COMPRENDIENDO EL ESTÁNDAR DE DIOS 1
Texto: Romanos 10:5-13; Deuteronomio 30:6-18
Idea central: Por buenas que sean nuestras vidas, quedan cortas a la hora de alcanzar la gloria de la justicia de Dios. El estándar de Dios implica absoluta y constante perfección (esto, madurez).
Lecciones particulares:¿Cómo sabemos que los israelitas se equivocaron al tratar de ganarse el agrado de Dios con sus buenas acciones? ¿Por qué no debiéramos nosotros tratar de ganarnos la vida eterna siendo buenas personas? ¿Por qué gente tan buena como Confucio, el Buda y otros no están en el cielo?
— Es cierto, Dios es justo y una vida que refleje su justicia en el día a día, en la práctica, será recompensada con vida eterna (v.5; Levítico. 18:5) y con el agrado de Dios (Deuteronomio 30:9,10).
— Sin embargo, cuando Dios meditó acerca de este tema (Dt. 30:9,10), Él llegó a la conclusión de que, si entendemos bien lo que esto implica, nuestra reacción será de completa desilusión (Deuterenomio 30:11-13).
— En otras palabras, si nuestra reacción a la idea de ganarnos el agrado de Dios con nuestra vida diaria no es desesperación, es porque no estamos entendiendo bien cuál es el estándar que Dios tiene para ser agradado. Para que una persona pueda agradar a Dios con su vida, necesita –en lo externo– guardar impecablemente cada uno de los mandamientos de la ley de Dios en todo momento, y necesita –en lo interno– que todo su corazón y toda su alma estén completa e invariablemente enfocados en Él siempre (Dt. 30:10).
— Entender correctamente la justicia de Dios para poder agradarle (vv.2,3) implica entender que Dios ciertamente paga vida eterna a los justos… E implica no ensuciar su justicia al rebajarla y acomodarla a las versiones fallidas que nosotros pudiéramos lograr. Cuando pensamos que nuestra vida (o la de cualquier otra persona) es lo suficientemente buena o ha hecho suficiente bien como para merecer el cielo, estamos insultando y ridiculizando la justicia de Dios.
Preguntas de introspección: ¿En base a qué defino “buena vida”? ¿Cuáles son nuestras presuposiciones y prejuicios acerca de quién debiera “estar en el cielo” y cómo decidimos quién vivió lo suficientemente bien? ¿Qué moldea nuestra visión acerca de este tema, la Biblia, la cultura, mi opinión? ¿Qué pasos prácticos podemos llevar a cabo para poder apreciar cómo Dios mide una vida?
¿Cómo afecta entender este tema la manera en que pienso acerca de si Dios es justo cuando permite que suceda un evento en la vida de una persona? ¿Cómo afecta este tema la manera en que me siento cuando la providencia de Dios duele?
¿Cómo afecta este tema la opinión que tengo de mí mismo, de mi vida y mis “buenas obras”? ¿Cómo afecta este tema la manera en la que me comparo con los que me rodean? ¿Cómo afecta este tema el valor que le doy a Cristo?
Historia sugerida: Historia del rey Uzías (2 Crónicas 26:1-21).
Cuantas preguntas!!, algunas difíciles o muy difíciles, muchas veces me pregunto: Dios tendrá misericordia de mí? Porque pecamos hasta con el pensamiento!
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