Salmo 145:5-7

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En la hermosura de la gloria de tu magnificencia, y en tus hechos maravillosos meditaré. Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres, y yo publicaré tu grandeza. Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad, y cantarán tu justicia.

Cuando surgen los problemas, ¿cuál es su enfoque principal: el problema, la manera en que le afecta a usted o el efecto en los demás? En los momentos difíciles, David meditaba en la suficiencia del Señor y en su buena, agradable y perfecta voluntad. Ese enfoque es evidente no solo en este salmo, sino también en otros: a lo largo de su vida, David entregaba sus problemas a Dios y ponía su atención en Él. El resultado eran nuevas fuerzas y esperanza para su alma.

Dado que David tenía una relación de confianza con Dios, enfrentaba las pruebas esperando la ayuda divina. Por ejemplo, su inminente lucha con Goliat le hizo recordar el poder liberador de Dios en el pasado y el presente, «Añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo…» (1 Samuel 17:37). Al enfrentar las amenazas y los avances homicidas del rey Saúl, David confiaba en la protección del Señor como su refugio y fortaleza, «Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.» (Salmos 18:2). Y cuando se afligía por la pérdida de sus seres queridos, dejaba que la presencia y la consolación del Padre celestial llenaran su corazón y su mente, 

» …mas David se fortaleció en Jehová su Dios.» (1 Samuel 30:6).

Como en el caso de David, nuestras circunstancias también pueden servir como estímulo para meditar en la Palabra. Dios nos ha dado su Palabra, un recurso maravilloso donde su carácter, obras y propósitos se muestran con claridad. Cuando llegue algún problema, utilícelo como recordatorio para meditar en algún atributo del Señor y obtener fuerzas y esperanza.

Lee, Medita y Aplica!

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