Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
¿Cuál es la prioridad de su vida, aquello alrededor de lo cual gira todo lo demás? Cristo nos dice que el reino y la justicia de Dios deben ser nuestro mayor objetivo. Esto no se logra mediante la pasividad; Mateo 6.33 usa la palabra “buscar”, que implica actividad y perseverancia. El reino de Dios debe ser buscado cada día, momento tras momento.
La vida en este mundo transcurre en medio de dos reinos opuestos que están en constante conflicto: uno bajo el control de Satanás, y el otro bajo el reinado de Dios. Buscar el reino del Padre celestial es someterse a su soberanía en todos los aspectos de nuestra vida. Lo más importante es la obediencia. Buscar la justicia de Dios significa cooperar con su proceso de transformarnos a la imagen de Cristo. Una parte integral de este proceso es la renovación de nuestra mente con las Sagradas Escrituras. La Palabra de Dios mantiene la perspectiva y las instrucciones del Padre celestial frescas en nuestro pensamiento.
Tome un momento para evaluar quién o qué domina sus pensamientos y afectos: ¿En qué invierte su tiempo y su dinero? ¿Qué deseos gobiernan sus decisiones? Hacer que Cristo sea la máxima prioridad requiere sumisión a Dios, obediencia a su Palabra y confianza en sus caminos. Él promete suplir todo lo que usted necesite para alcanzar ese objetivo, «Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.» (Filipenses 4:19).
Lee, Medita y Aplica!