Escritura. Pedro establece su posición, habla con humildad y señala entonces la clase de servicio que se espera de los ancianos.

2pastoread el rebaño de Dios entre vosotros, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero [ganancia deshonesta], sino con sincero deseo; 3tampoco como teniendo señorío sobre los que os han sido confiados [sobre los repartidos], sino demostrando ser ejemplos del rebaño.

1. No dice “pastorea tu rebaño.” Lo primero que señala es un tema de administración, como nos dijo antes (sed buenos administradores, ¿recuerdan?). La imagen de pastorear al pueblo de Dios es muy del Antiguo Testamento (Salmo 23; Isaías 40:11) y común en el Nuevo Testamento (Mateo 18:10-14; Lucas 12:32; Juan 10:1-18; 21:15-17; Hebreos 13:20). Pero el mandato dado a los ancianos se encuentra solo aquí y en Hechos 20:28-29. La idea de pastorear es “supervisar” (no fiscalizar, ojo).

supervisar 

De super- y visar. 1. Ejercer la inspección superior en trabajos realizados por otros.

fiscalizar 

1. Hacer el oficio de fiscal. 2. Criticar y traer a juicio las acciones u obras de alguien.

Pedro indica que es algo que necesita hacerse con renovado vigor, no como una rutina. Más importante: se trata del rebaño de Dios. No es tuyo.

Ahora bien, como ovejas es muy bueno que reflexionemos en esto: ser pastor no es nada fácil. No significa elevada posición social, conlleva un montón de trabajo y frustraciones (pregunten a cualquiera que trabaje con ovejas, err, personas); es de influencia, sí, pero…

Otra cosa más. ¿Qué hicieron Pedro & Co. luego de la crucifixión? Regresaron a ser pescadores. Hasta que Cristo los llama desde la costa y en esta ocasión Pedro instantáneamente reconoce Quién los llama y luego tenemos la escena donde Cristo pregunta tres veces “¿Pedro, me amas?” Y en cada respuesta, Cristo le dice “apacienta mis corderos, pastorea mis ovejas, apacienta mis ovejas” (Juan 21:15-17). 

Amadas, ¡Pedro cargó estas respuestas el resto de su vida!

apacentar 

Der. del lat. adpascens, -entis, part. act. de adpascĕre. 1. Dar pasto a los ganados. 2. Dar pasto espiritual, instruir, enseñar.

pastorear 

De pastor y -ear. 1. Llevar los ganados al campo y cuidar de ellos mientras pacen. 2. Dicho de un prelado: Cuidar vigilantemente de sus fieles, dirigirlos y gobernarlos.

cordero, ra

Del lat. vulg. *cordarius, der. de cordus ‘tardío’. 1. Cría de la oveja. 2. Persona mansa, dócil y humilde.

oveja

Del lat. ovicŭla, dim. de ovis. 1. Mamífero rumiante de tamaño mediano, que posee lana y carne muy apreciadas.

Observen el alcance de las palabras, viendo la definición del diccionario: alimentando y llevando al lugar donde hay alimentos; todas las edades. Interesante, porque habrán algunos que se inclinan más hacia uno u otro lado.

2. No por obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios (v.2a). ¿Por qué se sentiría alguien obligado a ser pastor? Quizás porque no haya nadie más, o porque nadie se atreve, o porque si no lo hago yo, nadie más lo hará… Estos razonamientos y similares carecen de validez. Dios es suficiente para hacer que las piedras hablen si es necesario (Lucas 19:40). 

En el judaísmo, un voluntario era aquella persona que se colocaba a disposición total de Dios, ya fuera en términos militares o de sacrificio (Jueces 5:2, 9; Salmo 54:6; Filemón v.14). Era de esperar que un anciano actuara así, voluntariamente, porque esto es parte de la conducta piadosa.

3. No por la avaricia del dinero [ganancia deshonesta] sino con sincero deseo (v.2b). Se explica por sí solo.

4. Tampoco como teniendo señorío sobre los que os han sido confiados, sino demostrando ser ejemplos del rebaño (v.3).

¿Cuál suele ser la conducta mundana del líder? Coerción, dinero y poderío. Los tres elementos que Pedro discute en cómo NO ejercer autoridad.

¿Cuál es el modelo de liderazgo de Cristo? Servicio (Marcos 10:42-45). Ministros, no ejecutivos. Siervos, no jefes. Enseñanza y liderazgo son asunto de ejemplo, no de clases ni mandatos.

señorío

De señor.

1. Dominio o mando sobre algo. 2. Territorio perteneciente al señor. 3. Dignidad de señor. 4. Gravedad y mesura en el porte o en las acciones. 5. Dominio y libertad en obrar, sujetando las pasiones a la razón.

4Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores [Pastor Supremo], recibiréis la corona inmarcesible de gloria.

¿Tiene sentido todo esto que estudiamos? Sí. Porque hay esperanza más allá de esta vida. La esperanza de gloria cuando Cristo vuelva. 

Como escribe Piper: si podemos explicarlo con términos naturales, algo anda mal.

inmarcesible

Del lat. immarcescibĭlis. 1. Que no se puede marchitar.

5Asimismo, vosotros los más jóvenes, estad sujetos a los mayores [ancianos]; y todos, revestíos de humildad en vuestro trato mutuo, porque Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes.

¿Crees que sabes más que tus mayores? En tiempos de persecución, pretender ser radicales sin considerar consecuencias podría hacer peligrar toda la congregación. ¡Sométanse! Alguien sumiso, sumisa, tranquilamente puede externar opiniones, dar sugerencias. Háganlo con espíritu manso, no buscando contiendas ni entristeciendo al Espíritu.

Pedro continúa “y todos, revestíos de humildad en vuestro trato mutuo” ¡Ouch! 

El apóstol utiliza aquí una palabra relacionada al delantal que utilizaba o se ceñía un esclavo o un trabajador del ganado sobre su túnica para evitar que ensuciarse. Nos recuerda cuando Jesús lavó los pies de los discípulos (Juan 13:4-17), se ciñe una toalla, se reviste de humildad y procede a mostrar lo que significa “el amor cubre multitud de faltas” dentro del cuerpo de creyentes.

Porque Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes.”

Pedro enseña cómo lucen humildad y sumisión de unos con otros, el plano horizontal en otras palabras. ¿Cuál gracia? Hemos recibido gracia, y tendremos mucho más:

6Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que El os exalte a su debido tiempo,

Ahora pasa a mostrarnos lo que sumisión en el plano vertical. (Proverbios 3:34 Ciertamente El se burla de los burladores, pero da gracia a los afligidos). Humildad es virtud cardinal, es la actitud de un siervo hacia otros. El verso de Pedro menciona humildad sin calificación y mueve la atención hacia Dios.

¿Por qué?

Recordemos que al mencionar persecución ha escrito que es mejor padecer por hacer el bien si así es la voluntad de Dios (3:17), que sufrir no es sorpresa a los seguidores de Cristo (4:12-16) y que, de hecho, el sufrimiento es fuego purificador (4:17-19).

Luego entonces nuestro papel no es resistir (atacar a los perseguidores o violencia contra Dios), sino humillarnos bajo la poderosa mano de Dios. Esta imagen, la mano de Dios, es la idea de fortaleza en acción, en cuido y protección, seguridad. Dios nunca llega tarde. Dios se encuentra fuera del tiempo, todo lo que sucede es de acuerdo a Su voluntad. Todo sucede a su debido tiempo.

7echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de vosotros.

¿Por qué la ansiedad, entonces?

El lenguaje del verso es muy colorido y gráfico (Lucas 19:35 y lo trajeron [el pollino] a Jesús, y echando sus mantos sobre el pollino, pusieron a Jesús sobre él). La idea central es que la respuesta apropiada del creyente no debiera ser ansiedad, porque la ansiedad proviene de creer que uno puede cuidarse a sí misma, o que Dios no puede solucionar el problema. 

En tiempos difíciles, “echar nuestra ansiedad sobre El” literalmente significa colocar toda nuestra confianza en el Señor, tener la seguridad de que ciertamente El cuida de uno y de que Su cuidado no carece de poder ni de la voluntad para hacer lo que es mejor para mí (Filipenses 4:6).

Pedro reitera:

8Sed de espíritu sobrio, estad alerta. Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar.

¡Cuidado! ¡Dios no es el único interesado en el creyente! 

Nos ofrece una descripción tremenda de cómo opera el Adversario, para abrirnos los ojos redondos como platos.

Desde Génesis leemos que “el pecado está a la puerta.” Analiza la idea: depredador, hambriento, peligroso, rugiente (Salmo 22:13) porque busca presa a quien devorar (literalmente es tragar de un solo bocado). Así opera el pecado. Así opera el Adversario de nuestras almas.

Su propósito es destruir creyentes utilizando el sufrimiento. Hacernos dudar de la bondad de Dios, o de la presencia de Dios, o del poder de Dios, o de la misericordia de Dios. 

9Pero resistidle firmes en la fe, sabiendo que las mismas experiencias de sufrimiento se van cumpliendo en vuestros hermanos [fraternidad] en todo el mundo.

¿Firmes en la fe? El concepto no es atrincherarnos en ciertas doctrinas, sino permanecer firmes en nuestra confianza en Dios. Carácter, en pocas palabras (Colosenses 1:23; 2:5; Apocalipsis 12:10-11). Sin embargo, resistir no significa salir indemnes. El león tiene garras y dientes. Resistir quiere decir que a pesar de sentir las heridas seguimos creyendo y confiando, fieles hasta la muerte. Seguimos vestidas de humildad, seguimos haciendo el bien aunque nos hagan mal, seguimos amando, seguimos llenas de gozo y felicidad, en Cristo.

¿En serio? ¡Claro! Porque:

10Y después de que hayáis sufrido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que os llamó a su gloria eterna en Cristo, El mismo os perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá. 11A El sea el dominio por los siglos de los siglos. Amén.

12Por conducto de Silvano, nuestro fiel hermano (porque así lo considero), os he escrito brevemente, exhortando y testificando que esta es la verdadera gracia de Dios. Estad firmes en ella. 13La que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros, os saluda, y también mi hijo Marcos. 14Saludaos unos a otros con un beso de amor fraternal. La paz sea con todos vosotros, los que estáis en Cristo.

Silvano o Silas, el mismo que viajó con Pablo. Marcos se refiere a Juan Marcos, autor del libro del mismo nombre.

Babilonia se refiere a Roma; recuerden que ha iniciado la persecución de Nerón y apenas pasó el incendio de la ciudad. Pedro protege a la iglesia en Roma.

Finalizados los saludos, Pedro termina con una sencilla bendición.

La carta de Pedro nos obliga a ser coherentes en nuestro pensar, sentir y actuar. Coherentes con lo que decimos creer y especialmente coherentes con la esperanza de gloria que tendremos en Cristo. Sabemos que obtendremos una corona inmarcesible de gloria, que seremos exaltadas a su debido tiempo, que El mismo nos perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá. 

Un día le veremos, y estaremos con El, y todo sufrimiento quedará atrás. Amén.

<{{{{<<

Apuntes a 1ra Pedro 4:12-19

Estándar

Con gentileza, Pedro advierte del futuro: ninguna consideración por más cuidadosa que sea evitará persecuciones. ¡Lo sorprendente es que no hubiera persecución!

El contar con una doctrina sobre el pecado nos abre los ojos: no es verdad que el mundo va hacia lo mejor (Mateo 24:6-9). 

12Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que en medio de vosotros ha venido para probaros, como si alguna cosa extraña os estuviera aconteciendo; 13antes bien, en la medida en que compartís los padecimientos de Cristo, regocijaos, para que también en la revelación de su gloria os regocijéis con gran alegría.

Este verso es más fuerte: (1 Juan 3:13 Hermanos, no os maravilléis si el mundo os odia). ¿Qué sucede? La cultura pagana veía la conducta cristiana como extraña a la conducta humana, algo inconcebible. Pedro les instruye a no pensar de sí lo mismo que los paganos; recordemos que por años los judíos se conocían como minorías distintivas, diferentes, que incluso habían desarrollado una cierta teología del sufrimiento. 

Pero estos gentiles cristianos, la audiencia de Pedro, no tenían experiencia como minoría cultural. Antes de su conversión eran iguales a los demás. Es más, en lugar de rebelarse contra Dios habían aceptado el mensaje del evangelio, y ahora sufrían hostilidad personal y aislamiento cultural.

¿Ven por qué Pedro les dice “no os sorprendáis”? 

Cristo mismo predijo tales sufrimientos (Mateo 5:11-12; 10:34; Marcos 13: 9-13; Juan 15: 18-20). Además, hay un propósito (Proverbios 27:21 el crisol es para la plata y el horno para el oro, y al hombre se le prueba por la alabanza que recibe). Aprender a ver el sufrimiento como un proceso de refinación que revelará la autenticidad de nuestra fe (el objetivo divino al permitir la prueba).

Adelantemos 2,000 años… ¿por qué nos sorprendemos cuando sufrimos? Apenas llega, y   más rápido que inmediatamente comenzamos con “¿por qué a mí?” “voy a la iglesia cada domingo, leo la Biblia, diezmo, no digo malas palabras…” y recitamos a Dios el listado de las supuestas buenas obras que hacemos, así como pensando que quizás estaba mirando a otra parte.

Amadas, el sufrimiento llega. A veces por causa de la desobediencia, otras veces simplemente llega. Pedro nos dice que no nos sorprendamos, al contrario, la sorpresa es si no sufrimos.

Para reflexionar: si no sufrimos, y nos sorprende que no estemos, tomemos tiempo para ministrar a otros que sí lo están. Si el Señor en su misericordia nos libra de sufrimiento, sirvamos de consuelo a los que sí sufren.

Y alegrémonos juntamente con Cristo, la segunda razón para no sorprendernos ante las pruebas, porque son indicación de nuestra identificación con El.

OJO: Dios no es el responsable del sufrimiento. Personas malvadas o el Enemigo de nuestras almas son responsables de ello, Dios lo permite (como en el caso de Job) para cumplimiento de Su propósito, tornando el mal en bien último. La Escritura nunca presenta al sufrimiento como algo bueno en sí mismo, sino como un mal a ser soportado para conseguir un fin mayor.

14Si sois vituperados por el nombre de Cristo, dichosos sois, pues el Espíritu de gloria y de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, por ellos El es blasfemado, pero por vosotros es glorificado.

vituperar 

Del lat. vituperāre. 1. Criticar o censurar con dureza algo o a alguien.

censurar 

De censura. 1. Formar juicio de una obra u otra cosa. 2. Corregir o reprobar algo o a alguien. 3. Murmurar de algo o de alguien, vituperarlos. 4. Dicho del censor oficial o de otra clase: Ejercer su función imponiendo supresiones o cambios en algo.

De manera que si nos insultan por causa de Cristo somos bienaventurados (Mateo 5:11-12, Lucas 6:22). Vituperadas o censuradas significa rechazadas por la sociedad (o incluso la humanidad). Exiliadas, expatriadas. Pero no es real, Pedro señal “dichosos sois, pues el Espíritu de gloria y de Dios reposa sobre vosotros.” ¿Te das cuenta? 

La gloria de Cristo brilla no solo cuando es vindicado en su resurrección y asciende a la diestra del Padre, y cuando regrese al final de los tiempos, sino también brilla en nosotros a medida que seguimos el patrón de Jesucristo: de la cruz a la corona, de sufrimiento a vindicación, de persecución a gloria.

La gloria de Dios exhibida en la cruz, se mostrará en Su Segunda Venida.

Y así para nosotros: “el Espíritu de gloria y de Dios reposa sobre nosotros” cuando se nos insulta y persigue en el camino a la ciudad celestial, ahora imagina lo que supondría que otros vieran nuestra respuesta cristiana a ese sufrimiento como algo digno de recibir!(Filipenses 1:29; Romanos 5:3-4; Colosenses 1:24; Romanos 8:17)

Ahora bien,

15Que de ninguna manera sufra alguno de vosotros como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entrometido.

¡Ay Pedro! Casi nos libramos de la lista, ¿verdad? Pero esa última palabra, “entrometido” (allotriepiskopos, hasta en griego es pesada!) “alguien que pone los ojos en las posesiones ajenas” (Metiche, pues).

metiche

1. entremetido. 

entremetido, da

Del part. de entremeter. 1. Dicho de una persona: Que tiene costumbre de meterse donde no la llaman. 

Tal parece que Pedro está preocupado que los cristianos gentiles, en su celo por el evangelio y rechazo de idolatrías, no fueran a meter la nariz (o peor) en situaciones donde no debieran involucrarse y ganar la censura de la cultura pagana a su alrededor, por andar traspasando límites culturales aprobados.

Una cosa es persuasión amable, otra es denunciar idolatría en el patio del templo, así como interferir en los asuntos de otras familias, por muy buenas intenciones que se tengan. 

Con toda franqueza, ¿por qué la intromisión en vidas ajenas? No es mera obtención de información, es para tener control sobre otros. La persona entrometida suele disfrazar como preocupación por el bienestar ajeno su costumbre de andar investigando vidas de otros. A veces, como padres, queremos saberlo todo. Pero con todo respeto, no necesitamos saberlo todo. Solo Dios es omnisciente, y El ya lo sabe todo. 

Amadas, procuremos no ser causa de vituperio al nombre de Cristo, no seamos culpables de ninguna de las cosas que menciona este pasaje o algún otro. Recuerda que Pedro está hablando de cómo relacionarnos dentro del cuerpo de Cristo, la iglesia!

16Pero si alguno sufre como cristiano, que no se avergüence, sino que como tal glorifique a Dios.

El término “cristiano” fue acuñado por gentiles en Antioquía (Hechos 11:26), se les identificó como tales, seguidores de Cristo, alrededor del 50 DC y perseguidos por ser cristianos en el 64 DC (la persecución de Nerón). 

En lugar de sentir vergüenza, levantar en alto sus cabezas porque pueden “glorificar a Dios” o darle honor, simplemente al llevar con propiedad el nombre de “cristianos.” Su disposición a sufrir, su alianza con Cristo y su estilo de vida son los únicos cargos que podrían recibir en contra (ninguno es asesino, o evasor de impuestos, o ladrón o malhechor). 

Pero si el sufrir tiene un propósito bueno, es necesario explicar un poco más el por qué.

17Porque es tiempo de que el juicio comience por [desde] la casa de Dios; y si comienza por nosotros primero, ¿cuál será el fin de los que no obedecen al evangelio de Dios?

Sencillo: “es tiempo de que comience el juicio…” (Ezequiel 9:5-6; Jeremías 25:29; Malaquías 3:1-6). Situaciones donde Dios juzgaría y purificaría Su iglesia (1 Corintios 11:31-32) para fortalecerla. El evangelio es un camino angosto.

Pero esto no debe asustar al creyente, pues si Dios es así con el creyente, ¿qué será con quienes no obedecen Su evangelio? (Lucas 23:31; Hebreos 10:28-31).

¿Qué cristiano no anhela crecer en madurez?

“Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, y que la paciencia ha de tener su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada” (Santiago 1:2-4).

18Y si el justo con dificultad se salva, ¿que será del impío y del pecador?

(Proverbios 11:31 si el justo es recompensado en la tierra. ¡cuánto más el impío y el pecador!) En el AT el justo era aquel que obedecía la Ley de Dios. Aquí es alguien que obedece al evangelio. Similar, “impío y pecador” en Pedro son aquellos que rechazan someterse a las demandas del evangelio.

Pedro está de acuerdo con la enseñanza del Señor de que los últimos días han sido acortados para preservar a los elegidos (Marcos 13:19-20; Lucas 13:23-24), advierte sobre la seriedad de la prueba de nuestra fe.

19Por consiguiente, los que sufren conforme a la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, haciendo el bien.

¿Cuál bien? Aquellas cosas que Dios (y la cultura) ven como buenas, por ejemplo: obedecer a sus amos, seguir leyes justas, sumisión dentro de límites prescritos por la obediencia primaria a Cristo. Hacer el bien pese a las consecuencias es como uno vive confiando su persona a Dios.

He aquí la actitud interior: confianza (Salmo 31:5 en tu mano encomiendo mi espíritu; tú me has redimido, oh Señor, Dios de verdad). Dios es inmutable. Dios es fiel.

¿Qué se encomienda? Almas, no cuerpos. 

Wilkin: cuatro aplicaciones rápidas

  1. vivamos en el espíritu, absteniéndonos de pasiones carnales, prudentes y con mentes no fraccionadas;
  2. vivamos sabiendo que el tiempo es corto, el fin de todas las cosas se acerca, ya sea que Cristo regrese o nosotras vayamos a su encuentro, vivamos como buenas administradoras de los dones recibidos en lugar de vivir acumulando cosas como si esta vida fuera nuestra morada eterna;
  3. aprendamos a esperar fuegos de prueba, que no nos sorprenda, y en todo momento
  4. encomendar nuestra alma a nuestro Creador.

<{{{{<<

Apuntes a 1ra Pedro 4:7-11

Estándar

7Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed pues prudentes y de espíritu sobrio para la oración.

La frase es única en sí misma, pero el sentido es claro: el concepto histórico lineal del Nuevo Testamento y por tanto el fin de todo lo que esté asociado a él (de ahí el “fin de todas las cosas”). 

Si el fin está a la vuelta de la esquina, vivamos entonces de manera acorde. Con mente sana, con claridad de uno mismo en lugar de pensar más alto de sí (Romanos 12:3) pero tampoco menos de lo que debiera. En el contexto de Pedro el punto es que no se exciten tanto con el regreso de Cristo que se olviden de las responsabilidades del presente (1 Tes 4:11; 2 Tes 2:2). De ahí la exhortación: “sed prudentes y de espíritu sobrio…”

¿Por qué la exhortación?

  1. Para que podamos orar sin restricciones (v.7).
  2. Para que amemos profundamente (v.8-9), pues el amor cubre multitud de pecados.
  3. Para que sirvamos unos a otros negándonos al Yo (v.10); con generosidad si es dar dinero; recordando las palabras de Dios al hablar; sirviendo con toda la fortaleza que Dios provee; siempre, usando dones negándonos a nosotras mismas a la luz de la cercanía del fin de todas las cosas.

Salud mental conduce a claridad mental, lo contrario a estar “intoxicados” o ebrios. Estar alertas es ver la realidad bajo la perspectiva divina, a la luz de que el final está cerca. Nos hará orar sin cesar en sumisión al Señor para obtener fortaleza y guía en la situación en que estemos.

Justo lo que Jesús enseñó: velad y orad (Mateo 24:41-42; 1 Corintios 16:13). Significa que la oración no es una vía de escape ni opio mental alguno, sino resultado funcional de una visión clara y de buscar una visión más clara aún de Dios. Porque mantener comunicación efectiva con el centro de comando es lo que un soldado necesita para mantenerse firme. Si no eres sobria de mente, si no cuentas con dominio propio, ¿qué clase de vida tendrás? 

Lo primero es establecer relaciones inter-comunitarias adecuadas.

Pedro nos insta a estar preparadas, y lo hace de dos maneras:

  1. amando fervientemente;
  2. siendo mayordomos, administradores;

¿Cómo?

8Sobre todo, sed fervientes en vuestro amor los unos por los otros, pues el amor cubre multitud de pecados.

La frase no pone al amor por encima de la oración. Lo que hace es alertar sobre los siguientes cuatro versos y subrayar la importancia del amor para ello. 

¿Por qué? 

Porque unidad y cuidado práctico no es opcional en el cuerpo de Cristo, es central a la fe cristiana. No es casualidad que Pedro enfatice la virtud del amor con “sobre todo” y “fervientes.” La raíz de esta palabra significa “estirar” o a tensión, en el contexto significa
no aflojarse al amar, mantener la debida tensión, no como la iglesia en Efeso (Apocalipsis 2:4-5). Y noten la importancia de la enseñanza al citar Proverbios 10:12 (el odio suscita rencillas, pero el amor cubre todas las transgresiones). En una comunidad -la iglesia- que necesita preservar su solidaridad de cara a persecuciones, cuán importante es amar y perdonar, pasando por alto las fallas de otros.

ferviente

Del part. del ant. fervir ‘hervir’; lat. fervens, -entis.

Sup. irreg. ferventísimo; reg. fervientísimo.

1. fervoroso. 2. Que hierve.

La palabra “iglesia” denota “los que son llamados.”

9Sed hospitalarios los unos para con los otros, sin murmuraciones.

Hospitalidad deriva de la palabra griega “filoxenos” (filo=amor y xenos=extraños; generosidad de espíritu hacia el extraño). Se menciona cinco veces en el NT de modo explícito (Romanos 12:13; 1 Timoteo 3:2; Tito 1:8: Hebreos 13:2; y 1 Pedro 4:9), consistía en ofrecer albergue a viajeros cristianos (maestros, profetas, apóstoles) que incluía una habitación gratis y alimentos por un máximo de tres días (debido a los abusos posteriores), después de los cuales se esperaba que el viajero siguiera su ruta o encontrara la manera de sustentarse.

Unía iglesias al servir de medio de comunicación y provisión de servicios mutuos, pero la práctica no dejaba de ser un acto de amor costoso. De ahí el llamado de Pedro a que sea “sin murmuraciones.” 

Si recordamos, la escritura nos manda a tratar extraños con amor (Exodo 22:21; Deuteronomio 14:29; Mateo 25:35-40; Lucas 14:12-14), esto es, personas que pueden ser muy diferentes a nosotras en lo étnico o en lo económico (Santiago 2:1-9).

¿Ven por qué Pedro agrega “sin murmuraciones”? Este término captura muy bien cuánto se resiente nuestra zona de comodidad al tener que preparar comida extra, poner sábanas limpias, estar a tiempo, proveer distracciones, etc.

hospitalidad

Del lat. hospitalĭtas, -ātis.

1. Virtud que se ejercita con peregrinos, menesterosos y desvalidos, recogiéndolos y prestándoles la debida asistencia en sus necesidades. 2. Buena acogida y recibimiento que se hace a los extranjeros o visitantes. 3. Estancia de los enfermos en el hospital.

entretener 

1. Distraer a alguien impidiéndole hacer algo. 2. Hacer menos molesto y más llevadero algo. 3. Divertir, recrear el ánimo de alguien.

Wilkin: una de las razones para murmurar, es que solemos confundir hospitalidad con entretenimiento.

entretenimiento

hospitalidad

poner la mesa perfecta, escoger menú gourmet, evitar toda clase de problemas;

poner una mesa cómoda, escoger un menú que permita pasar tiempo con invitados

planificar hasta el mínimo detalle

no esconde las evidencias de la vida cotidiana

busca impresionar a otros

calidad de la conversación más que calidad de la comida; busca bendecir a otros

se obsesiona con qué salió mal

interés en las ideas, pensamientos, sentimientos y preferencias de los invitados; sabe escuchar

invita a los que pueden pagar, clasistas

invita al pobre, al desvalido, al ciego… de toda clase social

enfocado en el Yo.

enfocada en otros

Pedro urge al creyente a un nivel de amor que trascienda toda actitud negativa; sabe que hay sacrificio, pero urge a la hospitalidad hecha con un corazón dispuesto y feliz (sí).

Ahora se mueve a una declaración general:

10Según cada uno ha recibido un don especial, úselo sirviéndoos los unos a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.

Igual que Pablo (1 Corintios 12:7 pero a cada uno se le da la manifestación del Espíritu para el bien común), reconoce que cada creyente ha recibido un don de Dios (carisma) al momento de su conversión. Pedro no ofrece un listado pero está claro que habla de dones espirituales, no de habilidades o destrezas. E, igual que Pablo, tales dones no son para auto glorificarse o exhibirse, tampoco para desarrollo personal, sino para servicio a Dios (1 Corintios 12:5 y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo), para edificación del cuerpo de Cristo (1 Corintios 14:3-5; Efesios 4:12 a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo).

carisma

Del lat. tardío charisma, y este del gr. χάρισμα chárisma, der. de χαρίζεσθαι charízesthai ‘agradar’, ‘hacer favores’. 1. Especial capacidad de algunas personas para atraer o fascinar. 2. Don gratuito que Dios concede a algunas personas en beneficio de la comunidad.

Tampoco se trata de entidades autónomas fuera del control de la persona. Sino capacidades que el Espíritu da para crecer y usar, poniéndolos en uso. De ahí que somos administradoras, mayordomos, del don o dones que se nos han concedido.

mayordomo, ma

Del lat. maior ‘mayor’ y domus ‘de casa’. 1. Criado principal a cuyo cargo está el gobierno económico de una casa o hacienda.

El administrador, mayordomo (a menudo un esclavo), era la persona responsable de manejar negocios y propiedades, y de proveer todo lo necesario a todos los habitantes del domus (casa). Es decir que venimos a ser simples administradoras de aquello que pertenece a Dios. No es nuestro, pero somos responsables de cómo se usa: hemos de ser “buenos administradores.»

11El que habla, que hable conforme a [como si fueran] las palabras de Dios; el que sirve, que lo haga por [de] la fortaleza que Dios da, para que en todo Dios sea glorificado mediante Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén.

Ofrece ahora dos ejemplos de cómo usar los dones de Dios.

Si alguno habla, cualquiera de nosotras, profecía, enseñanza, predicación, tenga presente que no sean sus meras ideas (aunque buenas), o exégesis, sino “conforme a o como si fueran las palabras de Dios.” (Hebreos 5:12; Romanos 3:2). 

Pablo era muy consciente de ello (1 Corintios 7:40; 2 Corintios 2:17).

Pedro nos dice que estemos seguros de hablar “en el Espíritu.” Que no se trate de mera retórica o hablar bonito intelectual, sino de inspiración de Dios.

exégesis

Del gr. ἐξήγησις exḗgēsis ‘explicación’, ‘relato’. 1. Explicación, interpretación.

El otro ejemplo de Pedro se refiere “al que sirve.” Probablemente cubra todas las buenas obras que un creyente hace por otros: administrar, cuidar de pobres y enfermos (contribuir, distribuir fondos, cuidado físico), curar, y actos semejantes de amor y compasión concretos. 

Hechos con la fortaleza que el Señor supla. Ojo con esto.

Alguien puede hacer buenas obras basada en su propio celo y fortaleza (receta segura destinada al fracaso). O hacer dependiendo de la fortaleza que Dios provee.  Cuando Dios ordena hacer un trabajo, paga los costos (materiales, físicos, emocionales). Respalda la obra del creyente buen administrador de los dones, que obra en dependencia de Dios.

Utilizar los dones de esta manera aumentará o revelará la gloria de Dios. 

¿Cómo darnos cuenta?

  1. Obteniendo sentido de la presencia divina (Lucas 23:47 cuando el centurión vio lo que había sucedido, glorificaba a Dios diciendo: ciertamente este hombre era inocente; Apocalipsis 15:4 ¡Oh Señor! ¿quién no temerá y glorificará tu nombre? pues solo tú eres santo…).
  2. Experimentando la gracia y bondad divinas (Lucas 18:43; Hechos 4:21).
  3. Mostrando el carácter de Dios (1 Corintios 6:20 pues por precio habéis sido comprados; por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios).

Mencionar la “gloria de Dios mediante Jesucristo” indica que Dios es glorificado a través de la redención provista por el Señor Jesús y su Señorío en la vida del creyente.

Pedro cierra con una gran doxología, Dios ciertamente es Todopoderoso (2 Corintios 6:18 y yo seré para vosotros padre, y vosotros seréis para mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso). Alabar a Dios dispara adoración imposible de suprimir!

doxología

Del lat. mediev. doxologia, y este del gr. δοξολογία doxología.

1. Fórmula de alabanza a la divinidad, especialmente a la Trinidad en la liturgia católica y en la Biblia.

<{{{{<<

Apuntes a 1ra Pedro 4:1-6

Estándar

Habiendo examinado los gloriosos resultados del sufrimiento de Cristo, Pedro ahora dirige su atención hacia aspectos prácticos, o cómo aplicar el conocimiento de los sufrimientos de Cristo en nuestras vidas.

Inicia exhortando a permanecer firmes como creyentes en Cristo en relación a la sociedad en general (v.1-6) y después la relación de creyentes dentro de la comunidad cristiana (v.7-11).

1Por tanto, puesto que Cristo ha padecido en la carne [mientras vivía en el cuerpo], armaos también vosotros con el mismo propósito, pues quien ha padecido en la carne [mientras vivía en el cuerpo] ha terminado con el pecado,

Wilkin sustituye la frase para un mejor sentido de la expresión.

Por tanto… armaos con el mismo discernimiento o percepción de la naturaleza interior [insight]…una manera particular de pensar. Concepto que ya es familiar para nosotras, claramente relacionado con la imagen paulina de colocarse la armadura espiritual (Romanos 6:13; 2 Corintios 6:7; Efesios 6:11-17; 1 Tesalonicenses 5:8) con raíces en Isaías 59:17 (se puso la justicia como coraza, y el yelmo de salvación en su cabeza; como vestidura se puso ropas de venganza, y se envolvió de celo como de un manto) aún cuando en este pasaje es Dios mismo quien se arma.

Interesante, Pedro señala colocarse un concepto abstracto como armadura: una visión o forma particular de pensar que alineará acciones futuras de acuerdo a ese discernir.

En la vida cristiana, los cambios empiezan en la forma correcta de pensar que conduce a transformación de las pasiones de nuestra vida, por ende, de nuestros deseos, que finalmente se expresan en acciones.

Cerebro [entendimiento], corazón [voluntad], manos [acciones].

Pedro, ¿cuál comprensión o forma particular de pensar? Obviamente la misma de Cristo: preparado para sufrir hasta el punto mismo de morir.

El reto inmediato es saber si estoy dispuesta a sufrir incluso hasta el punto de morir, como Cristo. Por la gracia del Señor vivimos en áreas donde no hay persecución por causa de nuestra fe. Sin embargo cuando Pedro habla de pecado se refiere a actos concretos del mismo, no solo al poder del pecado sobre las personas.

Es decir Pedro llama a un cese de actos concretos.

Deriva un principio del ejemplo de Cristo: puesto que sufrió mientras vivía en el cuerpo, nunca más tendrá que lidiar con pecado otra vez; luego entonces lidiar con el pecado y vivir en la carne (en el cuerpo) son co-términos: la batalla tiene un punto final.

El punto es que al adoptar esta forma de pensar nos percataremos (del ejemplo de Cristo) que ahora vivimos para Dios (sufriendo en la carne y luchando contra el pecado) lo cual nos llevará a victoria final (cesar de pecar).

Lo menos que podemos hacer es morir cada día negándonos a nosotros mismos [la doctrina de la mortificación de la carne]. Seguir el ejemplo de Cristo y honrar el testimonio de personas creyentes en otras partes del mundo que encaran peligros de muerte cada día. Esta disposición a sufrir injustamente es seguir el ejemplo de Cristo.

Disposición que implica dar testimonio fiel y a la vez luchar contra lo malo, aunque conlleve sufrir.

Ahora bien, más sufrimiento no significa más santidad. Habrá ocasiones en que el sufrimiento provoque amargura, no mejores personas. Pedro asume que si dos personas siguen a Cristo, la que está en medio de sufrimientos lo hará haciendo elecciones que toman en cuenta los costos, cuyas elecciones moverán de manera decisiva a esa persona alejándola de “gracia barata” y “creyentismo” hacia pureza real.

Cristo vino a salvar pecadores, vino a destruir el pecado.

Ser discipuladas quiere decir que tú y yo estamos envueltas en esta batalla contra el pecado. No pequemos, pues Cristo es nuestro Salvador.

2para vivir el tiempo que le queda en la carne [mientras vive en el cuerpo], no ya para las pasiones humanas, sino para la voluntad de Dios.

¿Será que Pedro no entiende que vivimos en un mundo terrenal? ¿Por qué dice esto?

Observen que cuando Pablo habla de “la carne” denota la naturaleza pecaminosa del ser humano (Romanos 7,8); sin embargo el concepto judío corriente se refiere a “la carne” como la existencia humana débil, caída, y por tanto sujeta a dolores y muerte. Pedro no tiene problema para escribir que Cristo ‘vivió en la carne’ por esa razón.

Sin embargo, dado que la carne es débil, es el modo de existencia donde operan los impulsos malvados en el ser humano. El creyente tiene dos opciones: (1) vivir el tiempo restante para las pasiones humanas o (2) vivir el tiempo restante para la voluntad de Dios. Escoger entre el camino de menor resistencia a los deseos naturales o comprometerse a seguir la voluntad de Dios aunque haya sufrimiento de por medio.

¿Qué es aquello que estoy dispuesta a abandonar, a morir a ello? ¿Mi deseo de aprobación por otros? ¿Mi necesidad de control? ¿Cuáles son aquellos pecados que tolero en mí misma?

3Porque el tiempo ya pasado os es suficiente para haber hecho lo que agrada a los gentiles, habiendo andado en sensualidad, lujurias, borracheras, orgías, embriagueces y abominables [e ilícitas] idolatrías.

Oponerse a la voluntad de Dios es exhibir otra voluntad. ¿Cuál? La que tenías antes, y aquí Pedro señala un catálogo de vicios similar a Pablo (Romanos 13:13; Gálatas 5:19-21). Hay tres términos de connotación sexual (sensualidad, lujurias, orgías), dos concernientes al alcohol (borracheras y embriagueces) y el último es un vicio y además contexto para los otros (idolatrías). 

Celebraciones familiares religiosas, fiestas de mercaderes, días festivos, etc., solían efectuarse en los templos de las diferentes divinidades. Los judíos no participaban, se les consideraba una colonia de migrantes dentro de las ciudades griegas y se les permitía seguir sus leyes y costumbres. Los gentiles creyentes, sin embargo, habían sido parte de esa cultura, de tal modo que su ausencia o no participación era un evidente cambio de conducta muy llamativo.

4Y en todo esto, se sorprenden de que no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan;

El vecindario de estos cristianos no judíos rápidamente darían cuenta del cambio y no lo comprenderían. En especial la molestia era que los creyentes se abstuvieran de participar.

Pedro señala dos reacciones específicas: 

  1. Sorpresa, por una parte. ¿Por qué? Porque la persona pecadora suele engañarse a sí misma diciendo “no soy tan mala.” Suelen pasar balance y siempre encuentran razones para justificarse porque es lo único que poseen. Y cuando el creyente amenaza sus conceptos, primero se sorprenden, pero de inmediato:
  2. Calumnias, porque las acciones del creyente representan un juicio silente para la conciencia ajena.

5pero ellos darán cuenta a aquel que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos.

Pedro alienta a sus lectores una vez más: tu trabajo no es ir y reprender a tus vecinos, quizás haya tiempo para eso, tu trabajo es confiar en el Justo Juez. Vive tú de acuerdo a lo que has aprendido. El punto no es quien juzgará sino que incluso los muertos no escaparán al juicio que ha de venir.

Noten la frase, el juez está preparado (1 Corintios 15:51-52; Apocalipsis 20:11-15). Ellos -los perseguidores- darán cuenta.

6Porque con este fin fue predicado [anunciado] el evangelio aun a los muertos, para que aunque sean juzgados en la carne como hombres, vivan en el espíritu conforme a la voluntad de Dios.

Hay vindicación. La muerte del creyente no es ninguna tragedia. Lo que cuenta es la respuesta al evangelio mientras viven, resultará en salvación y vida eterna aún cuando mueran antes del juicio final; o en separación y muerte eterna. 

El Día de Juicio Final será el tiempo de vindicación para el creyente, como Cristo, Dios tendrá la palabra final, viviendo el espíritu conforme a Su voluntad.

vindicar 

Del lat. vindicāre.

1. vengar. 2. Defender, especialmente por escrito, a quien se halla injuriado, calumniado o injustamente notado. 3. Dicho de una persona: Recuperar lo que le pertenece.

vengar 

Del lat. vindicāre. 1. Tomar satisfacción de un agravio o daño. 

<{{{{<<

Apuntes a 1ra Pedro 3:7-22

Estándar

7Y vosotros, maridos, igualmente, convivid de manera comprensiva [con conocimiento, sabiamente] con vuestras mujeres, como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, dándole honor como a coheredera de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean estorbadas.

Noten que Pedro no piensa en la posibilidad de un esposo casado con una mujer inconversa, por la sencilla razón de que el pater familia, como cabeza del clan -domus- establecería la norma y se espera que todos, esposa, sirvientes, niños, todos, la sigan sin excepción. 

Sin embargo Pedro no exonera al pater familia de su deber de sumisión. Algo tremendamente inusual para la época.  De hecho deja caer una bomba revolucionaria aquí.

  1. Han de vivir de manera comprensiva, considerada, con sus esposas. En ninguna parte del Código Doméstico romano uno encuentra semejante mandato, todo lo contrario: “haz que tu mujer te obedezca.” Pedro señala vivir con conocimiento, sabiamente: no es un mandato al marido a someter a nadie. Ni siquiera a una mujer inconversa.
  2. Puesto que es mujer, vaso más frágil: ¿frágil cómo? La expresión de honrar verbalmente y en obras, de mostrar respeto y deferencia a la persona que se honra. No se trata de fragilidad mental o moral, tampoco debilidad de conciencia, sino de fragilidad física y por tanto más vulnerable.

Pedro ofrece 2 razones para este mandato: primero reconoce algo que la sociedad no hacía: que delante de Dios ambos -esposo y esposa- son iguales, coherederos de la gracia de vida eterna (Gálatas 3:28 no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús). Segundo, la falla en mantener esta relación amorosa con tu esposa estorbará tu relación con Dios, incluyendo tus oraciones (Mateo 5:23; 6:12, 14-15; 1 Corintios 11:33-34; Santiago 4:3).

Honor como a coheredera de la gracia, Génesis 1-3, portadoras de la imagen de Dios. He aquí la bomba de Pedro: ustedes varones, y ellas, son iguales. Ama a tu esposa porque ambos son portadores de la imago Dei. Recuerden que la cultura romana no consideraba siquiera el amor a la esposa como una necesidad; ¿iguales? ¡por favor!

Pedro tiene un nuevo orden in mente, mientras la mujer cristiana muestra sumisión a esposos no creyentes, parejas creyentes deben ser el modelo de la vida en el reino, el vivir en amor y respeto de uno hacia el otro, de tal manera que cuando un esposo no creyente se acercara, viera la imagen de Cristo reflejado en el espejo de la pareja.

Una revolución en el orden familiar.

El tema de Pedro no es mera sumisión, su llamado al honor mutuo es más difícil y poderoso, trascendente, el sacrificio de uno por el otro y el deseo de alentar, elevar, honrar, respetar, de darse uno al otro es mucho más que simple sumisión. Es lo que, en última instancia, atraería romanos y no creyentes de hoy, a Cristo.

Ojo: el matrimonio no es un requisito para alcanzar madurez cristiana. Muchos escritores, al hablar del matrimonio, masculinidad y feminidad, pretenden definir lo que es un hombre y una mujer a partir de versos que se refieren al matrimonio, enviando un mensaje equivocado sobre la madurez cristiana.

Ser mujer creyente es ser conformada a imagen de Cristo. Ser hombre creyente es ser conformado a imagen de Cristo.

Necesitamos aprender a tratarnos, hombres y mujeres, con dignidad y honra, como portadores de la imagen de Cristo, preciosos para El. Necesitamos aprender a tratar a otros como queremos que ellos nos traten. Necesitamos desaprender enseñar estereotipos como si estuvieran basados en las Escrituras. Significa que  seguir a Cristo y mantener prioridades espirituales es de mayor estima que conformarse a normas culturales, incluso cuando dicha cultura sea la esquina cristiana. Necesitamos crear participación de hombres y mujeres, en lugar de segregar.*

A manera de ejemplo, la modestia en los hombres tiene giros peculiares, está ahí pero es diferente a la mujer: no tanto corbatas y ropa, sino tecnología, carros, instrumentos, y por el estilo.

Finalmente, Pedro se mueve a la esfera final de sus recomendaciones, ha exhortado a los esposos a no utilizar las armas naturales comunes a las amenazas percibidas sino buscar la manera de vivir en armonía y honor de uno al otro.

Ahora entra en la discusión de cómo nosotros como cuerpos de creyentes hemos de expresar sumisión mutua -no sumisión basada en autoridad. Pedro encapsula el resumen en cinco imperativos artísticamente entrelazados con la palabra philadelphoi, el amor entre sí imperante en una comunidad cristiana en el centro.

8En conclusión [finalmente], sed todos de un mismo sentir [tened todos armonía], compasivos, fraternales, misericordiosos y de espíritu humilde; 9no devolviendo mal por mal, o insulto por insulto, sino más bien bendiciendo, porque fuisteis llamados con el propósito de heredar bendición.

10Pues El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua del mal y sus labios no hablen engaño.

11 Apártese del mal y haga el bien; busque la paz y sígala.

12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor esta contra los que hacen el mal.

El primero y el último señalan cómo piensa uno, el segundo y el cuarto cómo siente uno.
Todos de un mismo sentir” y “compasivos” son expresiones únicas en la literatura bíblica, pero comunes en la ética griega. Pablo argumenta repetidamente sobre la unidad de mente y corazón como algo crítico para la comunidad cristiana (Romanos 15:5; 2 Corintios 13:11; Gálatas 5:10; Filipenses 2:2; 4:2). No se trata de la unidad que proviene de una imposición, por ejemplo de una declaración doctrinal, sino de unidad que proviene del diálogo amoroso y especialmente del enfoque común en el Señor Jesús.

Es compartir la misma mente y espíritu de Cristo (1 Corintios 2:16; Filipenses 2:5-11) y por tanto acceso a una unidad que se experimenta. Si la humildad era la marca de Jesús (Mateo 11:29), la unidad girará sobre el ser “humildes” (Efesios 4:2): poner los intereses ajenos primero, la disposición de tomar el lugar más bajo, realizar el trabajo más duro o menos visible, etc.

Para tener unidad, uno “se alegra con los que ríen, y llora con los que lloran” (Romanos 12:15), por ello es compasivo, empático (capaz de entrar en los sentimientos de otros). Precisamente lo que Cristo hizo con nosotros y lo que podemos hacer por otros (Hebreos 4:15; 10:34).

Observen que el verso no habla de asuntos doctrinales, es decir podrán existir diferencias en asuntos no esenciales a las doctrinas de la fe, pero unidad de mente y humildad de mente van juntas!

En el v.9 Pedro utiliza el mismo lenguaje que cuando habló de siervos y amos, pero ahora amplía la idea a todos nosotros: todos hemos de servirnos unos a otros de esa manera. Y Pedro está pensando en relaciones peligrosas: relaciones fuera del ámbito del círculo de creyentes. En lugar de tomar venganza, en lugar de atacar e insultar, bendecir a quienes nos persiguen. Como sacerdotes, bendecir es una forma concreta de perdonar a quienes nos han ofendido y de hacerles bien, como Dios hace. Precisamente éste es el argumento de Pedro. 

Termina citando otra vez el Salmo 34:13-17. Restringir la lengua y hacer el bien constituyen la esencia del contexto que hemos visto (instrucciones a los esclavos, las esposas, el mandato a bendecir). Pedro cuida amorosamente de su audiencia, vivir como exiliados en medio de un ambiente hostil pero de un modo que lleve honor y gloria a Cristo. Pedro, el mismo que al menor signo de oposición salió corriendo, tiernamente ahora enseña a sus lectores a perseverar y permanecer firmes en la fe en Jesucristo.

¿Recuerdan el tema central de la carta de Pedro?

  1. Sufrimiento, de Cristo mismo y de sus seguidores, y de cómo se relacionan ambos. Específicamente, la carta trata el tema del sufrimiento debido a persecusión.
  2. Nuestra identidad como creyentes.
  3. Juicio Venidero.
  4. Sumisión, a Dios, a otros.
  5. La importancia de imitar a Cristo, y cómo luce en la práctica.

Pedro continúa haciendo énfasis en la necesidad que tenemos de servirnos unos a otros en unidad y humildad de mente, internamente en nuestra comunidad cristiana y especialmente hacia afuera, en nuestras relaciones fuera del círculo de creyentes.

Si sumisión es sujetarnos a la autoridad o voluntad de otros, es importante tener claridad bíblica del concepto, de lo que es y de lo que no es.

La sumisión bíblica siempre será voluntaria, no compulsiva, porque es el producto de un corazón agradecido dispuesto a operar donde Dios quiera. Es colocar voluntariamente nuestros deseos o necesidades para honrar los deseos y/o necesidades de otros, viviendo en sobriedad de mente, escogiendo palabras con cuidado, etc., de tal modo que nuestras acciones hagan brillar el evangelio.

El primer paso para formar una visión cristiana del mundo es reconocer la existencia hoy en día de una división entre “corazón” y “cerebro.” Esto es importantísimo, pues si ignoramos su existencia no percibiremos que no hay diferencia entre lo sagrado y lo secular. La Biblia no distingue entre lo sagrado y lo secular por la sencilla razón de que el evangelio abarca la totalidad de la existencia. Si aceptamos la división, limitaremos la adoración y personalidad moral a lo sagrado y creeremos que lo secular incluye ciencia, política, economía, matemáticas, etc. 

¿Ven ahora por qué mucha gente de muy buena intención asiste y adora los domingos mientras vive «secularmente» de lunes a sábado?

Decía Spurgeon que “el evangelio es como un león enjaulado. No necesita ser defendido, lo único necesario es sacarlo de la jaula.” 

Pedro nos está enseñando cómo. Desde el principio de la carta señala nuestra identidad, el tipo de herencia que recibimos, por causa de Quién participamos del nuevo Israel, y nos dice una y otra vez las características de conducta que hemos de imitar, en unidad y humildad de mente. Recordemos que toda la carta se halla en el contexto del sufrimiento y/o persecución de la Iglesia temprana. 

En ese contexto llega la pregunta del v.13.

13¿Y quién os podrá hacer daño si demostráis tener celo por lo bueno?

Pareciera una pregunta retórica, pero sabemos que existe el sufrir por hacer lo bueno. Es muy real que alguien de buena conducta despierta la conciencia ajena y se convierte en blanco fácil de burlas, porque ahora los otros no salen muy bien parados que digamos.

¿Recuerdan el imperativo? “Sed santos porque Yo soy santo.” He ahí el grado de celo que debiéramos tener por lo bueno, y si hemos de sufrir por ello, pues así sea.

14Pero aun si sufrís por causa de la justicia, dichosos sois. Y no os amedrentéis por temor a ellos ni os turbéis,

Algunas personas son tan perversas que perseguirán a otras precisamente porque son justas. No se trata de fatalismo, sino conocimiento de la naturaleza humana. Sufrimiento o abuso de maestros no cristianos, esposos, vecinos… Pedro se hace eco de Mateo 5:10 (bienaventurados cuando os persiguen por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos). Y cita Isaías 8:12-13 (no digáis “es conspiración” a todo lo que este pueblo llama conspiración, ni temáis lo que ellos temen, ni os aterroricéis), recordando también lo dicho a las esposas “no os amedrentéis” en el contexto de Mateo 10:28 (y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien temed a aquel que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno).

fatalismo

De fatal e -ismo. 1. Creencia según la cual todo sucede por ineludible predeterminación o destino. 2. Actitud resignada de la persona que no ve posibilidad de cambiar el curso de los acontecimientos adversos.

15sino santificad a Cristo como Señor en vuestros corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros, pero hacedlo con mansedumbre y reverencia;

En tu corazón honra a Cristo como Señor (que no haya lugar para ninguna otra cosa). Para Pedro, el corazón es el asiento de la voluntad y de las emociones. No es que hagamos más santo a Cristo (¿nosotros?) sino que le tratemos así, que haya compromiso profundo y no mero asentimiento, que el Señor sea santificado al glorificarle en la obediencia a sus mandamientos y preparemos Su venida.  Cristo ha de ser honrado, reverenciado y obedecido como Señor.

Interesante, Pedro plantea cuál es la respuesta apropiada a no creyentes (incluso a perseguidores) basada en el señorío de Cristo. En lugar de miedo a los no creyentes alrededor, una debe estar preparada para responder con gentileza cualquier pregunta hostil que hagan sobre la fe de una.

Noten que no dice “pasar a la ofensiva”, sino “preparados para presentar defensa.” Hay también una gran diferencia entre presentar defensa y estar a la defensiva.

Como hijos de Dios, como seguidores de Cristo, seremos cuestionadas de la “esperanza que hay en nosotros,” si alguien viene en contra nuestra no lo tomemos de modo personal. Nuestra esperanza es la marca de la fe que triunfa sobre toda circunstancia.

Algo más. Pedro señala la manera de hacerlo: con mansedumbre y reverencia. 

16teniendo buena conciencia, para que en aquello en que sois calumniados, sean avergonzados los que difaman vuestra buena conducta en Cristo.

No basta dar la respuesta, importa cómo se da la respuesta y sobre todo la vida que hay detrás de la respuesta. La mansedumbre se refiere a la actitud hacia el oponente, la disposición a no establecer mi propia justicia a no defenderme a mí misma, a no atacar al otro, sino más bien encomendar mi causa al Señor.

El respeto es una actitud hace Dios; el creyente puede responder con gentileza o mansedumbre por causa de su temor o respeto hacia Dios.

Pero los cristianos necesitamos además mantener una “buena conciencia” que resulte en una “buena conducta en Cristo.” Conciencia de saber lo que es moral (Hechos 23:1; Romanos 2:15; 9:1; 2 Corintios 1:12; 5:11; 1 Timoteo 1:5,19, 3:9; Hebreos 13:18). Una buena conciencia (1) te pone en evidencia o (2) te confirma, por tanto una conciencia enraizada en la Escritura hablará verdad a nuestra mente y nos advertirá de nuestra sinrazón. ¡Cuánto necesitamos alimentarnos con la leche pura de la palabra! Construir una masa sólida de conocimiento entendido sobre lo que dice la palabra de Dios.

17Pues es mejor padecer por hacer el bien, si así es la voluntad de Dios, que por hacer el mal. 

Pedro asume que habrá sufrimiento. Muchas veces el sufrimiento simplemente llega a nuestras vidas. Luego sufrimos por habernos equivocado. O sufrimos por hacer lo bueno, como señala Pedro. O simplemente sufrimos.

Lo interesante es que Pedro no habla de tirar la toalla, de retirarse a vivir lejos del mundanal mundo, libre de toda contaminación… No. Nos llama a vivir una vida de piedad, de santidad, en medio de un mundo hostil, preparadas para ofrecer defensa y/o soportar dificultades porque si realmente somos seguidoras de Cristo, no nos vamos a conformar a este mundo, ni nos vamos a entremezclar en él. ¿Se dan cuenta del alcance?

Y la razón que nos da para padecer haciendo el bien es Cristo mismo:

18Porque también Cristo murió [sufrió] por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu [Espíritu]; 19en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, 20quienes en otro tiempo fueron desobedientes cuando la paciencia de Dios esperaba en los días de Noé, durante la construcción del arca, en la cual unos pocos, es decir, ocho personas, fueron salvadas por medio del agua.

Pedro crea una nueva metáfora, una imagen activa de Cristo llevándonos a Dios. La concepción usual de Pedro de la vida cristiana siguiendo muy de cerca las huellas del Señor. Muy amadas, quien escribe no entrará en controversias sobre estos versos, baste lo siguiente:

Al morir, Cristo atraviesa el golfo entre Dios y la humanidad para tomar nuestra mano y hacernos cruzar el territorio del enemigo hasta la presencia del Padre que nos ha llamado. Somos hechos justos por la obra justificadora de Cristo, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios. Los versos son la proclamación de la victoria de Cristo luego de Su resurrección, cuando El ascendió a los cielos y ahora está a la diestra de Dios el Padre.

Esta proclamación de juicio a espíritus encarcelados, ángeles caídos, sella su destino. Cristo triunfa sobre la muerte y el pecado y el infierno, redimiendo seres humanos.

21Y correspondiendo a esto, el bautismo ahora os salva (no quitando la suciedad de la carne, sino como una petición a Dios de una buena conciencia) mediante la resurrección de Jesucristo, 22quien está a la diestra de Dios, habiendo subido al cielo después de que le habían sido sometidos ángeles, autoridades y potestades.

Es precisamente este contraste entre espíritus y seres humanos lo que ocupa el siguiente argumento. Los ángeles fueron desobedientes a Dios. Pero Dios fue paciente, transcurrieron 10 generaciones desde Abraham hasta Noé a pesar de que todas las generaciones le provocaron de continuo, hasta que trajo el Diluvio. E incluso cuando ya había decidido juicio, Dios fue paciente durante el tiempo que duró la construcción del Arca (2 Pedro 2:5 agrega que Noé predicó durante este tiempo).

Pedro no dice que el bautismo trae salvación. Presenta el bautismo como imagen del acto mismo de la salvación que Cristo efectúa al predicar: el Arca de mi cuerpo carga muchos hijos e hijas y los presenta al Padre, luego de pasar las aguas de Su juicio. 

El aspecto salvífico del bautismo surge de la pureza de corazón hacia Dios; la petición de una buena conciencia, por muy sincera que sea, no será eficaz sin la resurrección de Cristo, el medio de salvación.

Jesús reina (Salmo 110:1; Romanos 8:34). Ascendió a los cielos (Hechos 1:10). Sumisión de ángeles, autoridades y potestades (Salmo 110:1, 8:6).

Noten la continuación de la idea de sumisión: todo está/estará sujeto a Jesucristo, quien ahora reina sentado a la diestra de Dios el Padre.

Ningún sufrimiento está fuera del ojo de Dios. Ningún sufrimiento está fuera del control de Dios. 

<{{{{<<

* “Biblical womanhood” What is a woman? https://kaleoscope.org/2018/03/13/biblical-womanhood-what-is-a-woman/

Apuntes a 1ra Pedro 3:1-6

Estándar

Quizás no hay otro texto de la Escritura más utilizado cuando se habla de la mujer en la iglesia que esta porción. Si eres de las que sienten mariposas en el estómago pensando en este pasaje, es probable que hayas recibido enseñanzas erróneas porque “toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre [la mujer] de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra” ( 2Timoteo 3:16-17).

1Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus mujeres 2al observar vuestra conducta casta y respetuosa [temerosa].

El pasaje inicia con la palabra “asimismo” es decir que nos refiere al contexto que ya hemos estudiado sobre siervos y gobierno (vida profesional y vida civil), enmarcado en dos principios básicos: resistir al mal y hacer el bien.

¿Podrían derivar del texto lo que no es sumisión? 

Observen que se trata de esposas tratando de ganar a sus maridos, lo cual en principio significa que ellos están equivocados. Por tanto sumisión no significa estar de acuerdo. ¡Qué alivio!

Además, es obvio que ellas quieren cambiar algo significativo en sus maridos. Por tanto sumisión no significa dejar de intentar cambiar a tu marido.*

Lo que resulta sorprendente es que Pedro se refiera a las esposas de por sí. En la sociedad romana se esperaba que la mujer siguiera la religión de su marido. Punto.

La cultura romana estaba dominada por el concepto del pater familia, el hombre, el esposo o quien fuese el hombre mayor de la casa, era la cabeza de la familia. Esto quería decir que si Papi tenía 85 años de edad, y su hijo mayor 60, tal hijo no era propietario de nada sino hasta que al padre falleciera. El pater familia controlaba todos los recursos (el patrimonio), tenía poder absoluto de vida o muerte, hasta de sus propios hijos, si los consideraba irrespetuosos o engañadores; era el único con capacidad para comprar o vender, el único de toda la familia que poseía personalidad jurídica… Si la esposa paría un hijo, el pater familia determinaba la suerte (aceptar o rechazar) del bebé: si decidía no criarlo, el bebé sería abandonado en la escalinata del templo, perecer o ser tomado como esclavo. Si el esposo era hombre de negocios, se esperaba que la esposa compartiera favores de toda clase con sus socios comerciales.

Pedro está dirigiéndose a mujeres cuyos esposos no son creyentes, y les señala -a ellas- su condición de agentes morales independientes (¿se acuerdan de Ananías y Safira?), apoyando su decisión de perseverar en Cristo, y estimulando su meta de ganar a sus esposos. 

Una actitud totalmente revolucionaria para la cultura y la época. En un ambiente de gran peligro, donde los mismos filósofos romanos consideraban la mujer como “sub-humana” un poco por encima de un esclavo pero siempre por debajo de un varón, esta mujer sabe que si provoca la ira de su marido, ella o sus hijos pueden sufrir abuso físico, incluso morir, sin que nadie acuda en su rescate.

Y en este ambiente Pedro literalmente urge a las esposas a imitar al Cordero quien no abrió su boca aun sufriendo injustamente, ni retornó amenazas, sino que se encomendó a Quien juzga justamente.

¿Se acuerdan de hypotasso? Aquí es un verbo reflexivo, es decir es algo que la mujer se hace a sí misma: se sujeta. Y la razón es “para que puedan ser ganados sin palabras…por la conducta…”

Observen que Pedro no sugiere que las mujeres se replieguen y suspendan actividades cristianas, lo que sí dice es que no deben permitir que su libertad en Cristo y/o problemas domésticos les hagan sentir superiores a sus esposos y menos obedientes. Deben procurar ser esposas modelo.

¿Con palabras? No.

Lo que ganará a estos esposos será la continua observación de la “pureza de vida” de sus mujeres! (¡Que tus acciones proclamen el evangelio!). El carácter cristiano TOTAL evidenciado en la vida de esta mujer, en especial su buena conducta hacia su marido. Noten que dicha conducta deriva de la búsqueda de agrado de ella hacia Dios: por causa del Señor. La base de la virtud es reverencia o temor a Dios (Filipenses 4:8; 1Timoteo 5:22; Santiago 3:17; 1Juan 3:3).

Pedro no espera que la mujer tenga miedo del marido o de los compromisos sociales. La sumisión de la esposa proviene de su profunda obediencia al Señor.

3Y que vuestro adorno [kosmios] no sea externo: peinados ostentosos [cabello trenzado], joyas de oro o vestidos lujosos,

O el ejemplo práctico de cómo luce lo casto y respetuoso. Y aquí veremos un poco de historia.

En la cultura romana no había mucha variedad de ropa. Los hombres solían vestir una túnica larga, la toga. Y las mujeres usaban una stola (una tela larga envolvente sobre otra que se usaba como ropa interior o túnica).La stola indicaba estatus: era una mujer casada, era marca de honor. Además, las mujeres usaban una especie de mantilla –palla– sobre la cabeza, la cual decoraban con joyas, perlas, etc. 

Prostitutas y adúlteras se distinguían porque usaban la toga masculina pero hecha de una seda muy fina y transparente (seda de Cogan). No eran nudistas, esto se consideraba costumbre de pueblos bárbaros. Los romanos eran altamente civilizados…

Puesto que no había mucho de dónde escoger en cuanto a ropa y telas, el pelo se convirtió en símbolo de atractivo físico y por tanto merecedor de todo tipo de atenciones. El arreglo del pelo funcionó como marcador social: comunicar una serie de detalles desde clase social, moralidad personal, sumisión a normas sociales, hasta pronunciamientos políticos. Una mujer “al natural” era alguien cercano a las bestias.

Toda mujer romana se arreglaba los cabellos.

Se pasaban horas y horas, y existían toda clase de artificios para teñirse y arreglarse, así como empleadas especiales llamadas ornatrices.**

De modo que al escribir sobre peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, Pedro señala literalmente eso: riqueza y posición social. El punto no es, como dicen algunos, que la mujer parezca una prostituta sino que se refiere pura y simple a adornos externos, perecederos (Isaías 3:18-24 aquel día el Señor les quitará el adorno de las ajorcas, los tocados y las lunetas, los pendientes, los brazaletes y los velos, las redecillas, las cadenillas de los pies, las cintas, las cajitas de perfume y los amuletos, los anillos y aretes de nariz, las ropas de gala, las túnicas, los mantos y las bolsas, los espejos, la ropa interior, los turbantes y los velos. Y sucederá que en vez de perfume aromático habrá podredumbre; en vez de cinturón, cuerda; en vez de peinado artificioso, calvicie; en vez de ropa fina, ceñidor de cilicio; cicatriz en vez de hermosura; 1 Timoteo 2:9-10 asimismo, que las mujeres se vistan [adornen, kosmios] con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con peinado ostentoso [trenzas], no con oro, o perlas, o vestidos costosos; sino con buenas obras, como corresponde a las mujeres que profesan la piedad).

¿Por qué Pedro toca este punto si el tema es tratar de ganar a un marido incrédulo mediante una conducta casta y respetuosa?

Porque en muchas culturas, incluyendo la nuestra, la mujer suele pensar si tan solo me arreglo un poco más, si tan solo fuera más bonita, más impresionante, más cool, más incisiva, más hip, más lo que sea… entonces le gustaría más o pasaría más tiempo conmigo.

Pedro advierte “no caigas en esto.” Quizás lo atraigas, pero le habrás hecho cero bien a su alma, porque estará impresionado con lo externo nada más. Es una crítica a toda la cultura, así como un consejo a la Iglesia. Sabias para el bien, sencillas en todo, incluso la vestimenta (algo de lo cual nuestros amados varones no se libran, con sus corbatas, carros, tecnología de punta, camisas y trajes de Fulanito diseñador -cambia la forma pero el fondo es igual). 

Ahora bien, Pedro se enfoca en lo positivo:

4sino que sea el yo interno [la persona oculta en el corazón], con el adorno [cualidad, kosmios] incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios.

¿Un vestido que cualquier mujer se puede poner? La virtud. Ese “yo interno” que carga el carácter cristiano y se expresa en todo el cuerpo con ropa imperecedera  (Romanos 7:20-22; 2Corintios 4:16). 

¿Cuál es ese yo interno, secreto, que reside en el corazón de una mujer? ¿Con el cual debiera adornarse para ganar a su extraviado marido? Analicen la ropa:

la belleza incorruptible -imperecedera- de un espíritu gentil, tierno y sereno

  1. gentileza, mansedumbre: fuerza controlada; alguien que con todo propósito no intenta llamar la atención aunque la merezca, alguien que no busca su propia gloria;
  2. quieto, sereno: una persona que permanece en su sitio aun cuando es retada o confrontada; la idea es bien gráfica: alguien viene directo contra ti, y tú no brincas en defensa propia (1 Pedro 2:21-24)

Escuchen: no hablamos del Espíritu Santo. Hablamos del espíritu humano influenciado por la gracia de Dios. Vestirnos así significa que no andamos persiguiendo conflictos, no somos contenciosas, que escogemos palabras al hablar y cuando expresamos alguna oposición mostramos honor, altura, con gracia y edificación a quienes oyen. Un espíritu así es la respuesta ideal a las calumnias de otros, incluyendo al esposo.

Un espíritu tierno y sereno confía en el Juez justo y habla cuando hay oportunidad, no para decir la última palabra. No quiere decir permanecer mudas, se refiere a tranquilidad de espíritu.

respetable

1. Digno de respeto.

respeto

Del lat. respectus ‘atención, consideración’. 1. Veneración, acatamiento que se hace a alguien. 2. Miramiento, consideración, deferencia.

En 1 Timoteo 2:9-10 la palabra traducida como “adorno” en el griego es kosmios, de la raíz kosmos, que conlleva idea de orden. De esa misma raíz deriva la palabra cosmético, de modo que cuando alguien se aplica maquillaje para ir a la iglesia, digamos que aplica cosméticos para traer kosmos a su caos…

5Porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos. 

Mujeres “santas” no por sus virtudes morales específicas, sino por ser heroínas de la Escritura. Esperaban en Dios. Cuando el príncipe azul resultaba una real rana, cuando el caballero de la armadura resultaba un cualquiera en traje de gallo, esta mujer espera en Dios porque sabe que es todo lo que tiene. Estas mujeres preferían la ropa interior de virtud en lugar del exterior vistoso, pero el punto principal no es la preferencia, sino la plataforma donde se monta: estando sujetas a sus maridos. Se adornaban estando sujetas a sus mediocres maridos.

La preocupación de Pedro es que la Iglesia no sea conocida por la producción de esposas rebeldes que mantienen una actitud de superioridad, sino por mujeres que, debido a conocer la voluntad de Dios y su recompensa, demuestran la virtud de sumisión gentil donde sea cristianamente posible. !Con porras de una gran nube de testigos (Hebreos 12:1)!

6Así obedeció Sara a Abraham, llamándolo señor, y vosotras habéis llegado a ser hijas de ella, si hacéis el bien y no estáis amedrentadas por ningún temor.

Sara es conocida como una de las cuatro madres de Israel (Rebeca, Lea y Raquel) y como la primera mujer de la promesa. 

¿De dónde saca Pedro que Sara “obedeció a Abraham? 

¿Recuerdan la historia? Abraham es el individuo que lleva la esposa -Sara- a vivir en un país extraño, luego de estar casado y cómodamente instalados durante décadas (Génesis 12:1-5), y en el camino niega que ella sea su esposa y permite que sea trasladada al harén de un Faraón (Génesis 12:10-20). ¿Cuál habría sido la reacción natural de ella?

¿Y la segunda vez? (Génesis 20:1-8).

Con todo, Sara actuó de manera que no parece tener sentido. Pedro señala que “Sara obedeció.” (Génesis 18:12 y Sara se rió para sus adentros, diciendo ¿tendré placer después de haber envejecido, siendo también viejo mi señor?) El término original es kyrios, los judíos y Pedro mismo interpretan como la actitud de respeto apropiada hacia el esposo. Noten que Sara habla consigo misma, Sara obedeció a Abraham porque obedeció a Dios. 

Piper: pienso que Pedro nos muestra la disposición básica, fundamental, del corazón de Sara. En un momento donde no hay nadie presente, utiliza un lenguaje respetuoso al hablar del marido. Escuchen: los maridos se derriten cuando la esposa espontáneamente habla bien de él, es tan hermoso que Pedro dice “obedeció a Abraham.”

¿Significa este ejemplo que si a una esposa, en el contexto del matrimonio, se le pide hacer algo contrario a la ley de Dios, o exhibir una conducta contraria a la ley de Dios deba someterse? 

No amadas. Si tu esposo pide algo que Dios prohibe, si te pide algo que la ley de nuestro país prohibe, si te pide o hace algo -cualquier cosa- que te coloque a ti o a tus hijos en peligro, escucha esto: estás bajo la obligación moral y espiritual de librarte de esa situación. Inmediatamente (Salmo 11:5 el Señor prueba al justo y al impío, y su alma aborrece al que ama la violencia).

Ahora bien, así como los creyentes son hijos de Abraham (no importa el género) si caminan en el sendero de la fe (Romanos 4:1-12; Gálatas 3:6-29; Juan 8:39), así estas mujeres vienen a ser hijas de Sara (recuerden que no son judías) “haciendo el bien,” esto es, demostrando obediencia a sus esposos (un espíritu tierno y sereno, no rebelde).

El otro lado de la moneda de la sumisión es “no estar amedrentadas por ningún temor.” Estos hombres paganos no acompañaban a sus esposas a reuniones cristianas, ni estarían muy contentos con ellas. Imaginen las presiones del entorno familiar y social.

Por un lado Pedro llama a las esposas a gentileza y serenidad hacia los esposos en todas las áreas indiferentes a la fe cristiana, mientras por otro las alienta a permanecer firmes a la luz de la esperanza del regreso de Cristo y las estimula a rechazar inclinarse, en quietud, a las amenazas y castigos de sus maridos. Se subordinan, pero es subordinación revolucionaria: no es producto del temor ni deseo de posición social o alguna otra ventaja humana sino de obediencia a Cristo, quien las trata como personas y les permite elevarse por encima de los temores y amenazas de su época.

<{{{{<<

*http://resources.thegospelcoalition.org/library/help-me-teach-1-peter-with-john-piper

**Addressing the dressing: modesty I to X; 2016. Lyndon Unger in thecripplegate.com

Apuntes a 1ra Pedro 2:18-25

Estándar

Pedro continúa sobre la conducta social del creyente, ahora dirigiéndose a esclavos. Nos muestra como nos ha llamado Dios de un mundo de tinieblas hacia un maravilloso mundo de luz, y cómo Dios mismo nos devuelve hacia ese mundo de tinieblas, con el mandato de ahora ser lámparas que iluminen con Su luz.

Ahora bien, el manual para ser lámparas de luz divina es lo que sorprende: Lo primero que hace es establecer nuestro estatus como “amados” y lo segundo es señalar cuál ha de ser la conducta.

El flujo de pensamiento de Pedro en los v.11-12 es el marco a las cuatro áreas de vida representadas: la vida civil (2:13-17), la vida profesional (2:18-25), la vida marital (3:1-7) y luego la vida total (3:8-12).*

Establece dos principios básicos: 

  1. resistir la maldad: abstenerse de pasiones carnales;
  2. hacer el bien: mantener una conducta honorable, irreprochable.

¿Por qué? Por causa del Señor, para Su gloria (2:12 para que cuando hablen mal contra vosotros, vean vuestras buenas obras y glorifiquen a Dios en el día de la Visitación), eco de la exhortación de Cristo en el Sermón del Monte (Mateo 5:16).

11Amados, os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de las pasiones carnales que combaten contra el alma. 12Mantened entre los gentiles una conducta irreprochable, a fin de que en aquello que [cuando] os calumnian como malhechores, ellos, por razón de vuestras buenas obras, al considerarlas, glorifiquen a Dios en el día de la visitación [el retorno de Cristo en juicio].

La identidad cristiana antes que la ética cristiana, he ahí la prioridad lógica.

18Siervos, estad sujetos a vuestros amos con todo respeto, no sólo a los que son buenos y afables, sino también a los que son insoportables [perversos, inescrupulosos].

Solo Pedro, y Pablo hacen esto (1Corintios 7:21; Efesios 6:5-8; Colosenses 3:22-25; 1Timoteo 6:1-2; Tito 2:9-10), dirigirse a esclavos dentro de la estructura social. Los Códigos de la época solo estaban dirigidos a los amos.

¿Por qué la diferencia?

Porque para la sociedad en general los esclavos no eran personas, por tanto no tenían responsabilidad moral. Curiosamente, en la Roma imperial los esclavos solían recibir buena educación, algunos incluso llegaban a ser tutores o “ayos” de los hijos, otros médicos; algunos podían llegar incluso a comprar su libertad. 

Pero para la Iglesia los esclavos eran personas, por entero e iguales.

Si bien la Iglesia no criticaba la institución de la esclavitud en la sociedad por encontrarse fuera de su ámbito -la sociedad de entonces no era representativa, y ciertamente no representaba a los creyentes-, sí atiende a la situación de los esclavos dentro de la Iglesia, donde no se permitían [ni se permiten] distinciones sociales (Gálatas 3:28; 1Corintios 12:13; Colosenses 3:11; Filemón 1:16).

Recordemos que Pedro escribe durante un tiempo de persecución donde los esclavos, bajo control casi total de sus amos, serían especialmente vulnerables. La preocupación de Pedro es la importancia de mantener un testimonio fiel dentro de la estructura social de su tiempo.

vulnerable

Del lat. vulnerabĭlis. 1. Que puede ser herido o recibir lesión, física o moralmente.

E inclusive en una situación así Pedro insta a seguir la enseñanza de Cristo y someterse con todo respeto a personas carentes de escrúpulos (Mateo 5:43-48 Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.” Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos; porque El hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tenéis? ¿No hacen también lo mismo los recaudadores de impuestos? Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis más que otros? ¿No hacen también lo mismo los gentiles?  Por tanto, sed vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto). Gente que toma ventaja de cada oportunidad y pisotea  a su alrededor. ¡Y Pedro dice someterse con todo respeto a gente así! Por causa del Señor. Todos tenemos o hemos tenido jefes así, laboralmente hablando. Las direcciones de Pedro aplican a nosotros porque trata de nuestra conducta social como creyentes, aunque no seamos esclavos en el sentido antiguo de la palabra.

escrúpulo

Del lat. scrupŭlus ‘piedrecilla’.  1. Duda o recelo inquietantes para la conciencia sobre si algo es bueno o se debe hacer desde un punto de vista moral. 2. Aprensión, asco hacia algo, especialmente hacia algún alimento. 3. Exactitud o rigor en el cumplimiento del deber o en la realización de algo.

Ahora bien, ¿y qué con el dolor provocado por un sufrimiento injusto?

Nada menos que Aristóteles argumentaba que era imposible cometer injusticia contra un esclavo, porque el esclavo era una propiedad. Tal pensamiento resulta intolerable para el creyente, pues Cristo mismo tomó forma de siervo, como sabemos. Pedro ofrece cuatro razones para obedecer el mandato (v.19,20,21,25). Son instrucciones difíciles, imposibles desde el punto de vista humano, pero estas instrucciones sobre cómo soportar penalidades con paciencia constituyen el corazón de nuestra conducta cristiana. 

Primero recordando quienes somos: siervos (esclavos) del Altísimo. 

Segundo recordando a quien buscamos agradar: a nuestro Amo, nuestro Señor Jesucristo. 

Tercero, recordando Quien es El (2:19 …teniendo conciencia de Dios…), modelando nuestras vidas en Cristo, como un niño escribe el alfabeto siguiendo el trazo en el molde.

19Porque esto halla gracia, si por causa de la conciencia ante Dios, alguno sobrelleva penalidades sufriendo injustamente. 20Pues [porque] ¿qué mérito hay, si cuando pecáis y sois tratados con severidad lo soportáis con paciencia? Pero si cuando hacéis lo bueno sufrís por ello y lo soportáis con paciencia, esto halla gracia con Dios.

Dios se agrada cuando soportamos sufrimiento injusto, no porque no haya más alternativas o porque seamos de carácter optimista, sino únicamente porque sabemos que esto agrada a Dios y es conforme a las enseñanzas del Señor.

El Señor recompensa la fidelidad -no por el mérito de la fidelidad, como si Dios estuviera obligado- porque El en Su gracia se deleita en ser generoso con quienes viven pendientes de agradarle.

21Porque para este propósito habéis sido llamados, pues también Cristo sufrió por vosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus pisadas, 22el cual no cometió pecado, ni engaño alguno se hallo en su boca; 23y quien cuando le ultrajaban, no respondía ultrajando; cuando padecía, no amenazaba, sino que se encomendaba a aquel que juzga con justicia; 24y El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados. 25Pues [porque] vosotros andabais descarriados como ovejas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Guardián de vuestras almas.

Hace un llamado poderoso a compartir de manera incondicional el destino de nuestro amo. Seguir pisadas que incluyen sufrimiento, no por nuestros pecados, sino ¡como parte del patrón de vida a que hemos sido llamadas!

Pedro entreteje ideas citando Isaías 53, y palabras del mismo Señor Jesús (Marcos 10:45 porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos; 14:24; Lucas 22:37). Es decir que sufrir injustamente no es señal de que hayamos hecho algo mal o de que Dios perdió el control o algo por el estilo.

Y todavía más importante es ver la reacción de Cristo ante el sufrimiento injusto (Isaías 53:7 fue oprimido y afligido, pero no abrió su boca; como cordero que es llevado al matadero, y como oveja que ante sus trasquiladores permanece muda, no abrió El su boca).  Cristo obedeció sus propias enseñanzas: amar a sus enemigos (Mateo 5:38-48; Lucas 6:37-38 No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados. Dad, y os será dado; medida buena, apretada, remecida y rebosante, vaciarán en vuestro regazo. Porque con la medida con que midáis, se os volverá a medir) al ser insultado y torturado (Lucas 23:34 y Jesús decía Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen). Cristo guardó silencio incluso para su propia defensa (Marcos 14:61; 15:5; Lucas 23:9). Cristo resistió la maldad durante toda su vida. ¿Cómo lo hizo? Batallando en oración diariamente, y ¡haciendo el bien! Dio comida a los hambrientos, sanó enfermos, perdonó pecadores, consoló a los que lloran, enderezó a los extraviados. Siempre por amor al Padre y a nosotros.

¿Era Jesús un estoico?

estoico, ca

Del lat. Stoĭcus, y este del gr. Στωϊκός Stōïkós, der. de στοά stoá ‘pórtico’, por el paraje de Atenas así denominado en el que se reunían estos filósofos. 1. Fuerte, ecuánime ante la desgracia. 2. Perteneciente o relativo al estoicismo. 3. Dicho de un filósofo: Que sigue la doctrina del estoicismo. 

estoicismo

De estoico e -ismo. 1. Fortaleza o dominio sobre la propia sensibilidad. 2. Escuela fundada por Zenón y que se reunía en un pórtico de Atenas. 3. Doctrina de los estoicos.

No. Claro que no. Fue un creyente que confió en Dios y su justo juicio (Jeremías 11:20; Romanos 12:17-20; 1Tes 5:15; Santiago 5:6-9). 

Finalmente Pedro enfatiza la cruz para recordarnos el concepto de que si Cristo cargó con nuestras transgresiones, luego entonces hemos muerto a ellas. No vivamos más así. Si alguien podía expresarse de este modo, era Pedro. Solo tenia que cerrar los ojos y recordar. Pedro estuvo ahí. Siguió al Señor a la distancia, oyó las falsas acusaciones, vio el maltrato y la vergüenza, los golpes, las humillaciones. Y fue testigo de la respuesta del Señor: se encomendaba a aquel que juzga con justicia

¿Nuestra vocación como creyentes? la cruz (Mateo 16:24-25). 

24y El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados.

Observen el verso: primero ha de ser mi Salvador antes de ser mi ejemplo. Pedro ancla el ejemplo en el regalo recibido. Si Cristo no fuera Salvador nuestro, sería imposible seguir su ejemplo, de hecho nos aplastaría (Isaias 1:5 ¿Dónde más seréis castigados? ¿Continuaréis en rebelión? Toda cabeza está enferma, y todo corazón desfallecido).

Nuestras vidas debieran estar caracterizadas por la justicia, no ya como ovejas descarriadas, sino bajo el cuido y provisión del Pastor de nuestras almas.

<{{{{<<

Fuertemente sugerimos leer:

*Mary Willson. Following Jesus far from home. In: Resurrection Life in a World of Suffering, 1 Peter. D.A Carson & Kathleen B. Nielson Eds. Crossway, Wheaton, Illinois. 2018

(Además de la bibliografía que anotamos al inicio).

Apuntes a 1ra Pedro 2:13-17

Estándar

No es raro que una se siente, haga un alto en el camino y vea unos años atrás y diga “pero mira qué tonta era.” Pero el mismo pensamiento es ridículo: unos años más adelante veremos para atrás y diremos los mismo de hoy. ¿Se dan cuenta?

Por favor, no se sientan mal.

Este pensamiento es para que recordemos aplicar el evangelio primero que nadie a nosotras mismas. Reconocer nuestra idiotez pasada, presente y futura seguro que restringirá nuestra lengua y acciones sobre cómo conducirnos hoy.

Nuestras vidas dicen lo que somos. Exhibimos el reino de Dios en la práctica y declaramos el reino de Dios con nuestras palabras. El propósito de abstenerse de pasiones carnales y mantener una conducta irreprochable es servir de testigos vivientes a un mundo pagano, porque hay un peligro muy real, el de proclamar el evangelio mientras se vive negando la verdad o el poder del evangelio.

Noten que Pedro nos habló de los privilegios de ser posesión de Dios, ahora empezará a mostrar cómo mantener nuestra conducta irreprochable en sociedad.

11Amados, os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de las pasiones carnales que combaten contra el alma. 12Mantened entre los gentiles una conducta irreprochable, a fin de que en aquello que [cuando] os calumnian como malhechores, ellos, por razón de vuestras buenas obras, al considerarlas, glorifiquen a Dios en el día de la visitación [el retorno de Cristo en juicio].

Observen que no dice “abandonen el mundo,” no dice “impongan el cielo en el mundo,” ni mucho menos dice “sean iguales al mundo.” Nada de eso. La comunidad ha de exhibir y declarar el reino de Dios al mundo, bendiciendo y testificando la gloria y bondad de nuestro Dios.

Dice C.S Lewis que “no hay personas ordinarias, uno nunca ha hablado con simples mortales. Es con inmortales que bromeamos, trabajamos, nos casamos, reímos, explotamos, con horrores inmortales o con esplendores eternos.” Cada una de nosotros contribuye al destino de otros, con nuestras palabras o con nuestros silencios. Revaloremos hábitos.

Es muy fácil desenchufarse, acomodarse, lo difícil y costoso y maravilloso es proclamar las excelencias del Señor. Pero es para eso que estamos aquí.

Hemos de mantener nuestra conducta irreprochable entre los gentiles, para que al ver nuestras buenas obras… observa: son nuestras acciones lo que primeramente anuncia que hay algo diferente en nosotros. Y te harán más preguntas o te rechazarán. Igual que hicieron con Cristo. Veamos algunos conceptos y definiciones antes de entrar en materia.

sumisión

Del lat. submissio, -ōnis.

1. Sometimiento de alguien a otra u otras personas. 2. Sometimiento del juicio de alguien al de otra persona. 3. Acatamiento, subordinación manifiesta con palabras o acciones.

subordinación

Del b. lat. subordinatio, -onis.

1. Sujeción a la orden, mando o dominio de alguien. 2. Acción y efecto de subordinar o subordinarse.

autoridad

Del lat. auctorĭtas, -ātis.

1. Poder que gobierna o ejerce el mando, de hecho o de derecho. 2. Potestad, facultad, legitimidad. 3. Prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución por su legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia.

La palabra sumisión es altamente impopular porque suele citarse en el contexto de cómo debieran relacionarse las mujeres a los hombres. Primer problema. ¿Por qué? Porque deriva de la ignorancia. Para empezar, la palabra sumisión no tiene nada que ver con el género.

La definición del diccionario resulta rígida, obligatoria: sumisión es acatar. El término «autoridad» se equipara con «poder que gobierna» pero como veremos más adelante, la sumisión no es obligada y hay excepciones.

El término “sumisión” deriva del griego hypotasso, un término militar que señalaba cómo se alineaban las tropas. Militarmente significa “colocarse en línea” bajo autoridad, pero en la Biblia hypotasso se utiliza para describir:

  1. la relación de Cristo con sus padres (Lucas 2:51)
  2. la relación de los discípulos con Cristo (Lucas 10:20)
  3. los demonios en relación a Cristo (Lucas 10:17)
  4. la relación de niños con sus padres (Hebreos 12:9)
  5. la relación de creyentes con el gobierno (Romanos 13:1; Tito 3:1; 1 Pedro 2:13)
  6. relación de creyentes con sus líderes y entre sí mismos (Romanos 16:16; Efesios 5:21; 1 Pedro 5:5)
  7. relación de creyentes con Dios (Hebreos 12:9; Santiago 4:7)
  8. esposas con sus esposos (Efesios 5:22; Colosenses 3:18; Tito 2:5; 1 Pedro 3:1,5)
  9. la Iglesia a Cristo (Efesios 5:24)
  10. siervos a sus amos (Tito 2:9; 1 Pedro 2:18)
  11. cómo se relacionará toda la Creación a Cristo (1 Corintios 15:28; Efesios 1:22; Filipenses 3:21; Hebreos 2:8; 1 Pedro 3:22)

Donde al revisar cada texto podremos concluir que la sumisión es -debiera ser- una característica de todo creyente. Nada que ver con género, ni edad, y de hecho todo ser humano -creyentes y no creyentes- son llamados a sumisión por y para Dios.

La diferencia radica en la esfera donde el creyente manifiesta dicha sumisión (hypotasso):

  • la Iglesia en sumisión al gobierno;
  • la Iglesia en sumisión a Cristo;
  • los varones, como ejemplo de excelencia, en sumisión al liderazgo en la iglesia o en sus lugares de trabajo;
  • las mujeres a sus esposos (si son casadas), al liderazgo de su iglesia o en el trabajo (en general);
  • los niños a sus padres;
  • etcétera;
  • no existe un creyente que no deba someterse, en pocas palabras.

Ahora bien, al revisar la definición se dieron cuenta que el asunto es voluntario. Usted se permite a sí misma someterse a la autoridad o a la voluntad ajena.

Es muy necesario que tengamos visión o entendimiento bíblico del tema, como ya vimos en los ejemplos de hypotasso.

Sumisión particular en el sentido bíblico es alinearse en formación bajo la autoridad militar, con el mismo principio de buena voluntad. No es algo impuesto. Usted se coloca bajo la autoridad de alguien; para el creyente obedecer la ley de Dios es un acto de gratitud, nada forzado.

Sumisión general es poner a un lado nuestros deseos o necesidades para honrar los deseos o necesidades de otros. Amar al prójimo como a ti mismo.

¿Cómo te amas a ti misma? Ah! Con total preferencia. Ama así a los demás. No lo que merecen sino más allá de lo que merecen. Esa es la idea cada vez que hablamos de sumisión general.

También importa esclarecer lo que no es sumisión.

Sumisión no es falta de poder. Luego se cree que si tiene autoridad tiene el poder. Es verdad que, en general, el poder está ligado a la autoridad, pero esto no significa que quien esté bajo autoridad carece de poder. Habrá ocasiones en que la persona bajo autoridad tenga tanto o más poder o influencia que quien ostenta la autoridad. Tener autoridad no significa tener poder. Tener autoridad es tener la última palabra sobre algo. Cuando decimos que alguien se encuentra bajo la autoridad de otro, no se trata de un juicio de valor ni de un juicio de poder, o al menos no debiera serlo. Porque la sumisión no es ausencia de poder.

Sumisión no es debilidad. Nuestro ejemplo perfecto es el Señor Jesucristo. La sumisión es más bien cercana a mansedumbre, fuerza bajo control. Hay que ser mansas para ser capaces de someternos a la autoridad. Cristo nos dió el ejemplo y Pedro lo enfatiza.

Sumisión no es ceguera. Tampoco es indiscriminada. Hechos 4 y 5 describen la generosidad de los hermanos para compartir con los necesitados. Pero en un acto de orgullo y avaricia, un hombre llamado Ananías y Safira su mujer vendieron lo que tenían y decidieron guardar una parte (5:1-2). Ananías decidió, Safira se sometió a la decisión.

Pedro estaba a cargo. Si Pedro hubiera visto a Safira como una simple mujer bajo la autoridad de su marido, no le habría preguntado sobre su implicación en el asunto (5:8-9). Sin embargo, en un episodio pastoral muy interesante Pedro activamente inquiere el papel de Safira. Y cuando ella se esconde tras la mentira del marido, descubre que no tiene ninguna cobertura, sino que ha sido cómplice de la mentira (Proverbios 19:9 el testigo falso no quedará sin castigo, y el que cuenta mentiras perecerá).

Si hubiera dicho la verdad habría honrado a Dios, aun cuando habría expuesto la deshonra de Ananías. Al mentir, Safira revela que para ella Ananías tenía un puesto más alto que Dios. La sumisión de Safira fue pecaminosa, y Dios demostró Su autoridad tomando la vida de ella (5:10).

Hay una fuerte exhortación para la mujer casada que lucha con el pecado de su marido, contra ella o contra otros, en especial contra sus niños. Es llamada a defenderlos aun cuando la mano o la voz airada sea la de su propio marido (Salmo 82:3-4 Defended al débil y al huérfano; haced justicia al afligido y al menesteroso. Rescatad al débil y al necesitado; libradlo de la mano de los impíos). No es sumisión silenciosa lo que debe mostrar, sino fuertes palabras enraizadas en el amor por la justicia y misericordia.

13Someteos, por causa del Señor, a toda institución humana, ya sea al rey, como autoridad, 14o a los gobernadores, como enviados por él para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen el bien. 15Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis enmudecer la ignorancia de los hombres insensatos. 

“Casi cualquier gobierno es mejor que ningún gobierno.” Palabras de Mark Devers, pastor de la Iglesia Capitol Hill Baptist Church en Washington DC.

anarquía

Del gr. ἀναρχία anarchía.

1. Ausencia de poder público. 2. Desconcierto, incoherencia, barullo.

La palabra traducida como “institución” en el original es “criatura.” Pero es correcto emplear “institución” porque la intención de Pedro no es establecer sumisión a toda persona creada por Dios. Pedro matiza un punto crucial sobre la naturaleza de la sumisión. En su tiempo, el emperador romano era objeto de adoración, de culto, Pedro recuerda a su audiencia que los hombres son meras criaturas, creadas por Dios, existentes bajo Su autoridad. 

¿Y ahora? ¿Acaso no sufrimos el mismo peligro de idolatría con partidos políticos y líderes? ¿Cuando sacrificamos tiempo, dinero y recursos a su servicio pero no hacemos lo mismo con el evangelio? Nuestros líderes son simples criaturas humanas, portadores de la imagen de Dios y por tanto merecedores de sumisión y respeto, pero no de adoración.

En Romanos 13:1-7, Pablo ofrece un argumento bien organizado, coherente, sobre este tema de la sumisión a las autoridades que gobiernan. Pablo escribe desde la ciudad de Corinto, podemos imaginar a los inquietos hermanos pensando “si los viejos tiempos pasaron y somos nuevas criaturas en Cristo, si ahora reinamos con El, pues no tenemos que pagar impuestos ni poner atención a difuntas autoridades…” en particular si son gobiernos rapaces. La evasión de impuestos no es algo nuevo, es una de las más antiguas y universales expresiones de repudio a un gobierno.

Pero el mundo en que se desenvuelve nuestra existencia corporal no ha sido abandonado por Dios. El ha establecido ciertas instituciones como el matrimonio y los gobiernos, dentro de las manifestaciones de Su gracia común, y que jueguen roles positivos incluso después de la inauguración de una nueva era.

La enseñanza de Pablo y de Pedro es similar. Sin embargo las líneas de pensamiento son algo diferentes.

Pablo (Romanos 13:1-7)

Pedro (1ra Pedro 2:11-17)

Mandato general: sométase toda persona a las autoridades… (v.1a)

Ruego general: que os abstengáis (v.11); mantened conducta (v.12)

1ra razón: porque no hay autoridad sino de Dios (v.1b)

Mandato general: someteos (v.13a)

Consecuencias: juicio (v.2)

1ra razón: por causa del Señor (v.13b)

2da razón: porque los gobernantes son siervos de Dios (v.3-4)

porque los gobernantes son siervos de Dios  (v.14)

Reiteración: por tanto…castigo y conciencia (v.5)

2da razón: voluntad de Dios, hacer el bien (v.15)

Apelación: todos pagan (v.6)

Mandato específico: libres para obedecer como esclavos de Cristo (v.16)

Mandato específico: ¡paga y respeta! (v.7)

Honra a todos, amar a hermanos, temor a Dios, honra a quien gobierna.

Pablo urge a los creyentes a ser sumisos, como hemos visto en los pasajes que examinamos antes. Sin embargo la sumisión no es ciega: siempre ha de medirse en relación a nuestra sumisión primordial al Señor. Una mente que ha sido transformada reconoce que detrás de cada gobernante se encuentra la mano de Dios (Daniel 4:17 esta sentencia es por decreto de los vigilantes, y la orden es por decisión de los santos, con el fin de que sepan los vivientes que el Altísimo domina sobre el reino de los hombres, y se lo da a quien le place, y pone sobre él al más humilde de los hombres).

Recordemos el contexto cultural de la carta de Pedro. Grupos de recién convertidos, en provincias romanas de Asia Menor, un libro escrito poco tiempo después del Gran Fuego en Roma provocado por Nerón Emperador, quien culpó a los cristianos. Son tiempos de gran tensión para los seguidores de Cristo, ¿cómo han de vivir entre gentes que no creen lo mismo que ellos? ¿que son vistos como amenaza creciente para el gobierno y la sociedad?

Pedro inicia ofreciendo dos razones para la sumisión:

  1. por causa del Señor. Muchos se someten para obtener beneficios para sí mismos, no por causa del Señor. Pedro urge a tener una razón mejor, porque es Dios quien pone y quita gobiernos. Pero al mismo tiempo limita la sumisión, si es contraria a la voluntad de Dios.
  2. por la voluntad de Dios. El estableció dichas organizaciones para el bienestar de la sociedad en general. Usamos palabras, usemos acciones para mostrar el evangelio.

Pedro nos llama a  buscar el bien de otros sometiéndonos a ellos, ceder derechos de poder y autoridad en pocas palabras, incluso a no creyentes (Marcos 10:42-45 sabéis que los que son reconocidos como gobernantes de los gentiles se enseñorean de ellos y que sus grandes ejercen autoridad sobre ellos. Pero entre vosotros no es así…; Efesios 5:21 sometiéndonos unos a otros en el temor de Cristo).

Observen que nombra al rey, luego a gobernadores o procónsules, a quienes sería más difícil someterse, porque es más fácil conocer la maldad del cercano que del lejano. Sin embargo Pedro insiste, porque incluso el peor de los gobiernos es mejor que el caos.

¿Hasta dónde llega la sumisión? 

Pedro es muy consciente de la voluntad de Dios, la cual pudiera ser que el creyente sufra (1ra Pedro 3:17 pues es mejor padecer por hacer el bien, si así es la voluntad de Dios, que por hacer el mal). Pero mejor sufrir como creyente y no por otra razón (1P 4:19).

Hacer el bien incluye obediencia cuidadosa a la ley civil (siempre que no contradiga la justicia de Dios) y realizar buenas obras, recorrer la milla extra. Casi podemos escuchar la objeción: “¡oh, pero semejante sumisión a leyes humanas contradice nuestra libertad en Cristo!” Pedro responde con un “No” categórico.

16Andad como libres, pero no uséis la libertad como pretexto para la maldad, sino empleadla como siervos de Dios.

Hemos sido llamadas a libertad, efectivamente, pero a ¿cuál libertad? 

A la libertad que Pablo describe con toda elocuencia: libertad del pecado, libres de la ley, libres del mundo no para independencia sino para servicio a Dios. Libertad que no es producto de esfuerzo humano, sino regalo del Espíritu (Gálatas 5:1,13; Romanos 6:22; 8:2; Lucas 4:18-21; Juan 8:32; 1Corintios 7:22; 9:19; 2Corintios 3:17; 2Pedro 2:18-20). 

En Romanos 6:1-14 Pablo responde a la objeción de que la superabundante gracia de Dios en Cristo alentaría mayor pecado, Pablo responde que Cristo liberta al creyente de pecar.

En Romanos 6:15-23 Pablo responde a otra objeción parecida, pero en esta ocasión en el párrafo domina la imagen de esclavitud. El énfasis es claro: la libertad “del pecado” del cristiano no es libertad “para pecar.” 

Hay dos extremos: legalismo por un lado y desenfreno por el otro. Para Pablo, es claro que el creyente ha sido liberado del poder dominante de la Ley Mosaica (yugo) pero al mismo tiempo enfatiza que el creyente está “bajo obligación” de obedecer a su nuevo “amo” -Dios, o la justicia. La Ley no es el paso para vencer el pecado, pero esta nueva libertad no es excusa para pecar. “Bajo la gracia” hay obligación de obediencia.

No hay “autonomía” humana, o libertad de todo poder e influencia. El ser humano está bajo el poder del pecado o está bajo el poder de Dios. Para Pablo la pregunta no es si tendremos amo, sino a cuál amo servimos.

Pedro rara vez menciona al Espíritu de Dios, pero es muy consciente de las ramificaciones de la libertad cristiana. Para Pedro el peligro consiste en que al escuchar de su libertad, la audiencia cayera en desenfreno (lo que sucedió en Corinto, 1Corintios 5:1-2). La libertad se convirtió en slogan para “cubrir la maldad.”

Pedro entonces recuerda que libertad no es ser libres de esclavitud a un estado de autonomía, sino liberación de un estado para ahora ser esclavos de Cristo. Solo en la gozosa esclavitud de Cristo hay verdadera libertad (Romanos 6:22 pero ahora, habiendo sido libertados del pecado y hechos siervos [esclavos] de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como resultado la vida eterna).

Nos sometemos voluntariamente, como libres en Cristo. No porque tengamos que hacerlo (para evitar castigo), sino porque escogemos hacerlo (por causa del Señor).

¿Cuál es la diferencia entre la clase de libertad que tenemos y la clase de libertad que pensamos?

La libertad que tenemos es libertad para algo: libertad para servir a Cristo. (Romanos 6:17-18 pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, os hicisteis obedientes de corazón a aquella forma de doctrina a la que fuisteis entregados; y habiendo sido libertados del pecado, os habéis hecho siervos [esclavos] de la justicia). ¡Somos esclavos de una cosa o de otra!

Esclavos del pecado o esclavos de la justicia para santificación (v.19). Liberados por Cristo, somos libres para ser esclavos de la justicia, gozosamente obedientes a la ley del amor.

Así es como hemos de vivir. Libres para servir a Cristo. No libres para ser autónomos, soberanos e independientes (¡el error común!). Libres para obedecer a Cristo.

¿Capisci?

Porque de quienes usan la libertad para sus propios fines, para cubrir su maldad (gente que camina al filo del precipicio, “yo soy libre, tú sabes…”), tendremos dudas más que razonables para cuestionar sus motivaciones! 

Amadas, necesitamos colocarnos la armadura. Somos libres para obedecer al Señor. Ciñe tu entendimiento para la acción. Pon tu esperanza completamente en la gracia que se os traerá en la revelación de Jesucristo.

Nos sometemos siendo buenos ciudadanos, responsables no solo dejando de hacer daño sino más allá, haciendo el bien, buscando el bienestar de terceros (Jeremías 29:7 y buscad el bienestar de la ciudad adonde os he desterrado, y rogad al Señor por ella; porque en su bienestar tendréis bienestar) e involucrándonos en servir: el hospital, derechos humanos, economía, política exterior, votando en elecciones, etc. Nos sometemos a las autoridades terrenales como esclavos de Cristo, libres de nuestras antiguas pasiones, pero bajo el señorío de Cristo. 

¿Excepciones? Sí. Tenemos ejemplo en la vida de Daniel y sus amigos (Daniel 1-6), y de Pedro mismo ante el concilio (Hechos 4:19-20 vosotros mismos juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído). ¿Qué haremos el día en que nos encontremos entre la autoridad humana y la celestial? ¿Cuál escogeremos obedecer?

17Honrad a todos, amad a los hermanos, temed a Dios, honrad al rey [emperador].

Honra a todos, inclusive no creyentes. En una democracia solemos desarrollar cierto desdén hacia las autoridades, en especial si no hemos votado a su favor. “¿Someterme yo, a quién?” “No tengo por qué ni mucho hacer lo que diga.” “Es más, es al revés: ese debe hacer lo que yo quiera, está ahí porque el pueblo lo eligió y yo soy parte del pueblo… 

Ay amadas, si recuerdan, somos aves de paso. Esta no es nuestra nación. Como hijas de Dios no tenemos que estar de acuerdo con todas las políticas del gobierno, pero si estamos en desacuerdo, manifestemos el desacuerdo de modo que honre a la autoridad, guardando nuestro discurso, lo que decimos y cuándo lo decimos, por ejemplo. Honrar es valorar, tener presente que el otro también es portador de la imagen de Dios, por tanto sujeto a dignidad.

¿Cuántas veces oramos en privado por nuestras autoridades y gobernantes? ¿Por gracia y sabiduría para gobernar?

Cristo realizó muchas obras en su ministerio terrenal, enfrentó líderes, sanó enfermos, pero algo que nunca hizo fue actuar contra o proferir queja o declaración política alguna contra el gobierno. ¡De hecho esto fue algo que irritó a los mismos judíos! Para colmo, cuando el mismo Pedro cortó la oreja de Malco nuestro Señor le ordenó guardar la espada, y le citó la Ley mosaica.

Ama a los hermanos (Juan 13:34-35; Romanos 12:9; Efesios 1:15; Filipenses 2:2; etc.). Pedro no dice “iglesia,” en el original habla de “compañeros de comunión” una frase bellísima.

Continúa con reverencia -temor- a Dios (Proverbios 24:21 hijo mío teme al Señor y al rey, no te asocies con los que son inestables) y finaliza solo con honra al rey (porque solo Dios ha de ser reverenciado, recordemos que la norma era adorar al César).

Los judíos era muy conscientes del control de Dios sobre la Historia e incluso del uso de paganos para cumplir Su voluntad. Cualquier gobierno es mejor que anarquía. 

<{{{{<<

 

Apuntes a 1ra Pedro 2:5-12

Estándar

Ahora bien ¿Qué edificamos sobre la piedra angular? 1 Corintios 3:10-15

Si Cristo es el fundamento y la piedra angular, ¿cuál o cuáles son las bendiciones de edificar sobre El?

El papel de una piedra angular era y es crítico. Provee seguridad de que el resto del edificio estará bien “cuadrado.” Si el fundamento es correcto, derecho, todo lo que se construya por encima estará correcto y por tanto confiable desde el punto de vista estructural, las líneas de plomada y de nivel estarán bien. 

¿Con qué materiales construyes? 

El pasaje contiene una advertencia. No utilices madera, heno, o paja; no seas la clase de persona que no logra nada para la causa de Cristo. Observen que en el pasaje la imagen es de Cristo el fundamento, nosotros los edificadores, nuestras obras la estructura.

5también vosotros, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

Mas Pedro nos dice algo muy interesante: Cristo el fundamento y nosotros parte de la misma estructura con Cristo, ¡no ya edificadores! Pedro dice “unidos a Cristo.” Por tanto con acceso directo a todos los recursos espirituales imaginables, donde el alabar, adorar, ser generosos, compartir, ganar a otros, etc, se convierten en los instrumentos o medios de sacrificios espirituales que Pedro menciona en el verso 5.

Unidos a Cristo, inmersos en el mismo edificio espiritual, podemos ofrecer sacrificios espirituales y disfrutar todos los beneficios. Isaías 28:16 (por tanto, así dice el Señor Dios: he aquí, pongo por fundamento en Sion una piedra, una piedra probada, angular, preciosa, fundamental, bien colocada. El que crea en ella no sería perturbado) nos recuerda la antigüedad del pensamiento, la piedra angular servía para establecer todas las líneas de un edificio antiguo: alinear la piedra angular de modo perfecto establecía la dirección vertical y horizontal de toda la construcción.

 6Pues esto se encuentra en la Escritura:

He aquí, pongo en Sion una piedra escogida, una preciosa piedra angular,

y el que crea en El no sera avergonzado.

7Este precioso valor es, pues, para vosotros los que creéis; pero para los que no creen,

La piedra que desecharon los constructores,

esa, en piedra angular [cabeza del ángulo] se ha convertido,

8y,

piedra de tropiezo y roca de escándalo;

pues ellos tropiezan porque son desobedientes a la palabra, y para ello estaban también destinados. 

Observen las palabras: la piedra que ustedes desecharon… la audiencia conocerá que los judíos no supieron Quién era, cuando El vino no le conocieron. (Isaias 8:14 Entonces El vendrá a ser santuario; pero piedra de tropiezo y roca de escándalo para ambas casas de Israel, y lazo y trampa para los habitantes de Jerusalén). “¿Cómo es posible que sea éste, no se parece al que esperamos.”

Pedro advierte a la audiencia que así como Cristo padeció haciendo el bien, pese a ser la piedra angular preciosa, escogida, así también padecerán sus seguidores aún cuando no hagan nada malo, sino porque los otros son desobedientes de por sí.

No todo el mundo trata a Cristo como debiera. No todos se arrepienten de su pecado y obran en fe para salvación.

9Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;

Pero… ¡Vaya contraste! Pedro escribe a nuevos creyentes, judíos y gentiles en Asia Menor, y les dice “¿entienden que ustedes SON Israel?” La nueva identidad.

Distingue entre el Israel étnico del Antiguo Testamento y el Israel espiritual, quienes adoramos en espíritu y en verdad al Mesías que ha de volver. Somos “linaje escogido, real sacerdocio, nación santa.” Posesión de Dios. 

La casa de Dios no es más un edificio físico, sino una “casa” viviente donde Dios habita.

Y no únicamente las piedras vivas que forman la casa, sino también los sacerdotes que servimos en ella (Exodo 19:6 y vosotros seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa; Isaías 43:20-21). El énfasis es la comunidad, la iglesia como unidad corporal es la nación, sacerdocio, linaje, no cada individuo per se. Tengamos precaución que nuestro pensar occidental no nos traicione. 

¿El propósito? Anunciar las glorias o excelencias de Dios, su actividad en la creación y su milagro de redención en la vida, muerte, resurrección, y revelación de Jesucristo. Porque somos de su pertenencia.

10pues vosotros en otro tiempo no erais pueblo, pero ahora sois el pueblo de Dios; no habíais recibido misericordia, pero ahora habéis recibido misericordia.

Aquí tenemos dos referencias del libro de Oseas. El tema -matrimonio- de Oseas es un símbolo de la relación que Dios tenía con Israel. El rechazo de la esposa infiel y de sus hijos y su posterior recepción. La audiencia de Pedro sabía que antes era de los rechazados, era de los “no son mi pueblo” pero ahora “son mi pueblo” un término reservado para Israel. Los judíos solían gloriarse en este detalle. Pero ahora estos creyentes saben que también son escogidos, también pertenecen al pueblo de Dios. Son recipientes de Su misericordia, de Su cuidado y protección. 

11Amados, os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de las pasiones carnales que combaten contra el alma. 

12Mantened entre los gentiles una conducta irreprochable, a fin de que en aquello que [cuando] os calumnian como malhechores, ellos, por razón de vuestras buenas obras, al considerarlas, glorifiquen a Dios en el día de la visitación [el retorno de Cristo en juicio].

Y así es como luego de señalar los privilegios de ser escogidos por Dios, Pedro pasa ahora a discutir el lugar de los creyentes en la sociedad o en el mundo, porque cada día que pasa estamos rodeados de personas no creyentes. Y nuestra conducta los estimula a dar gloria a Dios o a rechazarlo, a preguntar sobre nuestra fe o a pensar que ellos son iguales a nosotros.

Estamos en una batalla. Exiliadas, expatriadas, peregrinos, extranjeros, de paso. 

¿Qué tanto peso cargas cuando viajas? ¿De qué te abstienes en tu viaje por la vida?

Observen que dice “mantened,” es decir, haz el esfuerzo sostenido de, para que cuando hablen, no dice si hablan de ti, vean vuestras buenas obras y den gloria a Dios. Mmmm, el Sermón del Monte otra vez. “Para que vuestra luz brille delante de los hombres y vean vuestras buenas obras y glorifiquen a Dios en los cielos” Jesucristo señalando nuestra influencia en el mundo siendo luz y sal de la tierra. Somos embajadoras de Cristo en la tierra, representantes de Su gobierno, y esto trabaja en dos sentidos: de Dios ante el mundo, y del mundo ante Dios. ¡Vaya responsabilidad! Por eso es que Pedro gasta tinta haciendo énfasis en el nacer de nuevo y la conducta cristiana en toda su carta.

Cristo es el único que puede tomar una piedra, hacerla viva y unirla a otras piedras vivas para formar morada al Espíritu Santo de Dios aquí en la tierra de tal manera que la luz brille en medio de las tinieblas (Mateo 5:13-16). Nuestra vida recomienda nuestro mensaje, en pocas palabras. Exhibimos el reino en la práctica y declaramos el reino con palabras, es decir que no es factible ir y envolverse en el caparazón (aislarse del mundo), tampoco querer imponer leyes del cielo sobre los terrícolas (tarea harto imposible) o peor, asimilarse al mundo (volverse igual).

Y sepamos que mantener una conducta honorable no significa ser las más populares entre la tropa, pero nuestra preocupación no es ser miembros de cualquier partido o nación, sino de la nación santa que sirve al Santo de Israel.

<{{{{<<

Apuntes a 1ra Pedro 2:1-5

Estándar

Como creyentes, Dios nos ha dado todos los recursos de gracia para seguir creciendo espiritualmente, y no hay atajos en esta carrera de la fe. Pedro mira hacia atrás, al momento de haber nacido de nuevo, y retrata la imagen de poner el vestido de los vicios fuera de nuestras vidas. Sin embargo, no se trata de los viejos vicios del paganismo, sino de vicios destructores de comunidades, ¡a menudo tolerados en las mismas iglesias!

Piensen en particular cuando están bajo presión, esa tendencia a murmurar y dividir que debilita aún más la comunidad. Luego creemos haber mejorado…

1Por tanto, desechando toda malicia y todo engaño, e hipocresías, envidias y toda difamación, 

Vean la raya. Desechando… no ¾, no ⅔, TODA. Hemos de asegurar que el Espíritu Santo obre en nosotras. Que nuestra santificación ocurra en ascenso y progresivamente. ¿Por qué? Porque El es Santo. 

Y si quito algo, debo reemplazar ese algo. No basta quitar la ropa sucia contaminada, debo restituir con lo que es bueno, justo, amable, de buen nombre, de buena voluntad, genuino, generoso, digno de alabanza. Tratando a otros como a mí me gusta que me traten.

¿Quitar qué Pedro? Obstáculos, pecados que tienen que ver con el amor fraternal. Afectarán nuestro afecto por la Palabra. 

  1. Malicia. En contexto, “mala voluntad; hostilidad; hacer daño” esto es, “la fuerza que destruye comunión” y es contraria a una comunidad cristiana. Por lo general asociada a murmuración, amargura y envidia (1 Corintios 5:8; Efesios 4:31;  Colosenses 3:8; Tito 3:3; Santiago 1:21). El término revela el problema de corazón que se mostrará en las conductas que el pasaje mencionará.

malicia

Del lat. malitia.

1. Intención solapada, de ordinario maligna o picante, con que se dice o se hace algo.

2. maldad (‖ cualidad de malo).

3. Inclinación a lo malo y contrario a la virtud.

4. Interpretación siniestra y maliciosa, propensión a pensar mal.

5. Cualidad por la que algo se hace perjudicial y maligno.

6. Penetración, sutileza, sagacidad.

7. Sospecha o recelo.

8. Palabra satírica, sentencia picante y ofensiva.

  1. Engaño e hipocresía. Hablar o actuar con motivaciones ulteriores, es decir, sin honestidad; sacar ventaja de otros con astucia. Es un vicio de fondo, producto de un mal corazón (Marcos 7:22; Romanos 1:29). Cualquier pretensión o decepción delante de Dios o del hombre, o cualquier inconsistencia entre doctrina y práctica.
  2. Envidia. Actitud interna detrás de hipocresías y engaños. Si uno tiene la mente de Cristo y busca el bien para otros (Filipenses 2:1-5), la envidia es una contradicción [es decir que no existe tal cosa llamada «envidia santa»]. A menudo la envidia se expresa en calumnia (difamación), a menudo enmascarada como “preocupación por el problema de Fulanita” “peticiones de oración” etc. Pablo incluye este tipo de actividad en una lista de vicios (2 Corintios 12:20) y Santiago escribe que el tal es usurpador de las funciones de Dios (Santiago 4:11).

Pedro corta de raíz cualquier práctica que no sea hablar la verdad en amor unos con otros, en la confianza de que no existan motivaciones o acciones ulteriores u ocultas y de que no se diga nada en ausencia de nadie.  

De ahí el mandato:

2desead como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcáis para salvación,

¡Sorpresa! En lugar de un catálogo de virtudes (como en Gálatas 5), Pedro habla de dependencia en Dios. Posiblemente el imperativo central de toda la carta de Pedro sea este: desead como niños recién nacidos la leche espiritual no adulterada de la Palabra. Ahora bien, este deseo se refiere a todo creyente, no solo a recién nacidos, todo creyente ha de continuar con este deseo apremiante de estudiar, leer, meditar, rumiar, la Palabra de Dios (Salmo 19:10; 119:16,20,47,72,97,131,162).

El objetivo del crecimiento es salvación, en el sentido de la recompensa que vendrá cuando la revelación de Jesucristo. ¿Por qué? Porque nacer es el inicio de un proceso que culmina en la madurez (Romanos 5:9; 13:11; 1 Corintios 1:18).

La leche pura de la Palabra tiene los anticuerpos para luchar contra los virus que atacan la vida espiritual. ¿Cómo funcionan? en la misma medida en que saboreemos la bondad de Dios en la Biblia, así seremos capaces de luchar contra esos pecados que arruinan la capacidad de desear la Escritura, ¡funciona al derecho y al revés!

Observen que no se trata de “experiencias místicas” inolvidables que nos vuelven diferentes de un día para otro. Pedro nos presenta un proceso gradual, en desarrollo, gracias a la obra del Espíritu Santo en nosotros a través de la Palabra de Dios.

3si es que habéis probado la benignidad del Señor. 

 

Observen la reflexión de Pedro para aceptar este alimento: puesto que habéis gustado que el Señor es bueno (Salmo 34:8). Experimentado la calidad de su bondad (Mateo 11:30; Efesios 4:32), su delicia (Lucas 5:39), su bienestar (Lucas 6:35; Romanos 2:4). Tanto en la creación como en la redención. ¿Dónde nos enteramos de todo esto? En la Palabra de Dios, leche pura que alimenta, leche pura que deleita, leche pura que nutre, nos hace conocer mejor a Cristo y su evangelio, nos apropia las promesas de Cristo (2 Corintios 1:20).

La metáfora cambia. Pedro se mueve de lo nutricional a lo que proporciona seguridad y honor. Comienza a hablar de “piedras vivas”, “piedras angulares”, “corona o loseta” y la “piedra de tropiezo.” Piensen en cuán personal sería este lenguaje para Pedro.

metáfora

Del lat. metaphŏra, y este del gr. μεταφορά metaphorá.

1. Traslación del sentido recto de una voz a otro figurado, en virtud de una comparación tácita, como en las perlas del rocío, la primavera de la vida o refrenar las pasiones.

4Y viniendo a El como a una piedra viva, desechada por los hombres, pero escogida y preciosa delante de Dios,

El verso introduce y designa a Cristo no como un monumento o un principio muerto, sino como el Unico viviente, resucitado y, por tanto, Dador de la Vida.

El término “rechazada o desechada” por los constructores cita el Salmo 118:22 (la piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser la piedra principal del ángulo), imagen con que la audiencia de Pedro fácilmente se identificaría, ellos mismos sintiéndose rechazados. 

Pero esta valoración humana no le importa a Dios, quien además de aprobar al Señor como la piedra, lo señala como “preciosa, escogida”, clara alusión a Isaías 28:16 (por tanto, así dice el Señor Dios: he aquí, pongo por fundamento en Sion una piedra, una piedra probada, angular, preciosa, fundamental, bien colocada. El que crea en ella no sería perturbado).

5también vosotros, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

Como resultado de venir a Cristo, la piedra viva, ahora nosotros somos parte de la casa donde El es la piedra angular. Puesto que Cristo es la piedra angular, nosotros disfrutamos de sus beneficios, una nueva identidad y un propósito definido.

<{{{{<<