Transición: de Gedeón a Abimelec
v. 28 Así fue subyugado Madián delante de los hijos de Israel, y ya no volvieron a levantar cabeza. Y el país tuvo descanso por cuarenta años en los días de Gedeón.
Al menos un aspecto de la crisis quedó resuelta: Madián fue subyugada, pero el otro aspecto crucial (la infidelidad de Israel a Jehová) se volvió más aguda.
v.29 Entonces Jerobaal, hijo de Joás, fue y habitó en su casa.
A la luz de lo que que ha pasado, mezclar Jerobaal (que Baal contienda) con hijo de Jonás es un recordatorio sutil del carácter mixto de Gedeón. Nos muestra su legado a Israel.
Interesante, la palabra hebrea para “casa” en (8:27) es la misma que aparece aquí en 8:29. Aparentemente Gedeón se retiró a la vida privada luego de su protesta que Jehová reinaría, no él; pero su retiro probablemente tuvo lugar después que instaló el efod en Ofra, de modo que los detalles de su vida tuvieron lugar entonces pero el escritor los coloca hasta el final de la historia como introducción a lo que viene: la carrera de Abimelec, su hijo.
v.30-31 Y tuvo Gedeón setenta hijos que fueron sus descendientes directos, porque tuvo muchas mujeres. La concubina que tenía en Siquem también le dio un hijo, y le puso por nombre Abimelec.
Paradójicamente, como los versos describen su vida doméstica más bien parece la vida de un gobernante, no la de un cuidado privado. Su retiro fue más simbólico que real: tuvo muchas esposas (Deut 17:17 Tampoco tendrá muchas mujeres, no sea que su corazón se desvíe; tampoco tendrá grandes cantidades de plata u oro) con las cuales procreó 70 hijos (igual que Acab, 2 Reyes 10:1) y una concubina en Siquem, con la cual tuvo a Abimelec.
Observen la distinción: entre ‘los 70’ y ‘el uno’, la semilla del fratricidio del capítulo 9. E igual que el efod, deriva totalmente de la cosecha de Gedeón. Abimelec (mi padre es rey) es la irónica contradicción entre los discursos públicos de Gedeón y su práctica privada. Confirma la dinastía de facto y la sangrienta sucesión de intrigas que llevaron al poder a Abimelec, un hijo con muchos menos escrúpulos que su padre para adquirir y ejercer poder.
v.33 Y sucedió que al morir Gedeón, los hijos de Israel volvieron a prostituirse con los baales e hicieron a Baal-berit su dios.
v.34 Y los hijos de Israel se olvidaron del SEÑOR su Dios que los había librado de manos de todos sus enemigos en derredor;
v.35 tampoco mostraron bondad a la casa de Jerobaal, es decir, Gedeón, conforme a todo el bien que él había hecho a Israel.
El verso nos mueve al período siguiente de la narrativa y la referencia al dios canaanita (Baal del pacto) anticipa 9:46 El-berit (dios del pacto). ¡Una infidelidad de primer orden!
¿Quién es el Dios del pacto? Infidelidad es el tema que une ambas historias, la de Gedeón y la de su hijo. Ahora bien, el texto condena a Israel por no recordar al Señor, no es olvido de quién es Jehová (identidad) sino que el conocimiento de Jehová no tiene control sobre ellos; pueden contestar perfectamente todas las preguntas del Catecismo pero ese conocimiento no determina su compromiso.
En 1947, casi al expirar el mandato británico en Palestina, los ministros árabes de entonces se reunieron para planificar el ataque coordinado sobre Israel. Uno de ellos era Jamil Mardam, primer ministro de Siria, cuya esposa visitaba Jerusalén con regularidad pues se atendía con un famoso doctor judío. El beneficio que recibía la esposa de Mardam no causaba ningún impacto en los planes de este hombre de acabar con el naciente Estado judío. Ninguna conexión; esto es, ‘no recordaba’ en el sentido bíblico de la frase.
Pero además de olvidar al Señor, los israelitas también olvidaron a Gedeón. Si hubieran atesorado la obra de Gedeón y su vida por lo menos habrían mostrado lealtad a su familia.
INGRATITUD. (Del lat. ingratitūdo).
1. Desagradecimiento, olvido o desprecio de los beneficios recibidos.
LEALTAD. (De leal).
1. Cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor y hombría de bien. 2. Amor o gratitud que muestran al hombre algunos animales, como el perro y el caballo. 3. Legalidad, verdad, realidad.
LEAL. (Del lat. legālis).
1. Que guarda a alguien o algo la debida fidelidad. 2. Fidedigno, verídico y fiel, en el trato o en el desempeño de un oficio o cargo. 3. Dicho de una acción: Propia de una persona fiel.
Hay una filosofía educativa muy en boga que mantiene que debe permitirse a los estudiantes seleccionar su curriculum de acuerdo a sus preferencias. Sin embargo pocos de ellos tienen la base suficiente para escoger, no tienen idea de cuán poco saben; por tanto hay limitación y distorsión de lo que debieran aprender. Lo que necesitan es ayuda, de aquellos que saben más. Dios en su gran misericordia no nos ha dejado sin curriculum. Su sabiduría es perfecta, Su conocimiento abraza al mundo y también al corazón y la mente individual de cada uno de sus hijos. El escoge el curriculum de cada quien. Solo tenemos qué preguntar por la clase de hoy: “Dános hoy el pan, la lección, la tarea.”
Luego pasa que hay lecciones que quisiéramos brincar, pero si nos aplicamos podremos en honestidad hablar igual que el salmista (Salmo 119:23-24,32 Aunque los príncipes se sienten y hablen contra mí, tu siervo medita en tus estatutos. También tus testimonios son mi deleite; ellos son mis consejeros; Por el camino de tus mandamientos correré, porque tú ensancharás mi corazón). Nuestro carácter se revela en las pequeñas cosas: nos edifica o nos rompe. ¿Eres de las que andan con una Biblia bajo el brazo pero no se agachan a trapear debajo de la cama? 😦
Saben, no es fácil encontrar niños y/o adultos que sepan depender, que sean cuidadosos, pensantes, y fieles. Tantas vidas entremezcladas con pequeñas fallas, olvido de pequeñas cosas, que luego son incapaces de distinguir entre orden y caos. Quizás una razón poderosa es que nadie les ha enseñado que las cosas visibles son signos de una realidad invisible, que hacer bien cada cosa a la primera vez constituye un inmenso ministerio de amor.
La educación del alma es inseparable de la educación práctica (Lucas 16:10-12 El que es fiel en lo muy poco, es fiel también en lo mucho; y el que es injusto en lo muy poco, también es injusto en lo mucho. Por tanto, si no habéis sido fieles en el uso de las riquezas injustas, ¿quién os confiará las riquezas verdaderas? Y si no habéis sido fieles en el uso de lo ajeno, ¿quién os dará lo que es vuestro?).
Otra cosa más, luego la ingratitud se muestra en la ‘quejumbre de lo trivial.’ La realidad es como padres enseñamos a nuestros hijos a quejarse. Todos los días. Escucha las conversaciones de adultos en un elevador, en la mesa de al lado del restaurante, en el salón de belleza… todo el mundo se queja de algo -del clima, de la salud, del presidente, los impuestos, el tráfico, los seguros, el marido, los hijos…*
Sí, nuestra vida está llena de problemas que no salen del polvo. El hombre nace para problemas. Mira la vida de Abraham Lincoln:
- una niñez difícil
- menos de un año de educación formal en una escuela
- fracaso en los negocios a los 22 años
- fracaso en las elecciones para diputado a los 23 años
- fracaso en los negocios a los 24 años, otra vez
- elegido como diputado a los 24 años
- muerte de su prometida a los 26 años
- rechazado como diputado a los 29 años
- fracaso en las elecciones a los 31 años
- se casó a los 33 con una mujer que se convirtió en una carga
- solo uno de sus 4 hijos vivió después de los 18 años
- fracaso en las elecciones al congreso a los 34 años
- electo al congreso a los 37 años
- rechazado al congreso a los 39 años
- rechazado al senado a los 46 años
- rechazado a la vicepresidencia a los 47 años
- rechazado al senado a los 49 años
- finalmente, electo presidente
Las aflicciones no hacen santos; es tu respuesta a ellas. Ni siquiera los milagros hacen santos. Pablo les recordó a los corintios que los israelitas todos fueron guiados por la misma nube, todos atravesaron el mar, todos comieron maná, pero… (1 Corintios 10:5 Sin embargo, Dios no se agradó de la mayor parte de ellos, pues quedaron tendidos en el desierto).
Y otra cosa más: si bien la Escritura prohibe hacer ídolos de los siervos de Dios (Hechos 10:25-26; Apocalipsis 19:10; 22:8-9), nos ordena tenerles en alta estima (1 Tes 5:12-13; 1 Tim 4:12). Alta estima significa gratitud de corazón, a padres, pastores, mentores, amigos, educadores, que han trabajado para nuestra edificación en la gracia y sabiduría de Dios.
Proverbios 26:27 El que cava un hoyo caerá en él, y el que hace rodar una piedra, sobre él volverá.
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*Keep a quiet Heart. Elisabeth Elliott