Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca (Mateo 7:25).
La casa fundada sobre la roca representa la vida de obediencia espiritual. Es la vida que tiene una perspectiva bíblica de sí mismo y del mundo, como se describe en las bienaventuranzas del Sermón del Monte en Mateo capítulo 5. Es la vida que se preocupa más por la justicia interna que por la forma externa. Es una vida de autenticidad y no de hipocresía, y de justicia de Dios en vez de justicia propia.
La casa fundada sobre la roca describe la vida que se deshace del orgullo y de las buenas obras humanas y es humilde y contrita debida a su propio pecado. Tal vida procura, con la ayuda del Espíritu, entrar por la puerta estrecha de la salvación y ser fiel al camino angosto de Cristo y de su Palabra. La vida edificada sobre la roca confía en la voluntad de Dios y espera en su Palabra por encima de todo. ¡Hágase un auto examen! ¿Dónde descansa su esperanza y dónde radica su confianza?
«Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza. El solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré.» (Salmos 62:5-6).
Lee. Medita. Aplica.
Anónimo