Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
La Biblia enseña que Dios escucha y responde nuestras oraciones cuando pedimos aquello que esté de acuerdo con su voluntad, «Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.» (1 Juan 5:14-15). Aunque nuestro Padre celestial siempre es fiel para guiarnos en situaciones específicas, también quiere que conozcamos sus grandes propósitos para nosotros, que están descritos a lo largo de su Palabra. El pasaje de hoy de Hebreos 13 es uno de esos ejemplos.
Con respecto tanto al carácter como a las obras, el propósito de Dios para los creyentes puede resumirse en estas dos peticiones del versículo 21:
SU OBJETIVO ES [CAPACITARNOS] EN TODO LO BUENO PARA HACER SU VOLUNTAD. Quiere que dependamos por completo de Él para llevar a cabo las buenas obras que dispuso de antemano para nosotros, «Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.» (Efesios 2:10). Estas incluyen la vida justa en obediencia a su Palabra, así como el servicio fructífero en su nombre y a su pueblo.
DIOS ESTÁ [CUMPLIENDO] EN NOSOTROS LO QUE LE AGRADA. A medida que el Padre nos moldea a la imagen de su Hijo, transforma nuestro carácter para que tengamos un corazón inclinado a complacerlo. De lo contrario, todas nuestras buenas obras son inútiles.
Al pedirle a Dios que realice estas dos cosas en su vida, puede tener la plena seguridad de que Él lo hará.
Lee, Medita y Aplica!