Apuntes a Mateo 5:3

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3“Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

En el Antiguo Testamento, ser pobre señalaba un grupo particular de personas. (Salmo 34:6, este pobre clamó, y le oyó Jehová, y lo libró de todas sus angustias; 40:17 aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres Tú; Dios mío, no te tardes). Individuos débiles, vulnerables, carentes de recursos, desposeídos para defenderse y salvarse a sí mismos (Salmo 69:32-33 lo verán los oprimidos, y se gozarán. Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón, porque Jehová oye a los menesterosos, y no menosprecia a sus prisioneros). En bancarrota total, lo reconocen, y por tanto confían en el Señor como su única fuente de protección y liberación.

¿Pobreza de espíritu? 

Jesucristo subraya que no se trata de falta de prosperidad material. Es más, la pobreza material puede endurecer el corazón. Jesucristo describe alguien que ve su esclavitud espiritual, que es consciente de su deuda y sabe que en sí mismo está desposeído delante de Dios.

Pobreza de espíritu es el reconocimiento personal de bancarrota espiritual. 

Es el espíritu del hijo pródigo (Lucas 15:17 y volviendo en sí, dijo ¡cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!). Ahora bien, pobreza espiritual no es sinónimo de ser víctima y mucho menos de humildad teatral (hipócrita). En el postmodernism de hoy tenemos dificultad para entender el término porque cualquiera sabe que el orgullo subyace tanto en los que tienen mucho como en los que no poseen nada; el orgullo es un tema del corazón. 

Los goldfish no ven el agua donde nadan. 

Cristianismo es el aire que respiramos, como ciudadanos del mundo occidental dependemos de valores y metas que han sido moldeados en el cristianismo y los consideramos tan universales, obvios y naturales como el aire que respiramos, que no analizamos cómo encajan dentro de las enseñanzas bíblicas. Hacemos lo mismo que los discípulos: ¿qué, pobreza de espíritu? Pero si hay que conquistar el reino, necesitamos personal superpoderoso, autosuficiente!

Esto es exactamente lo que Jesucristo no dice. 

Pablo nos revela que por naturaleza somos rebeldes contra Dios (para nada autosuficientes y aprobados) (Romanos 3:10-12 como está escrito: no hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno). ¿Cuál es el resultado? 

Pablo lo escribe claramente: que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios. (Romanos 3:19 pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado).

Reconocer nuestra real condición delante de Dios es la raíz de la pobreza de espíritu: bancarrota total, deudores en Su corte.  ¿Recuerdan a Nicodemo? …a menos que nazcas de nuevo no podrás ver el reino de los cielos

¿Dónde aprender a vaciarse de autoconfianza, auto-importancia, auto-justicia?

Somos ágiles para dar a conocer a otros nuestros geniales pensamientos!

Pero el hombre pobre de espíritu es aquel que ha sido silenciado por Dios, y busca hablar solo lo que ha aprendido de Dios en humildad.

Es la forma más profunda de arrepentimiento.

¿Puedo ver mi pobreza espiritual delante de Dios? ¿Ver la autoconfianza, auto-promoción, etc., como lo que es? Si no es así, ¿cómo pertenecer al reino de los cielos? ¿cómo postrarse a los pies de Cristo?

Carácter confiesa necesidad. Ser de carácter es reconocer mi pobreza espiritual, una pordiosera delante de Dios. 

Apuntes a Mateo 5

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Al entrar al poema de las bienaventuranzas, he aquí algunas observaciones generales: 

  1. la palabra “bienaventuranza” es una transliteración gruesa del latín “beatus” y del griego “makarios.” Ambas, son a su vez transliteración de palabras antiguas cuya mejor traducción es “bendición.” Esto es importante. [Transliteración: representación de los signos de un sistema de escritura, mediante los signos de otro -DRAE. Por ejemplo beef steak en bistec, football en fútbol. Trans -a través de , más allá de- y de littera -letra].

Algunas traducciones modernas colocan la palabra “feliz, felicidad” en lugar de bendición.  Es cierto que alguien bendito estará feliz; pero no es posible reducir bienaventuranza a felicidad. Ser “bendecido, bienaventurado” significa encontrar aprobación.

Salmos, por ejemplo, inicia con una bienaventuranza: bienaventurado el varón

Salmo 32 inicia con dos: bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada… bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad y en cuyo espíritu no hay engaño.

No hay mayor bendición que ser aprobado por Dios. 

Hemos de preguntar ¿cuál es la bendición que buscamos?

Bendición, y su antónimo, maldición, son palabras íntimamente relacionadas al pacto de Dios con su pueblo (Deuteronomio 28:1-14; 15-68) la primera parte contiene todas las promesas de bendición en la obediencia al pacto mientras que la segunda parte registra las maldiciones y juicios de la desobediencia. En pocas palabras, ser benditos es tener comunión con Dios (Yo seré tu Dios y tú serás mi pueblo). 

Si nos importa más la aprobación de Dios que la de seres incluso muy queridos, o de colegas influyentes, luego entonces las bienaventuranzas nos hablarán profundo y muy personal.

2. Noten que el tipo de bendición no es arbitraria. Lo prometido crece de modo natural a partir del carácter descrito. La bienaventuranza correlaciona con la condición.

3. Observen que dos de las bendiciones prometen la misma recompensa. (5:3 y 5:10)…porque de ellos es el reino de los cielos. Se trata de una herramienta de estilo llamada “inclusio”, empezar y terminar con la misma expresión. Es decir, todo el interior podría incluirse en un solo tema, en este caso el reino de los cielos. 

4. Recordemos que el evangelio es una oferta de salvación: 1 Corintios 15:3-5. [Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras, y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras]. He aquí el corazón del mensaje del evangelio: la redención, y la esencia de la redención es el sacrifico expiatorio de Cristo.

Cristo, su sacrificio expiatorio y penal. ¿Cómo se vive el evangelio? ¿Entendemos los componentes del evangelio? Servicio, misericordia, amor, perdón incondicional hacia los hombres… El fruto del Espíritu depende de la llenura del Espíritu, y a su vez, la llenura del Espíritu depende de que haya rendido mi vida a Cristo y de una vida inmersa en la Palabra de Dios. En pocas palabras, no vivir para una misma sino ser cristianos visibles a otros (no de la secreta, pues); además, no ver a los demás según la carne (cada uno es un potencial converso para el reino de los cielos).

Felicidad es hacer lo que Dios quiere, y querer lo que Dios hace. Quizás una prueba sencilla sea elaborar una lista de lo que consideramos vital para nuestra vida y carácter.

Las bienaventuranzas no se enfocan en lo que debemos hacer, sino en lo que hemos de ser. 

Describen la bendición que reciben aquellos cuyas vidas muestran las marcas del reino de Dios. Jesucristo toma temas de los Salmos y de Isaías, aplicado a sus discípulos; el punto central es reflejar en qué consiste la vida que Dios aprueba, que Dios bendice. No se trata de inspiración repentina sino de exposición o aplicación y clarificación de la Escritura. ¿Por qué? Porque la enseñanza se había oscurecido.

Entrando en materia, recordemos el mensaje del primo Juan: “arrepentíos porque el reino de los cielos se ha acercado [está a la mano]”. Aquí, pero no todavía. Reino de Gracia ahora, nuevas criaturas bajo una esperanza, parte del reino de los cielos. Pero tenemos también el Reino de Gloria, en la consumación de todas las cosas. Mateo insiste una y otra vez en Jesucristo como Mesías, aquel de quien está escrito y hará tal y cual cosa.

Imaginen ahora las expectativas que tendrían los discípulos. Recordemos que el país está bajo el yugo romano, pobreza, hambre, enfermedades, son endémicas… ¿qué estarían pensando ese día, sentados alrededor del Mesías? Luego tenemos expectativas que podríamos calificar de peligrosas…

Y, en ese contexto, oír que “el reino de los cielos ha llegado!”

Los judíos creían que el Mesías liberaría del yugo de Roma, sería alguien de inmensa popularidad y tremendo cerebro político que armaría al pueblo y destruiría Roma, además de traer prosperidad ilimitada… (O sea que los discípulos se acaban de ganar los millones de la lotería, están al lado «del bueno»!). Vean la pregunta: ¿Quién se sentará a la derecha, quién a la izquierda? (¡días antes de la crucifixión!)

JC, con toda gentileza empieza a remover las expectativas. Abrió su boca y les enseñaba:

3“Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

4“Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.

5“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.

6Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

7Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

8Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.

9Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

10Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

11Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. 12Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.

En ocho simples frases, Jesús borra las expectativas de los discípulos (¿extranjeros y peregrinos, en lugar de héroes y conquistadores? ¿agenda espiritual en lugar de material? ¿qué es esto?).

Observen que Cristo no habla en términos futuros, y lo primero que establece es que no se trata de un reino basado en conquistas sino de un reino basado en el carácter de los súbditos y del Rey mismo. Un reino basado en el carácter de los siervos y del Rey mismo, no un reino basado en conquistas. 

¿Quiénes somos? ¿Cuáles son nuestras expectativas? ¿Qué esperamos del cristianismo?

La única vida que Dios bendice es la que está marcada por sus valores.

Como creyentes, hay una gran diversidad: personalidad, intereses, estado social, capacidad intelectual. Sin embargo, de acuerdo al NT, pertenecemos a la misma comunidad [en familia se supone que nos tratamos como hermanos, lo cual por cultura no es natural, así que intentemos la palabra comunidad] y tenemos el mismo parecido básico. Eso son las bienaventuranzas.

Las primeras tres describen al creyente como pobre en espíritu, en duelo, humilde. 

¿Cuál es el elemento común? Reconocimiento que ante la presencia de Dios somos lo que somos.

¿Quiénes somos delante de Dios? 

El carácter es muy importante. Vemos y juzgamos a otros cada día: profesores, candidatos, padres, pastores y nos preguntamos si son gente de carácter. Pero si completamos el círculo, la pregunta central es esta: ¿Soy yo una persona de carácter?

¿Me veo en alguna de las estrofas del poema? ¿En alguna parte? Porque vaya si tenemos la tendencia a compararnos con otros. El punto es que como creyentes hemos de aprender a reflejar el carácter de Cristo, el carácter que el mismo Cristo enseña han de mostrar los ciudadanos del reino celestial, porque ahora somos ciudadanas de ese reino.

¿Raíz del carácter? ¿Cómo es que el carácter produce fruto?

Apuntes a Mateo 5

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Mateo 5:1…cuando vió la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. 2y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:

Inicia ministerio de sanidad y la gente comienza a llegar buscando remedio de problemas físicos, y se riega la voz, literalmente. Recuerden que en otras instancias, cuando Cristo sanó algún enfermo la recomendación fue “no lo cuenten a nadie.” Pero como es típico de nosotros, todo el mundo empezó a aglomerarse alrededor del Señor.

Es posible que Cristo sintiera la necesidad de alejarse de la multitud. No lo seguían por sus enseñanzas, sino por los milagros. Es interesante estudiar cómo respondió la gente a la enseñanza.

¿Quien o quiénes conforman la audiencia?

Entender esto es importante para nosotras.

La audiencia primaria son aquellos individuos que El llamó, que dejaron su trabajo y vocación, le siguen y quieren saber cuál es el asunto. De modo que Cristo dirige la enseñanza en particular a este grupo, y sabemos que es así porque al final del sermón leemos que la gente se maravillaba de su enseñanza.

La multitud –audiencia secundaria– es un montón de gente que quiere saber si Jesús es un sanador, son gente curiosa unas y enfermos otras. No están ahí porque han adoptado una causa radical y se han alejado de lo familiar. No, están ahí porque quizás encuentre algo para mí…

Ej Señor Jesús se dirige a los suyos, pero es consciente de la multitud alrededor y ocasionalmente durante el sermón se dirige a la audiencia global. 

¿Por qué tomó asiento?

Era la posición tradicional de un maestro en la sinagoga o en la escuela. Pero si leemos Salmo 80:1-2 [¡Oh Pastor de Israel, escucha,
tú que conduces a José como a un rebaño!
¡Tú, que estás entre los querubines, resplandece 2delante de Efraín,
de Benjamín y de Manasés!
Despierta tu poderío y ven para salvarnos] ; 

99:1 [¡El SEÑOR reina, tiemblan los pueblos!

Él tiene su trono entre los querubines;
la tierra se estremece.]

Hebreos 1:3 Él es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder. Y cuando hubo hecho la purificación de nuestros pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.

¿Recuerdan al Monte Sinaí?

La montaña santa, nadie podía acercarse; Dios descendía en truenos y relámpagos… el pueblo aterrorizado en pocas palabras. ¿Pero ahora? Dios presente se sienta y permite que todos se acerquen a escuchar, a su alrededor. No pierdan el contraste. 

En Isaías 2:3, 700 años antes de Cristo, Muchos pueblos vendrán y dirán: “Vengan, subamos al monte del SEÑOR, a la casa del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos, y nosotros caminemos por sus sendas”. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del SEÑOR«. Una idea nada popular para el pueblo de Israel, acostumbrado a temer el Monte Sinaí. Pero he aquí Dios comunicándose, enseñando sus caminos, Isaías nos extiende invitación para subir a la montaña, aprender y caminar en los senderos del Señor. Vivir el Sermón del Monte no puede separarse de sostener relaciones correctas con Jesucristo: sumisión a la soberanía y gracia de quien lo predica, porque inmerso en el Sermón encontramos la autoridad y señorío de Cristo mismo.

Una palabra de precaución.

El Sermón no es un mensaje calculado para producir la mayor cantidad de culpa en el mínimo de capítulos bíblicos: “he aquí el estándar, nadie lo llena, por tanto a recogerse y hacerlo mejor.” No.

Es verdad que nos quedamos cortas, pero el propósito general es tener una visión gloriosa de lo que el Señor quiere para nosotros. Nos describe el estilo de vida real (de realeza), el nuevo patrón de conducta dentro del nuevo reino al cual hemos entrado. No se trata de una vida ideal en un mundo ideal, sino de la vida del reino en un mundo caído.

¿Cómo reaccionaremos?

Una palabra más: abrió su boca y les enseñaba..

¿Es obvio, verdad? Pero la expresión es idiomática, una fórmula tradicional que enfatiza el propósito y la sobriedad de lo que viene. Mateo hace énfasis, ¿quién hablará? Una y otra vez el uso es de pronombres personales: El, Su, de El. 

¿Quién es el objeto indiscutible de lo que estudiaremos? Cristo mismo.

Al inaugurar el reino de los cielos, El abre su boca y enseña (como en Génesis… y Dios dijo) con todo el peso y autoridad, de una manera que nadie estaba acostumbrado.

Observen la cercanía.

Isaías 2:3, 700 años antes, escribió “y vendrán muchos pueblos, y dirán: venid, subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob, y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.” 

La pura idea habría aterrorizado al pueblo, y sin embargo Isaías promueve la invitación “ven, subamos a la montaña de Jehová” y escuchemos sus enseñanzas y caminemos en sus sendas!

Apuntes a Mateo 5. Introducción

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Mateo 5 es quizás una de las partes más conocidas de toda la escritura. El SM habla con poder extraordinario y relevancia al mundo de hoy, y enfatiza un punto crucial. Jesucristo se muestra como Salvador y Señor, como Redentor y Maestro. No es posible dividir y tomar solo la mitad. Es todo o nada. Desde el punto de vista cristológico, la “vida perdonada” y “vida santificada” son dos caras de la misma moneda.

Necesitamos recuperar esta visión, reconocer que en el reino de los cielos, lo que creemos y cómo vivimos son la misma cosa.

Además, hemos de aprender a desglosar la confusión. Por ejemplo, ¿qué significa tener un estilo de vida cristiano en el mundo postmodernista que nos ha tocado? ¿Hasta qué punto un cristiano es alguien diferente a otros? ¿Cómo vivir como “ciudad puesta en lo alto” que no puede ser escondida (Mateo 5:14)? ¿Es nuestra vida y fe cristiana evidente a otros?

Y quizás el punto crucial: ¿en qué consiste el carácter cristiano? ¿Qué lugar ocupa la ley de Dios en la vida cristiana? ¿Es importante la disciplina? ¿Cómo orar? ¿Cómo ser libres de ansiedad en un mundo gobernado por la ansiedad? ¿Dónde radica el error de un espíritu juzgador? ¿Por qué necesitamos discernimiento espiritual? ¿Y qué de las personas con “dones espirituales” pero que no son creyentes?

Cristo responde todas esas preguntas y más.

Es el manifiesto de Jesucristo: su declaración pública sobre las políticas del reino de Dios. Describe el estilo de vida de la realeza, el nuevo patrón de vida de quien ha entrado en el reino de los cielos.

Mateo 1:1 inicia diciendo “libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.” ¿Qué nos quiere comunicar Mateo? 

De entrada establece el tono para el resto del libro: la doble declaración significa ESTE ES EL MESIAS. Este es aquel que fue prometido a Abraham y de la promesa a David que un hijo suyo reinaría por siempre. JC cumple las dos profecías mesiánicas más significativas de todo el Antiguo Testamento.

Así que primero la genealogía, luego el nacimiento del Señor Jesús, la historia de los magos y la huida a Egipto, entrada en escena del primo Juan el Bautista quien predica y bautiza, observen el resumen de su prédica: arrepiéntase porque el reino de los cielos se ha acercado (está a la mano, en otras versiones). Ojo: reino de los cielos ahora.

Luego leemos del bautizo del Señor Jesús, las tentaciones en el desierto, y el inicio del ministerio del Señor (4:12,17), enfatizando la profecía de Isaías 9:1-2, predicando a todos.

¡El reino de los cielos está siendo inaugurado en la persona y reino de Cristo!

Pero, ¿qué es el reino de los cielos?

¿Alguna realidad mágica alterna? No. El reino de los cielos es el gran tema del Sermón del Monte.

Mateo introduce el tema desde que JC inicia su ministerio (4:17-18).

17Desde entonces (desde ese momento, ahora; [cuando Juan el Bautista fue hecho prisionero 4:12]) comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. 18Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.

Mateo utiliza la frase “desde entonces…” en tres momentos, lo cual permite dividir el contexto general en tres secciones:

Mateo 1:1 a 4:16 establece la identidad de Jesús;

Mateo 4:17-16:20 o el cumplimiento de la autoridad de Cristo en el reino de Dios, en sus enseñanzas, sus obras de gracia y poder, y en sus exhortaciones a entrar en el reino de los cielos;

Mateo 16:21-28:20 el Rey que al ser ofrecido en sacrificio, conquista la muerte y envía sus mensajeros a todo reino y nación (28:18 toda autoridad le ha sido dada en los cielos como en la tierra).

El contexto general nos revela la persona misma de Cristo: Quién es, Qué dice, Qué hace. Por tanto, hemos de comprender el pasaje bajo este conocimiento. Relación correcta con Cristo y vivir el Sermón del Monte van juntos! Consistencia entre la persona y la enseñanza. Porque mi yugo es fácil y ligera la carga (11:28-30).

En Mateo 4:23 leemos que “recorrió Jesús toda Galilea…predicando…y sanando” (observen el cambio de estrategia, pues en 4:18 inicia búsqueda de discípulos pero en 4:24-25 lo sigue una multitud, luego de iniciar ministerio de sanidad).

A propósito, la palabra “discípulos” en Mateo 5:1 puede referirse tanto a los 12 como a cualquiera que en el momento fuera seguidor y estudiante.

La declaración es muy evidente: el reino de los cielos se ha acercado. Aquí, ahora. ¿Cómo es posible? Porque Jesús mismo es el Rey en el reino de Dios. Donde El reina, ahí se encuentra presente el reino de los cielos.

Llegaron las promesas del Antiguo Testamento, Isaías 52:7 [¡Cuán hermosos son, sobre los montes, los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz, del que trae buenas nuevas del bien, del que anuncia la salvación, del que dice a Sion: “¡Tu Dios reina!] y Miqueas 4:7 [De la que cojea haré un remanente y de la agobiada haré una nación poderosa. Y el SEÑOR reinará sobre ellos en el monte Sion, desde ahora y para siempre] y esto explica la urgencia de su llamado al arrepentimiento.

La mayoría solemos pensar que la vida eterna empieza cuando nuestro cuerpo muere. Pero si el reino de los cielos, el reino de gracia, comienza aquí, ahora, quiere decir que la vida eterna inicia también aquí, ahora. ¿Por qué? Porque por gracia, Dios cambió mi corazón de piedra a uno de carne, porque por gracia me capacita a obedecer la ley que antes era maldición para mí. Para mí, que antes rechazaba a Dios, era desobediente x completo.

¿Me reconozco como ciudadana del reino de los cielos? 

Mateo se esfuerza en presentarnos una y otra vez en qué consiste el reino de los cielos: un tesoro escondido, una semilla de mostaza, un mercader que busca… nos reta a ver la importancia del tema y entender la realidad presente.

En toda la enseñanza, Jesucristo contraste el reino terrenal (especialmente el religioso) con el reino de Dios. A menudo se nos insta a no ser negativos, pero este es un mal consejo, la verdad, porque en el reino de los cielos ser positivo implica ser negativo! Pertenecer al reino de los cielos significa rechazar clamores y características terrenales. Significa sentir que no pertenecemos a este mundo, que somos extranjeras y peregrinas (1Pedro 1:1…expatriados). El Sermón del Monte es la vida en el reino de Dios en un mundo caído.

¿Qué significa vivir bajo la gracia de Dios, en su reino? 

Esto es lo que Cristo mismo enseñará. Las normas de Dios particularmente sobre los creyentes, súbditos de un rey celestial. El reino de los cielos establecido en la Primera Venida de Cristo, se consumará en la Segunda Venida,

Piensen, ¿cuál sería el concepto que tenían los que escuchaban?

*

Bibliografía (para todo lo que viene):

  1. Commentary on the New Testament, Volume I. Robert H. Gundry.
  2. The Sermon on the Mount. Kingdom life in a fallen world. Sinclair B. Ferguson.
  3. Jesus’s sermon on the mount and his confrontation with the world. D.A. Carson.
  4. The Sermon on the Mount, audio. Jenn Wilkin.
  5. Las Bienaventuranzas, audio. Sugel Michelén.