Apuntes a 1ra Pedro 4:12-19

Estándar

Con gentileza, Pedro advierte del futuro: ninguna consideración por más cuidadosa que sea evitará persecuciones. ¡Lo sorprendente es que no hubiera persecución!

El contar con una doctrina sobre el pecado nos abre los ojos: no es verdad que el mundo va hacia lo mejor (Mateo 24:6-9). 

12Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que en medio de vosotros ha venido para probaros, como si alguna cosa extraña os estuviera aconteciendo; 13antes bien, en la medida en que compartís los padecimientos de Cristo, regocijaos, para que también en la revelación de su gloria os regocijéis con gran alegría.

Este verso es más fuerte: (1 Juan 3:13 Hermanos, no os maravilléis si el mundo os odia). ¿Qué sucede? La cultura pagana veía la conducta cristiana como extraña a la conducta humana, algo inconcebible. Pedro les instruye a no pensar de sí lo mismo que los paganos; recordemos que por años los judíos se conocían como minorías distintivas, diferentes, que incluso habían desarrollado una cierta teología del sufrimiento. 

Pero estos gentiles cristianos, la audiencia de Pedro, no tenían experiencia como minoría cultural. Antes de su conversión eran iguales a los demás. Es más, en lugar de rebelarse contra Dios habían aceptado el mensaje del evangelio, y ahora sufrían hostilidad personal y aislamiento cultural.

¿Ven por qué Pedro les dice “no os sorprendáis”? 

Cristo mismo predijo tales sufrimientos (Mateo 5:11-12; 10:34; Marcos 13: 9-13; Juan 15: 18-20). Además, hay un propósito (Proverbios 27:21 el crisol es para la plata y el horno para el oro, y al hombre se le prueba por la alabanza que recibe). Aprender a ver el sufrimiento como un proceso de refinación que revelará la autenticidad de nuestra fe (el objetivo divino al permitir la prueba).

Adelantemos 2,000 años… ¿por qué nos sorprendemos cuando sufrimos? Apenas llega, y   más rápido que inmediatamente comenzamos con “¿por qué a mí?” “voy a la iglesia cada domingo, leo la Biblia, diezmo, no digo malas palabras…” y recitamos a Dios el listado de las supuestas buenas obras que hacemos, así como pensando que quizás estaba mirando a otra parte.

Amadas, el sufrimiento llega. A veces por causa de la desobediencia, otras veces simplemente llega. Pedro nos dice que no nos sorprendamos, al contrario, la sorpresa es si no sufrimos.

Para reflexionar: si no sufrimos, y nos sorprende que no estemos, tomemos tiempo para ministrar a otros que sí lo están. Si el Señor en su misericordia nos libra de sufrimiento, sirvamos de consuelo a los que sí sufren.

Y alegrémonos juntamente con Cristo, la segunda razón para no sorprendernos ante las pruebas, porque son indicación de nuestra identificación con El.

OJO: Dios no es el responsable del sufrimiento. Personas malvadas o el Enemigo de nuestras almas son responsables de ello, Dios lo permite (como en el caso de Job) para cumplimiento de Su propósito, tornando el mal en bien último. La Escritura nunca presenta al sufrimiento como algo bueno en sí mismo, sino como un mal a ser soportado para conseguir un fin mayor.

14Si sois vituperados por el nombre de Cristo, dichosos sois, pues el Espíritu de gloria y de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, por ellos El es blasfemado, pero por vosotros es glorificado.

vituperar 

Del lat. vituperāre. 1. Criticar o censurar con dureza algo o a alguien.

censurar 

De censura. 1. Formar juicio de una obra u otra cosa. 2. Corregir o reprobar algo o a alguien. 3. Murmurar de algo o de alguien, vituperarlos. 4. Dicho del censor oficial o de otra clase: Ejercer su función imponiendo supresiones o cambios en algo.

De manera que si nos insultan por causa de Cristo somos bienaventurados (Mateo 5:11-12, Lucas 6:22). Vituperadas o censuradas significa rechazadas por la sociedad (o incluso la humanidad). Exiliadas, expatriadas. Pero no es real, Pedro señal “dichosos sois, pues el Espíritu de gloria y de Dios reposa sobre vosotros.” ¿Te das cuenta? 

La gloria de Cristo brilla no solo cuando es vindicado en su resurrección y asciende a la diestra del Padre, y cuando regrese al final de los tiempos, sino también brilla en nosotros a medida que seguimos el patrón de Jesucristo: de la cruz a la corona, de sufrimiento a vindicación, de persecución a gloria.

La gloria de Dios exhibida en la cruz, se mostrará en Su Segunda Venida.

Y así para nosotros: “el Espíritu de gloria y de Dios reposa sobre nosotros” cuando se nos insulta y persigue en el camino a la ciudad celestial, ahora imagina lo que supondría que otros vieran nuestra respuesta cristiana a ese sufrimiento como algo digno de recibir!(Filipenses 1:29; Romanos 5:3-4; Colosenses 1:24; Romanos 8:17)

Ahora bien,

15Que de ninguna manera sufra alguno de vosotros como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entrometido.

¡Ay Pedro! Casi nos libramos de la lista, ¿verdad? Pero esa última palabra, “entrometido” (allotriepiskopos, hasta en griego es pesada!) “alguien que pone los ojos en las posesiones ajenas” (Metiche, pues).

metiche

1. entremetido. 

entremetido, da

Del part. de entremeter. 1. Dicho de una persona: Que tiene costumbre de meterse donde no la llaman. 

Tal parece que Pedro está preocupado que los cristianos gentiles, en su celo por el evangelio y rechazo de idolatrías, no fueran a meter la nariz (o peor) en situaciones donde no debieran involucrarse y ganar la censura de la cultura pagana a su alrededor, por andar traspasando límites culturales aprobados.

Una cosa es persuasión amable, otra es denunciar idolatría en el patio del templo, así como interferir en los asuntos de otras familias, por muy buenas intenciones que se tengan. 

Con toda franqueza, ¿por qué la intromisión en vidas ajenas? No es mera obtención de información, es para tener control sobre otros. La persona entrometida suele disfrazar como preocupación por el bienestar ajeno su costumbre de andar investigando vidas de otros. A veces, como padres, queremos saberlo todo. Pero con todo respeto, no necesitamos saberlo todo. Solo Dios es omnisciente, y El ya lo sabe todo. 

Amadas, procuremos no ser causa de vituperio al nombre de Cristo, no seamos culpables de ninguna de las cosas que menciona este pasaje o algún otro. Recuerda que Pedro está hablando de cómo relacionarnos dentro del cuerpo de Cristo, la iglesia!

16Pero si alguno sufre como cristiano, que no se avergüence, sino que como tal glorifique a Dios.

El término “cristiano” fue acuñado por gentiles en Antioquía (Hechos 11:26), se les identificó como tales, seguidores de Cristo, alrededor del 50 DC y perseguidos por ser cristianos en el 64 DC (la persecución de Nerón). 

En lugar de sentir vergüenza, levantar en alto sus cabezas porque pueden “glorificar a Dios” o darle honor, simplemente al llevar con propiedad el nombre de “cristianos.” Su disposición a sufrir, su alianza con Cristo y su estilo de vida son los únicos cargos que podrían recibir en contra (ninguno es asesino, o evasor de impuestos, o ladrón o malhechor). 

Pero si el sufrir tiene un propósito bueno, es necesario explicar un poco más el por qué.

17Porque es tiempo de que el juicio comience por [desde] la casa de Dios; y si comienza por nosotros primero, ¿cuál será el fin de los que no obedecen al evangelio de Dios?

Sencillo: “es tiempo de que comience el juicio…” (Ezequiel 9:5-6; Jeremías 25:29; Malaquías 3:1-6). Situaciones donde Dios juzgaría y purificaría Su iglesia (1 Corintios 11:31-32) para fortalecerla. El evangelio es un camino angosto.

Pero esto no debe asustar al creyente, pues si Dios es así con el creyente, ¿qué será con quienes no obedecen Su evangelio? (Lucas 23:31; Hebreos 10:28-31).

¿Qué cristiano no anhela crecer en madurez?

“Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, y que la paciencia ha de tener su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada” (Santiago 1:2-4).

18Y si el justo con dificultad se salva, ¿que será del impío y del pecador?

(Proverbios 11:31 si el justo es recompensado en la tierra. ¡cuánto más el impío y el pecador!) En el AT el justo era aquel que obedecía la Ley de Dios. Aquí es alguien que obedece al evangelio. Similar, “impío y pecador” en Pedro son aquellos que rechazan someterse a las demandas del evangelio.

Pedro está de acuerdo con la enseñanza del Señor de que los últimos días han sido acortados para preservar a los elegidos (Marcos 13:19-20; Lucas 13:23-24), advierte sobre la seriedad de la prueba de nuestra fe.

19Por consiguiente, los que sufren conforme a la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, haciendo el bien.

¿Cuál bien? Aquellas cosas que Dios (y la cultura) ven como buenas, por ejemplo: obedecer a sus amos, seguir leyes justas, sumisión dentro de límites prescritos por la obediencia primaria a Cristo. Hacer el bien pese a las consecuencias es como uno vive confiando su persona a Dios.

He aquí la actitud interior: confianza (Salmo 31:5 en tu mano encomiendo mi espíritu; tú me has redimido, oh Señor, Dios de verdad). Dios es inmutable. Dios es fiel.

¿Qué se encomienda? Almas, no cuerpos. 

Wilkin: cuatro aplicaciones rápidas

  1. vivamos en el espíritu, absteniéndonos de pasiones carnales, prudentes y con mentes no fraccionadas;
  2. vivamos sabiendo que el tiempo es corto, el fin de todas las cosas se acerca, ya sea que Cristo regrese o nosotras vayamos a su encuentro, vivamos como buenas administradoras de los dones recibidos en lugar de vivir acumulando cosas como si esta vida fuera nuestra morada eterna;
  3. aprendamos a esperar fuegos de prueba, que no nos sorprenda, y en todo momento
  4. encomendar nuestra alma a nuestro Creador.

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