Exodo 2:11-14

Estándar

En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. Entonces miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. Al día siguiente salió y vio a dos hebreos que reñían; entonces dijo al que maltrataba al otro: ¿Por qué golpeas a tu prójimo? Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esto ha sido descubierto.

Cada vez que surgen problemas hay dos maneras de reaccionar: según la manera de Dios o según la nuestra. En el pasaje de hoy vemos lo que sucedió cuando Moisés tomó el asunto en sus manos. Aunque deseaba aliviar el sufrimiento de su pueblo, su método fue incorrecto. Moisés…

•SE CENTRÓ EN LA DIFICULTAD EN VEZ DE EN EL SEÑOR. ¿Cuántas veces hemos hecho lo mismo? Si la injusticia o el dolor de una situación se apoderan de nuestra atención, podemos perder de vista a nuestro Dios todopoderoso.

•CONFIÓ EN SU PROPIA FUERZA Y ENTENDIMIENTO. Cuando nos enfrentamos a un problema, lo más natural es hacer todo lo posible para solucionarlo. Nuestro camino puede parecer muy lógico en ese momento, pero no logrará los propósitos de Dios.

•ACTUÓ IMPULSIVAMENTE EN VEZ DE ESPERAR EN EL SEÑOR. Si una situación parece urgente, solucionar el problema lo más rápido posible se convierte con mucha facilidad en nuestra prioridad máxima.

En algún momento, nosotros hemos actuado de manera semejante y sufrido las consecuencias de la autosuficiencia. Pero Dios no rechazó a Moisés ni canceló sus planes que tenía. En cambio, el Señor refinó su carácter a través de las pruebas y le dio otra oportunidad. ¿No cree usted que nuestro amoroso Padre hará lo mismo con nosotros?

Lee, Medita y Aplica!

Deja un comentario