…Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? Lucas 11:9-11.
Cuando usted fue niño, ¿a dónde iba cuando necesitaba una merienda, reparar la bicicleta, limpiar una rodilla raspada o encontrar un árbitro por una disputa con un hermano?
Lo más probable es que buscara a su mamá o a su papá, o a un adulto de confianza, porque Dios les dio a estos la responsabilidad de atender sus necesidades. Pero ningún ser humano puede ser un padre perfecto, ya que toda la humanidad es pecadora. No obstante, si usted ha puesto su confianza en Jesucristo como su Salvador, entonces es hijo de Dios. De manera que, cuando ora, está llevando al Padre celestial lo que tiene en su mente, quien siempre da lo que es correcto y mejor.
¿Qué tanto confía usted, de verdad, en Dios para todas sus necesidades?
Cuando se siente solo, rechazado o desanimado, ¿su primer impulso es leer la Biblia y derramar su corazón al Señor?
En vez de angustiarse por las dificultades económicas, ¿pide usted a Jehová-Jireh (el Dios que provee) que le dé lo que necesita? (Génesis 22.14) «Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto.»
Si sufre un problema de salud, ¿clama a Jehová-Rapha (el Dios que sana)? (Éxodo 15.26) «Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.»
Puesto que Dios el Padre le dio a usted el mayor regalo, su Hijo Jesucristo, con toda seguridad le dará también todo lo demás que Él entienda necesite. Así que, acérquese a Él y pídale.
«El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?» (Romanos 8:32).
Lee. Medita. Aplica.