Salmo 62:5-8

Estándar

Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza. El solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré. En Dios está mi salvación y mi gloria; En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio. Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio.

¿Ha prestado atención a toda la inestabilidad de nuestro mundo actual? Hay mucho que temer si solo confiamos en nosotros mismos y en las otras personas. Pero Dios es nuestro protector, y cuando corremos hacia Él, podemos sentir paz en medio de la incertidumbre. Si Él es nuestra Roca, entonces no seremos sacudidos por los sucesos de este mundo ni los de nuestra vida.

El Señor es capaz de protegernos en tiempos de peligro. No importa dónde se originen los problemas —con otros, con circunstancias externas o con nuestras propias acciones— podemos encontrarnos en peligro y con miedo, pero tenemos a nuestro Dios amoroso, quien nos ofrece seguridad.

Ahora bien, eso no significa que el Señor nos librará de todos los problemas, sino que caminará con nosotros en medio de cada circunstancia dolorosa, «…he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.» (Mateo 28:20). Mientras derramamos nuestro corazón a Dios y dejamos que su Palabra nos traiga consuelo, el Padre celestial renovará nuestra mente, calmará nuestros temores y fortalecerá nuestra confianza en Él.

¿Se refugia usted en Dios cuando las circunstancias son aterradoras, o cuando ve las noticias o navega por la web en busca de esperanza y consuelo? El mundo no puede proporcionar la ayuda que usted busca. Solo cuando el Señor sea su fortaleza se mantendrá firme.

«Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.» (Salmos 121:1-2).

Lee, Medita y Aplica!

Deja un comentario