No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
Por definición, una relación apacible no tiene un solo lado. Usted debe hacer su parte para cerciorarse de que su lado es correcto. Su deseo interior, con la ayuda de Dios, debe estar en paz con todo el mundo, aun con las personas más pecadoras y con quienes es más difícil llevarse bien.
«No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.» (1 Pedro 3:9).
Sin comprometer la Palabra de Dios, usted debe extenderse hasta edificar puentes de paz hacia quienes lo persiguen y lo odian. Si usted pone a un lado toda murmuración o cualquier amargura y con sinceridad de corazón perdona a sus enemigos, puede buscar sinceramente la reconciliación con ellos, para poder abordarlos con la verdad del Evangelio.
«Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos…» (Mateo 5:44-45).
Lee, Medita y Aplica!