TEMA 2. FE GENUINA Y PRUEBAS. 1:9-11
9Pero que el hermano de condición humilde se gloríe en su alta posición, 10y el rico en su humillación, pues él pasará como la flor de la hierba.
11Porque el sol sale con calor abrasador y seca la hierba, y su flor se cae y la hermosura de su apariencia perece; así también se marchitará el rico en medio de sus empresas.
Santiago introduce como de pasada un nuevo tema con paralelismo y contraste. Mmm, ¿por qué Santiago no utiliza la palabra “pobre”? Llama “hermano” al pobre pero no al rico… e, interesante, literalmente dice al hermano de condición humilde que se jacte, ¿cómo puede gloriarse un cristiano en deprivación económica?
Primero debe aprender a apreciar el significado de su estado, esto es, no depender de lo material sino desarrollar su vida en función de lo espiritual. Verse como hijo de Dios perteneciente a linaje real.
(Santiago 2:5 Hermanos míos amados, escuchad: ¿No escogió Dios a los pobres de este mundo para ser ricos en fe y herederos del reino que El prometió a los que le aman?).
Ahora bien, Santiago quiere que vean más allá de su estado y que se jacten en su elevada posición (Jeremías 9:23-24 Así dice el SEÑOR:No se gloríe el sabio de su sabiduría, ni se gloríe el poderoso de su poder, ni el rico se gloríe de su riqueza; mas el que se gloríe, gloríese de esto: de que me entiende y me conoce, pues yo soy el SEÑOR que hago misericordia, derecho y justicia en la tierra, porque en estas cosas me complazco– declara el SEÑOR). Es claro que gloriarse no es malo en sí mismo sino en qué te glorías o alabas. Un creyente podrá gloriarse siempre en su elevada posición o exaltación. Por fe pertenecemos al reino de los cielos aunque esperamos el día en que nuestros cuerpos de humillación sean transformados en cuerpos de gloria [el famoso ya, pero todavía no; Filipenses 3:20-21 Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo, el cual transformará el cuerpo de nuestro estado de humillación en conformidad al cuerpo de su gloria, por el ejercicio del poder que tiene aun para sujetar todas las cosas a sí mismo].
El punto de Santiago es que los creyentes hemos de aprender a ver más allá de la valoración que hace el mundo y entender quiénes somos y cómo nos mira Dios (Santiago 2:5).
Tenemos dos circunstancias aquí: a) no tener mucho, b) tener demasiado.
Ninguna es muy buena (Proverbios 30:8-9). Luego tenemos la simplista idea de que mientras más acumulemos entonces viviremos mejor, pero la verdad es que tener más resulta en un problema mayor.
Las pruebas son el gran compensador: ni la riqueza acerca más a Dios ni la pobreza lo aleja más; todos dependemos de El.
¿Quién es el hombre rico?
Observen que Santiago no le llama hermano (aunque algunas traducciones insertan la palabra), lo compara a una hierba que florece y se seca, no hay palabras de amonestación ni tampoco llamado al arrepentimiento, y en otras partes del libro tal parece que el rico no pertenece a la comunidad cristiana (2:6-9; 5:1-6); el escritor habla del hombre, no de sus riquezas: le preocupa la persona. Tal parece que este hombre no es un cristiano: ciego a lo espiritual, incapaz de ver su estado real (Isaías 40:6-7; Job 14:2; Salmo 105:15-16). La vida de este hombre rico es cortada de repente mientras anda ocupado en sus negocios y hacer dinero; sus riquezas son incapaces de prolongar su vida, parte y todo queda atrás.
Ahora bien, si el hombre rico es un creyente, Santiago alienta a que tal persona se gloríe en su baja condición, a no jactarse de sus riquezas o su elevada posición social sino en su identidad con Cristo y con su pueblo, es decir “humillación” a los ojos del mundo.
Si el hombre rico es un incrédulo, Santiago ironiza para demostrar su condenación: habrá humillación escatológica para ti (Mateo 23:12 Y cualquiera que se ensalce, será humillado, y cualquiera que se humille, será ensalzado; cf. Lucas 14:11; 18:14).
11Porque el sol sale con calor abrasador y seca la hierba, y su flor se cae y la hermosura de su apariencia perece; así también se marchitará el rico en medio de sus empresas.
Un recordatorio de lo transitorio de toda riqueza y estatus (Isaías 40:6b-8; Salmo 103:15-16; Salmo 49:16-17) abandona la metáfora y va directo al corazón: No temas cuando alguno se enriquece, cuando la gloria de su casa aumenta; porque nada se llevará cuando muera, ni su gloria descenderá con él.
En resumen, Santiago se dirige a dos clases de personas cristianas: unas pobres, otras ricas. Exhorta a cada una a evaluar su identidad espiritual como la medida de su significado último, a autoevaluarse por estándares espirituales y no materiales. Si la iglesia ha de ofrecer un tipo de sociedad «contra cultural» es crucial establecer y propagar esta perspectiva: que el cristiano exhiba integridad y consistencia espiritual, evitando actitudes de dualidad de alma típicas de muchos que se proclaman seguidores de Cristo.
El contexto de estos versos es «tribulaciones.» Un tema que volverá a tocar más adelante. Podría decirse que el autor quiere que consideremos pobreza y riqueza como LA prueba mayor de nuestro cristianismo. El dinero, y lo que se puede comprar con dinero son anzuelos poderosos que comprometen la totalidad del corazón en su compromiso con Dios.
De modo que el pensamiento de Santiago se mueve con fluidez de la necesidad de acercase a Dios con fe invariable y consistente hacia la principal amenaza para este tipo de fe. Porque «nadie puede servir a dos señores -Mateo 7:24.»
12Bienaventurado [makarios] el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman
¡Oh la recompensa de la perseverancia! Con este verso Santiago regresa al tema del párrafo inicial: tribulaciones.
La bendición formulada era bien conocida (Salmo 1:1; Mateo5:3-12).
NOTA: algunas versiones dicen «feliz» en lugar de «bienaventurado» pero es muy real que no son sinónimos. Nuestro estado emocional varía con las circunstancias de la vida pero podemos estar seguros que, no importa la circunstancia, si la soportamos con fe y comprometidos con Dios, recibiremos Su favor.
Luego tenemos tribulaciones que “nos caen” en el regazo; pero estos judíos cristianos estaban en tribulación porque eran seguidores de Cristo y escogieron Su verdad. Es decir que hay una clase de perseverancia en el caso de una prueba que nos llega, y otro tipo de perseverancia que se mantiene sabiendo que lo único que hay que hacer para librarse es renegar la fe.
(Salmo 15:1-5 SEÑOR, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu santo monte? El que anda en integridad y obra justicia, que habla verdad en su corazón. El que no calumnia con su lengua, no hace mal a su prójimo, ni toma reproche contra su amigo; en cuyos ojos el perverso es menospreciado, pero honra a los que temen al SEÑOR; el que aun jurando en perjuicio propio, no cambia; el que su dinero no da a interés, ni acepta soborno contra el inocente. El que hace estas cosas permanecerá firme).
Bienaventurado es mucho más que la simple felicidad de una vida sin preocupaciones, escasos conflictos, cero problemas. Makarios (bienaventurado) es la misma palabra con que inicia el Señor Jesús las Bienaventuranzas de Mateo 5.
Gozo y satisfacción interior profundo, que solo Dios puede proveer a quienes, por causa de El y de Su poder, soportan y conquistan con fidelidad y paciencia las pruebas.
bienaventurado, da
Del part. de bienaventurar.
1. Que goza de Dios en el cielo
2. afortunado
3. Dicho de una persona: Demasiado sencilla o cándida.
Santiago nos enfoca en la recompensa: corona de vida, una promesa directa de Dios (Apocalipsis 2:10c Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida). Algunos objetan las recompensas diciendo que nuestra obediencia debiera ser pura y desinteresada, fuera de cualquier motivación. Es entendible, y es real, que muchos mantienen una mentalidad calculadora y egoísta en su servicio al Señor, preguntando “¿qué hay para mí?” Pero encontramos la contemplación de las recompensas celestiales en todo el Nuevo testamento como estímulo a nuestra fidelidad en circunstancias difíciles. Mantener la vista en el premio puede motivarnos a integridad espiritual al encarar tentaciones y sufrimientos. Por otra parte, se trata de recompensas que solo puede apreciar un cristiano.
¿El opuesto de bendición?
Deuteronomio 27:16-26…
«Maldito el que desprecie a su padre o a su madre.» Y todo el pueblo dirá:»Amén.»
«Maldito el que cambie el lindero de su vecino.» Y todo el pueblo dirá:»Amén.»
«Maldito el que haga errar al ciego en el camino.» Y todo el pueblo dirá:»Amén.»
«Maldito el que pervierta el derecho del forastero, del huérfano y de la viuda.» Y todo el pueblo dirá: «Amén.»
«Maldito el que se acueste con la mujer de su padre, porque ha descubierto la vestidura de su padre.» Y todo el pueblo dirá: «Amén.»
«Maldito el que se eche con cualquier animal.» Y todo el pueblo dirá:»Amén.»
«Maldito el que se acueste con su hermana, la hija de su padre o de su madre.» Y todo el pueblo dirá: «Amén.»
«Maldito el que se acueste con su suegra.» Y todo el pueblo dirá:»Amén.»
«Maldito el que hiera a su vecino secretamente.» Y todo el pueblo dirá:»Amén.»
«Maldito el que acepte soborno para quitar la vida a un inocente.» Y todo el pueblo dirá:»Amén.»
«Maldito el que no confirme las palabras de esta ley, poniéndolas por obra.» Y todo el pueblo dirá: Amén”
¿Lo ven? Si desobediencia, maldición. (¿Recuerdan la historia del hombre ciego? El concepto de conducta y juicio estaba tan compenetrado en la psiquis Judía que preguntan «¿quien pecó, este o sus padres?»). Pero las primeras palabras de nuestro Señor Jesús son bendiciones si hay obediencia. La bendición divina reposando sobre uno por causa de El ocupar nuestro lugar en la cruz.(Gálatas 3:13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros (porque escrito está: MALDITO TODO EL QUE CUELGA DE UN MADERO).
Santiago nos recuerda que recibiremos corona de vida, futura, pero luego en nuestra comodidad queremos coronas aquí y ahora. Nuestro Señor fue coronado con espinas, ¿quién somos para decir que merecer otra clase de corona en esta vida?
El plan de Dios es que crezcamos en madurez, perfectos y completos, sin que nada nos falte. Y El ejecutará Su plan porque Su Hijo tomó nuestro lugar allá en la cruz, y que seamos benditos en El.
resumen
¿MEDIOS que Dios emplea para perfeccionar el carácter cristiano?
– Actitud de gozo (v.2)
– Mente conocedora (v.3)
– Voluntad dócil (v.4)
– Corazón creyente (v.6)
– Humildad de espíritu (v.9)
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