«En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros.» Juan 13:35
Interesante. El verso no habla de regalos, dones, milagros, academia, etc., como evidencia de ser discípulas de Cristo, sino de amor, gracia pura y sencilla al alcance de cada una de nosotras.
¿Te das cuenta que al conocer acerca de Dios -estudiando Su revelación escrita- también nos conocemos a nosotras mismas? Conocer a Dios es lo primero. Hemos de aprender y aprehender quién es Dios, Su carácter, Sus cualidades y atributos, sus modos de operación, y en el proceso crecer en amor consciente hacia El -con toda nuestra mente, alma y corazón. Observa que este mandato no tiene límites, no está restringido a la edad o el género o alguna otra cosa.
Las mujeres necesitamos buena teología por varias razones: primero, porque porque Cristo mismo lo asevera (Lucas 10:42), segundo, porque es nuestro gozo (Salmo 34:8), y tercero, porque es para Su gloria.
Somos lo que creemos.