Apuntes a Jueces, 3:31

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UN MOMENTICO DE SALVACION

3:31 Después de Aod vino Samgar, hijo de Anat, el cual hirió a seiscientos filisteos con una aguijada de bueyes; y él también salvó a Israel. 

La narración es como esos momentos entre conferencias que permiten ir al baño o tomar una taza de café [para recuperar fuerzas en medio del programa regular]. Pero “también salvó a Israel”, o sea que tenemos aquí un “momentico de salvación.”

Hay muy poco sobre este Samgar… ¿era israelita sí o no? su nombre no es muy hebreo que digamos, más bien de origen hitita. ¿Residente de Beth-Anat en Galilea [Josué 19:38; Jueces 1:33] o adorador de la diosa canaanita Anat [ups] la cual era exhibida como guerrera? ¿Hirió a los filisteos él solo o como parte de una milicia de agricultores (tal parece que se trataba de un amateur más que un profesional)? Los estudiosos dicen que este Samgar no era un israelita, sin embargo no pensemos que se trata de un desconocido cualquiera simplemente porque nosotros no sabemos nada, hay otra breve alusión en Jueces 5:6 (En los días de Samgar, hijo de Anat, en los días de Jael, quedaron desiertos los caminos, y los viajeros andaban por sendas tortuosas), donde los eventos se mencionan poniendo a este hombre como referencia, lo cual evidencia su estatus en aquel tiempo.

Respecto a la quijada de buey, análogos de su época señalan unos 8 pies de largo x hasta 6 pulgadas de ancho en el extremo final. El extremo más pequeño contenía además una cuña filosa para gobernar a los bueyes mientras que el otro extremo tenía una parte plana para limpiar. Una bayoneta, en pocas palabras.

La breve mención de los filisteos prepara el camino para su aparición como enemigos activos de Israel. Es posible que los filisteos hayan ido de exploradores a territorio no familiar, ventaja de la sorpresa para Samgar, o de preparar alguna emboscada. Pero el texto implica que la victoria no fue obra de Samgar (y él también salvó), sino de Dios mismo (Jueces 10:11 Y el SEÑOR respondió a los hijos de Israel:¿No os libré yo de los egipcios, de los amorreos, de los hijos de Amón y de los filisteos?).

Por lo que vemos, los instrumentos de liberación empleados por Dios forman una singular colección de herramientas. La quijada de Samgar con la daga de Ehud, el martillo de Jael, las trompetas y antorchas de Gedeón, la rueda de molino de la mujer, la quijada de asno de Sansón. ¡Los instrumentos son interesantes y coloridos!

Sin embargo el punto principal es la frase final: y él también salvó a Israel. ¿Qué si no era israelita? ¿Qué si tenía conexiones canaanitas? ¿Qué si nunca tendremos la completa biografía de este hombre? ¿Percibimos la mismita gloria de Dios?

Si Jehová es el creador de cielos y tierra, si tiene todos los recursos a su disposición, ¿acaso no podrá librar por muchos o por pocos [1 Samuel 14:6 Y miraron los centinelas de Saúl en Guibeá de Benjamín, y he aquí que la multitud se dispersaba yendo en todas direcciones], por discípulos y también por no cristianos? ¿Cómo??

Si Jehová el Señor levantó a Samgar para salvar a Israel, no es ninguna sorpresa la aparición de Ciro rey de Persia [Isaías 45:1-7 Así dice el SEÑOR a Ciro, su ungido, a quien he tomado por la diestra, para someter ante él naciones, y para desatar lomos de reyes, para abrir ante él las puertas, para que no queden cerradas las entradas: 2Yo iré delante de ti y allanaré los lugares escabrosos; romperé las puertas de bronce y haré pedazos sus barras de hierro. 3Te daré los tesoros ocultos, y las riquezas de los lugares secretos, para que sepas que soy yo, el SEÑOR, Dios de Israel, el que te llama por tu nombre. 4Por amor a mi siervo Jacob y a Israel mi escogido, te he llamado por tu nombre; te he honrado, aunque no me conocías. 5Yo soy el SEÑOR, y no hay ningún otro; fuera de mí no hay Dios. Yo te ceñiré, aunque no me has conocido, 6para que se sepa que desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, no hay ninguno fuera de mí. Yo soy el SEÑOR, y no hay otro; 7el que forma la luz y crea las tinieblas, el que causa bienestar y crea calamidades, yo soy el SEÑOR, el que hace todo esto]. 

Es gloria de Dios, particularmente, salvar mediante instrumentos desconocidos o apenas conocidos por nosotros. Mediante otro ejemplo extremo, de calidad satírica similar a la de Ehud, vemos que no solamente salva Dios a Israel de sus enemigos, sino que Sus medios para hacerlo no son fácil de explicar o predecir.

Como exclamara el ciego, Juan 9:30 “Respondió el hombre y les dijo:Pues en esto hay algo asombroso, que vosotros no sepáis de dónde es, y sin embargo, a mí me abrió los ojos.” No sabemos nada de este Samgar y sin embargo Dios lo usó para Su gloria, para salvar a Israel. ¿No es maravilloso? 

Matthew Henry: Si Dios se agrada, una quijada de buey hace más que la espada de Goliath.

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