Pedro se mueve de la descripción de la herencia hacia un mandato firme derivado de la descripción que ha dado: puesto que es incorruptible, inmaculada, inmarchitable, reservada en los cielos, un privilegio total…
13Por tanto,
Amadas, ¿en qué descansa su esperanza?
Es algo natural que cuando nos encontramos en dificultades buscamos soluciones en algo o en alguien que nos rescate. Educación, paz, amor, música, niños, sanidad, no son cosas malas en sí mismas. Pero si las convertimos en nuestra meta, en aquella gran esperanza que nos traerá la recompensa esperada, pues hemos convertido ese algo o alguien en un dios funcional, un ídolo de salvación. Saben, la manera como vivimos demuestra en qué basamos nuestra esperanza. Pedro hace un doble llamado a la santidad y nos exhorta al compromiso con ese «por tanto.» El primer llamado (1:13-25) lo apoya en la santidad de Dios Padre y el segundo (2:1-10) en la persona de Cristo.
Okey Pedro, ¿qué hacemos? ¿cómo hacemos?
ceñid vuestro entendimiento para la acción; sed [conservaos] sobrios en espíritu, poned vuestra esperanza completamente en la gracia que se os traerá [que se anuncia] en la revelación [manifestación] de Jesucristo.
- ceñid vuestro… QUE? entendimiento [MENTE] para la acción; ““Prepara tu mente.” En las culturas guerreras antiguas, ir a la batalla implicaba ceñirse el manto alrededor de la cintura. No prepararse significaba error mortal.
Poner nuestra esperanza completamente en la gracia requiere resolución y preparación mental. Poner nuestra esperanza completamente en la gracia que ha de venir es un acto de fe que requiere un pensamiento renovado, un pensar disciplinado.
O sea que si hemos de poner toda nuestra esperanza en la gracia que ha de ser revelada, hemos de preparar nuestra mente y pensamientos, cautivos en la obediencia a Cristo.
ceñir Del lat. cingĕre.
1. Rodear, ajustar o apretar la cintura, el cuerpo, el vestido u otra cosa.
2. Moderarse o reducirse en los gastos, en las palabras, etc.
3. Amoldarse, concretarse a una ocupación, trabajo o asunto
¿Cómo se hace esto? ¿Cómo ceñir nuestra mente? sed [conservaos] sobrios en espíritu.
Utiliza la palabra “sobrios.” Lo contrario a “ebrios.” La persona ebria derrocha y desperdicia tiempo, energía, conversación, hechos, habilidad de pensar, de razonar, de computar, de comprender, de guardar equilibrio integral. Todo ello es disipado . Sobriedad es claridad de mente como resultado de buen juicio; un estado de alerta a la luz de la inminente revelación de Cristo y la hostilidad del Enemigo (Marcos 4:16-19). Ahora considera el contexto. Pedro escribe que no dejemos volar nuestra mente, no nos dejemos llevar por cualquier cosa que llame la atención en el internet, o los memes que repiten hasta la saciedad, o por aquellas cosas sin importancia… Ceñir los lomos de vuestra mente: consérvate sobrio en espíritu. Una mente entrenada discrimina, sabe discernir: antes bien, examinadlo todo cuidadosamente, retened lo bueno; absteneos de toda forma de mal (1 Tesalonicenses 5:21-22).
No dejes que tu mente vague por los confines de la tierra y no permitas que los patrones y filosofías mundanas inunden tus pensamientos, de tal modo que te nublen y acabes haciendo cosas contrarias a la voluntad revelada de Dios (Proverbios 3:5-7 Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócele en todos tus caminos, y El enderezará tus sendas. No seas sabio a tus propios ojos, teme al Señor y apártate del mal).
Tener conocimiento de algo es muy distinto a saber qué hacer con ese conocimiento. Discernimiento es la capacidad de discriminar sin enjuiciar, establecer distinciones entre, reconocer las implicaciones morales de, diferentes cursos de acción y/o situaciones. Incluye la capacidad de sopesar y valorar el estado moral y espiritual de individuos, grupos e incluso movimientos. Desde muy antiguo se conoce que la verdadera sabiduría no es algo intelectual, sino de conducta. La verdadera sabiduría, la sabiduría de lo alto, no es cuestión de cuánto se sabe, sino de cuánto se confía, se ama y obedece al Señor.
¿Cuáles son los indicadores de una persona sabia y entendida?
La realidad es que tenemos la tendencia a dar montones de opiniones, consejos, somos rápidas para hablar, lentas para oír… ¿Por qué? Porque creemos que si hablamos mucho la gente pensará bien de nosotras, “ella conoce lo suyo” y por el estilo así que tratamos de convencer a los demás desatando la lengua.
Pero Santiago es muy claro: Que muestre por su buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. He ahí la respuesta.
¿Por qué es importante que obremos en mansedumbre?
Porque eso fue lo que Cristo hizo. De hecho El se describió a Sí mismo de este modo (Mateo 11:29 Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y HALLAREIS DESCANSO PARA VUESTRAS ALMAS). Gentileza, humildad, sumisión, soportar con paciencia y sin resentimiento, aceptando las normas de Dios como buenas y sin resistencia… Así fue el Señor. Incluso en la cruz: no la mía Padre, sino sea hecha Tu voluntad… Esto es mansedumbre.
Mansedumbre no es debilidad. Es fortaleza bajo control. La actitud: no mi voluntad Padre, sino la Tuya.
¿Cómo aprendemos a poner nuestra esperanza en la gracia de Dios?
2. 14Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais en vuestra ignorancia,
¿De qué está Pedro hablando ahora? Deseos. Pasiones. Empezó con la mente, ahora entra al mundo de los deseos. Es interesante, porque cuando desconocemos algo o no sabemos lo suficiente, tenemos la tendencia a sustituir las ideas por emociones. Observen que no se trata de una esperanza aislada del mundo o sus preocupaciones, sino de una esperanza que controla de manera directa cómo hemos de vivir el presente: como hijos obedientes.
¿Hay algo más natural que los deseos? Piensen. ¿Qué es lo más natural si sentimos hambre? ¿Qué será lo más natural para un adicto a drogas o alcohol? Cualquier pasión desordenada será más normal que la alternativa piadosa. Ahora bien, el concepto judío sobre «deseos» se refiere a aquellos impulsos malvados que buscan ser satisfechos no importa cómo (frenados solo por las posibles consecuencias de ciertas conductas). Alguien conformado a sus deseos considera su estilo de vida como normal.
Por tanto hay que reordenar lo que es “normal.” Lo que significa ser hijos e hijas de Dios, llamar a Dios como Padre, esto es la renovación de nuestra mente y purificación de ideas y corazón. Ser conformados al nuevo molde, abandonar el que teníamos, aquellos deseos producto de nuestra propia ignorancia.
La frase «hijos de obediencia» indica pertenencia a una familia como miembros dependientes, estar al cuidado de un Padre amoroso y tierno, a la vez celoso.
Ser ahora hijos de obediencia en lugar de hijos de desobediencia. Meditar de día y de noche, de tal modo que ya no seamos ignorantes. Mentes entrenadas, con toda paciencia, sin temor a los demás. Santiago es muy útil en esto: Pero la sabiduría de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente, llena de misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía (3:17).
Santiago opera bajo el entendimiento bíblico de sabiduría como don de Dios básico que tiene efectos prácticos profundos en el estilo de vida de una persona.
La sabiduría verdadera se identifica por la calidad de vida que produce.
El primer atributo, pureza, connota inocencia y sin culpa moral (2 Corintios 11:2; Fil 4:8; 1 Tim 5:22; Tito 2:5; 1 Pedro 3:2; 1 Juan 3:3), motivada para la gloria de Dios y el bien de otros. Las siguientes cualidades de la lista son dimensiones específicas de esta pureza, dispuestas en tres grupos interesantes:
- las primeras 3 palabras empiezan con la misma letra y terminal casi igual: eirenike (pacífica o amante de la paz); epieike (amable, considerada, gentil); eupeithes (condescendiente, abierta a la discusión, no amenazante, sumiso).
- las siguientes 2 palabras (misericordia y buenos frutos) están subordinadas a la calificación “llena de.” Pasa por alto ofensas rápidamente. ¿Buenos frutos? Recuerden el racimo de uvas: un racimo [el fruto del Espíritu] lleno de uvas [amor, paz, paciencia, benignidad, etc.]
- las últimas 2 palabras empiezan con la letra “a” mantienen similaridad rítmica: adiakritos (sin vacilación, imparcial); anypokritos (sin hipocresía, sincero, auténtica, sin dramas).
La persona caracterizada por sabiduría de lo alto será alguien estable, de confianza, transparente -la clase de persona que de modo consistente manifiesta las virtudes de la sabiduría, alguien a quien uno puede acercarse en busca de consejo.
15sino que así como aquel que os llamó es santo, así también sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; 16porque escrito está: Sed santos, porque Yo soy santo.
Noten la lógica de Pedro. Corrección de mente. Corrección de deseos [pasiones]. Corrección de acciones. Ahora va a la conducta.
Solemos hacer exactamente lo contrario: “¡hay que corregir tal conducta!” etc. Pedro dice empieza por tu mente, luego por las manos. Cambia ideas y deseos, las manos irán solas.
Si equipas tu mente, gobiernas tus deseos, aprenderás a no hacer lo que parece normal pero que resulta peligroso. ¿Por qué? Porque escrito está: Sed santos, porque Yo soy santo (Isaías 6:3; Oseas 11:9). Ser llamado por Dios y entrar a su presencia es ser llamados a imitarle, porque Dios no coexiste con alguien que no sea como El (1 Juan 1:6-7 si decimos que tenemos comunión con El, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad; mas si andamos en la luz, como El está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado).
Conformados a Su imagen, la de Quien nos rescató de nuestra vana manera de vivir, heredada de nuestros padres. No conformados a la cultura. No conformadas a nuestros deseos, etc. Pedro sienta base firme, apoyado en la Escritura (Levítico 19:2; 11:44-45; 20:7), para la doctrina de la santificación progresiva en la vida cristiana, siendo perfectos, es decir, obedientes por completo a Dios, como Cristo.
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