…para hacer el bien con sabiduría.
Las Escrituras me mandan a hacer el bien, especialmente a los de la familia de la fe (Gálatas 6:10).
Las Escrituras me dicen que hay promesa de gran bendición a los que perseveran en bien hacer: la vida eterna (Romanos 2:7).
Las Escrituras me dicen que no busque mi propio bien, sino el de mi prójimo (1 Corintios 10:24).
Las Escrituras me exhortan a no cansarme de hacer el bien, pues en el tiempo de mi Señor y Rey segaremos si no hemos desmayado (Gálatas 6:9).
Las Escrituras me muestran cuál es la voluntad de Dios: hacer el bien, para con el bien hacer callar la ignorancia de los hombres (1 Pedro 2:15).
Las Escrituras me enseñan que hacer el bien tiene un precio: sufrir (1 Pedro 3:17).
Las Escrituras advierten de un peligro al hacer el bien: a) no ser tropiezo a nadie, para que la obra de bien que hagamos o el ministerio no sea vituperado (2 Corintios 6:3); b) no ser tropiezo haciendo el bien, de tal forma que nadie se aparte de Cristo (Romanos 14:15-16).
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