Sustitutos del arrepentimiento

Estándar

Reforma en la conducta sin arrepentimiento de corazón. Permanece el amor al pecado; el problema es el corazón: acciones por lo general interesadas e hipócritas. 

Experimentar la emoción de arrepentirse sin que se produzcan los efectos de ello. Una especie de amnesia: vemos el fantasma del pecado en el espejo y nos llena de horror, y de inmediato olvidamos la clase de persona que vimos (Santiago 1:23-34 Porque si alguno es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su rostro natural en un espejo; pues después de mirarse a sí mismo e irse, inmediatamente se olvida de qué clase de persona es). No te pierdas, arrepentimiento incluye emociones sinceras, afecto hacia Dios y desafecto hacia el pecado. Pero existe algo llamado emoción transitoria con semblanza de arrepentimiento; una estatua de piernas débiles que no soportará la carga de la conducta en el largo camino de la obediencia, muerte segura (2 Corintios 7:10 Porque la tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que conduce a la salvación, sin dejar pesar; pero la tristeza del mundo produce muerte). Un engaño muy antiguo, Judas tuvo esta clase de remordimiento y “fue y se colgó” (Mateo 27:3-5).

Confundir confesión con arrepentimiento. Confesar es mover los labios; arrepentimiento es mover el corazón. (Mateo 21:28-32 Pero, ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y llegándose al primero, le dijo:»Hijo, ve, trabaja hoy en la viña.» Y respondiendo él, dijo:»No quiero;» pero después, arrepentido, fue. Y llegándose al otro, le dijo lo mismo; pero él respondió y dijo:»Yo iré, señor»; y no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? Ellos dijeron: El primero. Jesús les dijo: En verdad os digo que los recaudadores de impuestos y las rameras entran en el reino de Dios antes que vosotros. Porque Juan vino a vosotros en camino de justicia y no le creísteis, pero los recaudadores de impuestos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, ni siquiera os arrepentisteis después para creerle; 1 Juan 2:4 El que dice:Yo he llegado a conocerle, y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él; 1 Juan 4:20 Si alguno dice:Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto). Nombrar algo como malo no es lo mismo que dejarlo; tu confesión puede ser honesta y emocionante hasta las lágrimas, pero es insuficiente a menos que exprese auténtico cambio de corazón. ¿Se acuerdan del modelo de confesión de Saúl? ¿Y…? (1 Samuel 15:24-26).

Arrepentirse solo por temor a la amonestación y no por aborrecer al pecado. La verdad es que si nos agarran con las manos en la masa, o si sabemos que lo harán, dejamos de pecar, a menos que sepamos que no hay ni mucho castigo ni vergüenza (1 Timoteo 1:8-11 …sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente, reconociendo esto: que la ley no ha sido instituida para el justo, sino para los transgresores…). Con grandes pérdidas, reforma. Si esta es la motivación, pues no hay tal arrepentimiento. Es el trabajo de la ley, no de la gracia; es posible controlar por medio del temor, pero lo que se necesita es cambio de corazón. Acán admitió su pecado luego que fue descubierto… (Josué 7:16-26).

Condenar el pecado en público como un verdadero arrepentido, pero nunca arrepentirse en privado. (Mateo 23:1-3 Los escribas y los fariseos se han sentado en la cátedra de Moisés. De modo que haced y observad todo lo que os digan; pero no hagáis conforme a sus obras, porque ellos dicen y no hacen). El ejercicio de la boca no cambia el corazón. Santiago 4:4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad hacia Dios?

Arrepentimiento primario por ganancias temporales, no por la gloria de Dios. Hay ganancias para el arrepentido, pero la motivación final no puede ser egoísta. El yo es un esqueleto en descomposición, a ser descartado. Nos arrepentimos porque Dios es digno y nuestra autoridad suprema aun cuando no ganemos nada; de hecho, nuestro arrepentimiento pudiera parecer más una pérdida (Mateo 16:24-26 Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Pues ¿qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero, pero pierde su alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma; Filipenses 3:7-8); una prueba de verdadero arrepentimiento.

Arrepentirse de pecados menores con el propósito de evitar los mayores. (Lucas 11:42 Mas ¡ay de vosotros, fariseos!, porque pagáis el diezmo de la menta y la ruda y toda clase de hortaliza, y sin embargo pasáis por alto la justicia y el amor de Dios; pero esto es lo que debíais haber practicado sin descuidar lo otro). Luego tratamos de acallar la conciencia con ejercicios menores de arrepentimiento, que en esencia son cero; el creyente cambia el corazón por entero, no por pedazos. Un medio arrepentido es un ser dividido: parte con el pecado y parte contra el pecado; parte con Cristo y parte contra Cristo. Una de las dos ganará, porque nadie puede servir a dos señores (Mateo 6:24 Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas).

Arrepentirse de algo tan general que nunca te arrepientes de lo específico. Alguien así lo más probable es que esté encubriendo su pecado (Proverbios 28:13). Si no hay cambios particulares, no hay tal arrepentimiento. El pecado tiene muchas cabezas, como la Medusa de la mitología. No se lidia en lo general, se corta uno a uno.

Arrepentirse por causa de amigos y líderes religiosos pero no por amor a Dios. (Isaías 1:10-17 ¿Qué es para mí la abundancia de vuestros sacrificios?– dice el SEÑOR. Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de ganado cebado; y la sangre de novillos, corderos y machos cabríos no me complace. Cuando venís a presentaros delante de mí, ¿quién demanda esto de vosotros, de que pisoteéis mis atrios? No traigáis más vuestras vanas ofrendas, el incienso me es abominación. Luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas:¡no tolero iniquidad y asamblea solemne! Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas señaladas las aborrece mi alma; se han vuelto una carga para mí, estoy cansado de soportarlas. Y cuando extendáis vuestras manos, esconderé mis ojos de vosotros; sí, aunque multipliquéis las oraciones, no escucharé. Vuestras manos están llenas de sangre. Lavaos, limpiaos, quitad la maldad de vuestras obras de delante de mis ojos; cesad de hacer el mal, aprended a hacer el bien, buscad la justicia, reprended al opresor, defended al huérfano, abogad por la viuda). Es posible que alguien se reforme por amor a los amigos o por respeto a uno de mente espiritual, pero no hará nada sustancial. Si alguien abandona su pecado sin volverse a Dios, solamente habrá cambiado el nombre de su pecado, ahora estará oculto bajo su orgullo. Será más difícil erradicarlo. Ama a otros, pero no a Dios. Y se ama a sí mismo por encima de todo. La mujer de Lot dejó la ciudad ante la insistencia del ángel y por el amor a su familia, pero miró atrás: su corazón estaba en la ciudad (Génesis 19:12-26; Lucas 17:32).

Confesar la acción pasada de pecado sin arrepentirse del continuo hábito de pecado. Alguien honesto será bueno en términos generales, pero no será alguien arrepentido a menos que mate su pecado. (Romanos 8:13 porque si vivís conforme a la carne, habréis de morir; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.). Dios sabe lo que hacemos, lo que El demanda es obediencia (Lucas 6:46 ¿Y por qué me llamáis:»Señor, Señor», y no hacéis lo que yo digo?).

Intentar arrepentirse mientras conscientemente deja abierta la puerta de la oportunidad. Alguien que no abandona la fuente o medio ambiente del pecado es sospechoso. Si bien no es posible cambiar alguna situación que invite al pecado, la mayoría sí se podrá. Alguien que no huye cuando todavía puede es porque ama su pecado. No es verdad que un ratón construye nido debajo de la cama del gato (Romanos 13:14 antes bien, vestíos del Señor Jesucristo, y no penséis en proveer para las lujurias de la carne.).

Hacer el esfuerzo de arrepentirse de algunos pecados pero sin arrepentirse de todos los que conoce. Imagina un hombre de negocios que se preocupa por las necesidades de sus clientes pero acusa a su mujer de negligencia. Otro da dinero para las ofrendas pero roba a diario el tiempo de sus empleados. Cada uno presume de pecados conquistados, pero el verdadero arrepentimiento rechaza por entero al pecado; el arrepentido aborrece todo pecado, aunque falle en algunos más que en otros. El espíritu dispuesto aun cuando la carne es débil (Mateo 26:41).

Tomado de The Unrepenting Repenter. Jim Elliff [http://www.grantedministries.org/unrepenting-repenter-article-jim-elliff/]

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s