Ahora bien ¿Qué edificamos sobre la piedra angular? 1 Corintios 3:10-15
Si Cristo es el fundamento y la piedra angular, ¿cuál o cuáles son las bendiciones de edificar sobre El?
El papel de una piedra angular era y es crítico. Provee seguridad de que el resto del edificio estará bien “cuadrado.” Si el fundamento es correcto, derecho, todo lo que se construya por encima estará correcto y por tanto confiable desde el punto de vista estructural, las líneas de plomada y de nivel estarán bien.
¿Con qué materiales construyes?
El pasaje contiene una advertencia. No utilices madera, heno, o paja; no seas la clase de persona que no logra nada para la causa de Cristo. Observen que en el pasaje la imagen es de Cristo el fundamento, nosotros los edificadores, nuestras obras la estructura.
5también vosotros, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
Mas Pedro nos dice algo muy interesante: Cristo el fundamento y nosotros parte de la misma estructura con Cristo, ¡no ya edificadores! Pedro dice “unidos a Cristo.” Por tanto con acceso directo a todos los recursos espirituales imaginables, donde el alabar, adorar, ser generosos, compartir, ganar a otros, etc, se convierten en los instrumentos o medios de sacrificios espirituales que Pedro menciona en el verso 5.
Unidos a Cristo, inmersos en el mismo edificio espiritual, podemos ofrecer sacrificios espirituales y disfrutar todos los beneficios. Isaías 28:16 (por tanto, así dice el Señor Dios: he aquí, pongo por fundamento en Sion una piedra, una piedra probada, angular, preciosa, fundamental, bien colocada. El que crea en ella no sería perturbado) nos recuerda la antigüedad del pensamiento, la piedra angular servía para establecer todas las líneas de un edificio antiguo: alinear la piedra angular de modo perfecto establecía la dirección vertical y horizontal de toda la construcción.
6Pues esto se encuentra en la Escritura:
He aquí, pongo en Sion una piedra escogida, una preciosa piedra angular,
y el que crea en El no sera avergonzado.
7Este precioso valor es, pues, para vosotros los que creéis; pero para los que no creen,
La piedra que desecharon los constructores,
esa, en piedra angular [cabeza del ángulo] se ha convertido,
8y,
piedra de tropiezo y roca de escándalo;
pues ellos tropiezan porque son desobedientes a la palabra, y para ello estaban también destinados.
Observen las palabras: la piedra que ustedes desecharon… la audiencia conocerá que los judíos no supieron Quién era, cuando El vino no le conocieron. (Isaias 8:14 Entonces El vendrá a ser santuario; pero piedra de tropiezo y roca de escándalo para ambas casas de Israel, y lazo y trampa para los habitantes de Jerusalén). “¿Cómo es posible que sea éste, no se parece al que esperamos.”
Pedro advierte a la audiencia que así como Cristo padeció haciendo el bien, pese a ser la piedra angular preciosa, escogida, así también padecerán sus seguidores aún cuando no hagan nada malo, sino porque los otros son desobedientes de por sí.
No todo el mundo trata a Cristo como debiera. No todos se arrepienten de su pecado y obran en fe para salvación.
9Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
Pero… ¡Vaya contraste! Pedro escribe a nuevos creyentes, judíos y gentiles en Asia Menor, y les dice “¿entienden que ustedes SON Israel?” La nueva identidad.
Distingue entre el Israel étnico del Antiguo Testamento y el Israel espiritual, quienes adoramos en espíritu y en verdad al Mesías que ha de volver. Somos “linaje escogido, real sacerdocio, nación santa.” Posesión de Dios.
La casa de Dios no es más un edificio físico, sino una “casa” viviente donde Dios habita.
Y no únicamente las piedras vivas que forman la casa, sino también los sacerdotes que servimos en ella (Exodo 19:6 y vosotros seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa; Isaías 43:20-21). El énfasis es la comunidad, la iglesia como unidad corporal es la nación, sacerdocio, linaje, no cada individuo per se. Tengamos precaución que nuestro pensar occidental no nos traicione.
¿El propósito? Anunciar las glorias o excelencias de Dios, su actividad en la creación y su milagro de redención en la vida, muerte, resurrección, y revelación de Jesucristo. Porque somos de su pertenencia.
10pues vosotros en otro tiempo no erais pueblo, pero ahora sois el pueblo de Dios; no habíais recibido misericordia, pero ahora habéis recibido misericordia.
Aquí tenemos dos referencias del libro de Oseas. El tema -matrimonio- de Oseas es un símbolo de la relación que Dios tenía con Israel. El rechazo de la esposa infiel y de sus hijos y su posterior recepción. La audiencia de Pedro sabía que antes era de los rechazados, era de los “no son mi pueblo” pero ahora “son mi pueblo” un término reservado para Israel. Los judíos solían gloriarse en este detalle. Pero ahora estos creyentes saben que también son escogidos, también pertenecen al pueblo de Dios. Son recipientes de Su misericordia, de Su cuidado y protección.
11Amados, os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de las pasiones carnales que combaten contra el alma.
12Mantened entre los gentiles una conducta irreprochable, a fin de que en aquello que [cuando] os calumnian como malhechores, ellos, por razón de vuestras buenas obras, al considerarlas, glorifiquen a Dios en el día de la visitación [el retorno de Cristo en juicio].
Y así es como luego de señalar los privilegios de ser escogidos por Dios, Pedro pasa ahora a discutir el lugar de los creyentes en la sociedad o en el mundo, porque cada día que pasa estamos rodeados de personas no creyentes. Y nuestra conducta los estimula a dar gloria a Dios o a rechazarlo, a preguntar sobre nuestra fe o a pensar que ellos son iguales a nosotros.
Estamos en una batalla. Exiliadas, expatriadas, peregrinos, extranjeros, de paso.
¿Qué tanto peso cargas cuando viajas? ¿De qué te abstienes en tu viaje por la vida?
Observen que dice “mantened,” es decir, haz el esfuerzo sostenido de, para que cuando hablen, no dice si hablan de ti, vean vuestras buenas obras y den gloria a Dios. Mmmm, el Sermón del Monte otra vez. “Para que vuestra luz brille delante de los hombres y vean vuestras buenas obras y glorifiquen a Dios en los cielos” Jesucristo señalando nuestra influencia en el mundo siendo luz y sal de la tierra. Somos embajadoras de Cristo en la tierra, representantes de Su gobierno, y esto trabaja en dos sentidos: de Dios ante el mundo, y del mundo ante Dios. ¡Vaya responsabilidad! Por eso es que Pedro gasta tinta haciendo énfasis en el nacer de nuevo y la conducta cristiana en toda su carta.
Cristo es el único que puede tomar una piedra, hacerla viva y unirla a otras piedras vivas para formar morada al Espíritu Santo de Dios aquí en la tierra de tal manera que la luz brille en medio de las tinieblas (Mateo 5:13-16). Nuestra vida recomienda nuestro mensaje, en pocas palabras. Exhibimos el reino en la práctica y declaramos el reino con palabras, es decir que no es factible ir y envolverse en el caparazón (aislarse del mundo), tampoco querer imponer leyes del cielo sobre los terrícolas (tarea harto imposible) o peor, asimilarse al mundo (volverse igual).
Y sepamos que mantener una conducta honorable no significa ser las más populares entre la tropa, pero nuestra preocupación no es ser miembros de cualquier partido o nación, sino de la nación santa que sirve al Santo de Israel.
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