Lucas 12:16-20

Estándar

También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?

La miopía es una condición en la cual el ojo no puede enfocarse en objetos distantes. Hoy este impedimento físico es fácilmente tratable con lentes correctivos. Pero la miopía espiritual es más peligrosa porque tiene consecuencias por toda la eternidad.

Para enfatizar la importancia de una perspectiva eterna, el Señor Jesucristo contó una historia acerca de un hombre rico que no podía ver más allá del presente. Su disfrute y su seguridad estaban conectados con la abundancia de su riqueza, posesiones y comodidades. Aunque pudo haber sido honrado y respetado por otros por sus grandes logros, a los ojos de Dios era un necio. Eso es porque guardó tesoros para sí mismo, aunque estaba en bancarrota ante el Señor.

«…Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.» (Lucas 12:15.)

Para hacer depósitos en el banco del cielo, seguir al Señor Jesucristo tiene que ser más importante que cualquier ambición o prioridad mundana. Su reino y su justicia deben dirigir nuestros planes, actividades y búsqueda de la felicidad. El mandato es; «Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.» (Colosenses 3:2) en vez de tener un enfoque terrenal. Es necesario poner nuestras mentes en las cosas de arriba, donde está Cristo. Si lo hacemos, nuestros afectos y nuestras ambiciones cambiarán, y nos volveremos ricos espiritualmente para con Dios.

Lee, Medita y Aplica!

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