Apuntes a Jueces, Introducción

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En general, la Iglesia tiene un problema con el libro de Jueces. Es tan terrenal, tan primitivo, tan violento, tan extraño, que resulta muy difícil digerirlo. E incluso en esto hay una lección para todos: si te resulta embarazoso, ignóralo…, lo que muchas iglesias practican. Y, sin embargo, no es posible ignorar este libro, nos atrae, es interesante, lleno de colorido y dramatismo con sus personajes tan humanos. Y en esto radica el peligro, donde podríamos perder las intenciones del escritor: una revelación de Dios acerca de Dios. 

Vivimos y trabajamos entre una gran variedad de dioses -no solo de religiones formales sino también los dioses de la riqueza, celebridad, placer, ideología, de la realización personal. A pesar de unos 3,000 años de diferencia, hay muchos paralelos entre nuestra situación hoy y el tiempo de los Jueces.

La sociedad de Canaán -la mismísima Tierra Prometida por Dios a su pueblo, donde  al ingresar viven entremezclados con otras naciones- era una mezcla de gente creyente y gente pagana. Un tiempo donde la gente del pueblo de Dios a diario escogía entre confiar en Dios como su Señor o en seguir el espíritu y las preferencias de la época. Jueces es la historia de cómo fallaron en esta tarea, o de cómo constantemente se dedicaban a “resolver como bien les parecía” en lugar de conocer, amar y obedecer a Dios. 

Uno llega a preguntarse “¿Qué hace este libro en medio de la Biblia?” La respuesta es crucial, es el evangelio mismo. Porque la Biblia no es un “Libro de las Virtudes” ni de ejemplos morales a seguir. 

La Biblia es acerca de Dios.

Estudiaremos este libro de Jueces de modo tal que, en lugar de introducir versos a un tópico particular, investigaremos el o los tópicos que se desprenden de los versos que vayamos estudiando, en particular, qué nos enseña acerca de Dios y cómo este conocimiento me afecta o cambia. OJO: no nos perdamos en lo claro, la Escritura no es un libro acerca de yo. La Biblia es sobre Dios.

Por tanto, lo primero a considerar al estudiar la Escritura es ¿qué me dice acerca de Dios? (porque no hay conocimiento real de uno mismo fuera del conocimiento de Dios). Aprendemos de nosotros luego que aprendemos lo que Dios ha revelado de Sí mismo, de su carácter, de sus atributos, su misericordia, su verdad, etc. 

Lo segundo a considerar es acercarnos al estudio con nuestra mente, no con nuestro corazón (Romanos 12:1-2). ¿Por qué? Porque el corazón no ama aquello que la mente desconoce. Aumentar conocimiento hará crecer nuestro amor, alineará nuestras emociones y nos evitará ser guiadas por la experiencia.

Algunas verdades a considerar sobre Dios:

  1. Ofrece Su gracia, constantemente, a personas que no la merecen, ni la buscan, ni la aprecian incluso después de haber sido salvos por ella. Jueces no es una serie de modelos a seguir. Aunque hay algunos buenos ejemplos (Otoniel, Débora), aparecen temprano en el libro y no dominan la narrativa. Solo hay un único y verdadero Salvador. Jueces, en última instancia, es de gracia sobreabundante a nosotras pecadoras. La gracia divina triunfa sobre las acciones más estúpidas.
  2. Dios quiere señorear cada aspecto de nuestra vida, no solo algunos. Dios quiso que Israel tomara toda la tierra de Canaán, pero solo limpiaron algunas áreas y aprendieron a vivir entre ídolos. No rechazaron a Dios por completo, pero tampoco lo aceptaron totalmente. Este medio-discipulado, medio-compromiso, es un imposible, una química inestable. Dios quiere el todo de nuestra vida, no una parte.
  3. Hay tensión entre la gracia y la ley, entre condicional e incondicionalidad. Jueces parece una contradicción: Dios demanda obediencia por un lado, porque El es santo. Por otro, hace promesas al pueblo de compromiso y lealtad. ¿Será que Su santidad y mandato condicional (haz esto y Yo haré…) están por encima de Sus promesas (estaré contigo siempre, no importa lo que hagas)? O sea, ¿son sus promesas condicionales o incondicionales? Jueces muestra que ninguna respuesta es correcta. OJO: muchos lectores adoptan una posición “liberal” (seguro, Dios siempre nos bendecirá mientras digamos que lo sentimos), otros son “conservadores” (no, Dios nos bendecirá solo si somos obedientes). Jueces nos enseña esta tensión -ambas posturas son verdaderas, pero ninguna es totalmente verdadera- y no la resuelve. Solo el evangelio del Nuevo Testamento (NT) nos mostrará cómo ambos lados pueden ser, y son, verdad.
  4. Necesitamos renovación espiritual continua aquí en la tierra, y maneras de hacerla realidad. Es inevitable el declinar espiritual. Renovarse es una necesidad continua. El libro muestra ciclos regulares de declinamiento-renovación. En la renovación hay elementos de arrepentimiento, oración, destrucción de ídolos, líderes humanos ungidos. Hay renovación cuando estamos bajo el señor/líder correcto; esclavitud cuando estamos bajo el señor/líder equivocado. Jueces en el Antiguo Testamento (AT) y Hechos en el NT son los mejores lugares para comprender renovación y reavivamiento, pero mientras en Jueces los ciclos son cada vez más débiles, en Hechos son cada vez más amplios y fuertes.
  5. Necesitamos un Salvador verdadero, al cual señalan todos los salvadores humanos, con sus flaquezas y fortalezas. La creciente magnitud de la maldad nos indica la necesidad de un Salvador, no de modelos a seguir. Pero la reducida efectividad de los ciclos de reavivamiento y la disminuida calidad de los jueces nos señala la insuficiencia de cualquier salvador humano. Con Otoniel aprendemos que Dios puede salvar con cualquiera; con Débora que Dios puede salvar con muchos; con Gedeón que El puede salvar con pocos, y con Sansón que El puede salvar solo con uno. Dios salvará al enviar Su Unigénito.
  6. Dios está en control, no importa lo que parezca. El tema que permea todo el libro pudiera pasarse por alto. Dios parece ausente de la escena, pero nunca es así. El obra Su voluntad a través de gentes débiles y a pesar de gentes débiles. Sus propósitos permanecen, sin importar su apariencia. Los molinos de Dios podrán moler lento, pero muelen muy fino.

Hemos de ver la belleza de Jehová nuestro Dios en esta narrativa. Hacerlo nos asegura que empezamos a manejar la Escritura como es debido. 

¿Por qué estudiar el Antiguo Testamento? Toda la Escritura es provechosa. Jueces no es una historia feliz, más bien el libro está lleno de malas noticias, de personajes que se conducen de mal en peor; pero Jueces es ejemplo del por qué es necesario que contemos con una visión general de la Biblia. Jueves evidencia cómo sobrevivió la nación de Israel en un período tan oscuro: enteramente por la gracia de Dios. En misericordia, el Señor envió opresores para recordar al pueblo su rebelión. En misericordia, El respondió a sus llantos enviando liberadores. Jueces ilustra el problema fundamental del corazón humano: cuando el pueblo de Dios olvida Sus obras de salvación, van en pos de otros dioses. Pero el Señor en su misericordia edificará Su reino pese a nuestros pecados y rebeliones.*

Algunos solo leen libros del Nuevo Testamento, ahora bien ¿cómo obtener lo mejor del evangelio sin saber lo que dice el Antiguo Testamento? Los escritores de los Evangelios, por ejemplo, citan el Antiguo Testamento una y otra vez y esperan que uno comprenda a cabalidad lo que escriben. 

¿Quién escribió Jueces? No sabemos. Probablemente alguien que vivió en los primeros años del reinado de David, al parecer como justificación o apoyo a la casa de David. El libro consiste en varios bloques de material sobre diferentes Jueces, la época probable entre la muerte de Josué y el establecimiento de la monarquía en Israel. 

Proviene de fuentes orales y algunas escritas como la canción de Débora, uno de los poemas más antiguos que se conocen del Antiguo Testamento, incorporado al relato. Las historias de Jueces no son cronológicas en sentido estricto, hay 12 jueces y algunos se sobreponen entre sí (Sansón y Samuel, por ejemplo). Es probable que hayan existido más de 12, sin embargo la Escritura nos describe estos 12 jueces como historias que apuntan hacia un objetivo preciso.

El período que cubre Jueces es de más o menos 350 años, del 1380 AC al 1050 AC, aproximadamente.

¿Cuándo fue escrito? Tampoco sabemos con exactitud. Si aceptamos que haya sido escrito durante el período temprano de David, ¡significa hace unos 3,000 años! 

¿A quién fue escrito? A la nación de Israel entonces, al nuevo Israel hoy. En principio validando el reinado del rey David, pero es obvio que el objetivo se dirige a un Rey mucho mayor y mejor, Cristo mismo. Piensa en 12 jueces que descienden en una espiral, ¿qué clase de Juez necesitamos? ¡No uno más de lo mismo!

*Myers R, Williams AB. She reads truth. Christian Standard Bible, Holman Bible Publishers 2017

 

Bibliografía general:

  1. Dale Ralph Davis. JUDGES: Such a great salvation. Focus on the Bible Commentary Series. Christian Focus Publications Ltd. 2009
  2. Timothy Keller. JUDGES FOR YOU. The Good Book Co. 2013
  3. Barry G.Webb. The Book of Judges. The New International Commentary on the Old Testament (NICOT); Harrison RK and Hubbard Jr RL General Editors. William B. Eerdmans Publishing Co. 2012
  4. Jen Wilkin. Judges (Forgetful people, Faithful God). 2015
  5. Otros más.

 

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