La maestra, esta mañana,
ha dicho
que los caballos de mar
se llaman,
hipo…
hipo…
hipocampos
eso es.
Pero,
¿por qué?
¿Tienen hipo?
¿Van al campo?
Si son caballos
de mar,
y saltan barreras de agua,
y se lavan con espuma
las orejas y la cara,
si juegan con los delfines
al escondite del alba,
y trotan con las estrellas
y se enredan en las algas…
¿qué van a hacer en el campo,
sin sal,
sin conchas,
sin alma?
¡Hipocampos!
Los mayores
¡dicen tan grandes bobadas!
Marina Romero. España (1908-2001)