Hay un poeta en el mundo

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Se escucha el clamoreo, ¡oíd las voces!

Del campo a la ciudad, de la ciudad al campo,

de sur a norte, de este a oeste,

¿de dónde vienen?

¡De todas partes!

*

Se incendian de goce los cañaverales.

(Hay un país en el mundo).

*

De rojo se visten los atardeceres.

(Amén de Las Mariposas).

*

Se encrespan las aguas tranquilas del Caribe

(A ti, submarino intrépido).

Florecen sin cansancio las tiernas amapolas de mi pueblo.

(Cuando amaban las tierras comuneras).

*

Horas de angustia y desengaño le atormentan.

(Oriundo de la noche).

Se levanta con él otro gigante: Nosotros.

(Contracanto a Walt Withman).

Entonces, en silencio, dice presencia.

Y se escucha la voz soberana del poeta, que dice:

Aquí, Pedro Mir. Servidor de ustedes.

Sencillamente…

Luis Scheker Ortiz. Rep. Dominicana

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