NOTA: Para su consideración y análisis.
Jueces 11 es uno de los más oscuros capítulos de la Biblia. El juez de Dios, Jefté, ofrece su única hija en sacrificio humano, bajo la increíble y pecaminosa presuposición de que Jehová se adora igual que los dioses paganos. La historia evidencia que, sin fe, el pueblo de Dios es tan depravado como el mundo, y que Israel está en desesperada necesidad de un salvador, más que de un juez.
Algunos dicen “no…no… están equivocados, Dios nunca permitiría que uno de Sus jueces hiciera algo tan horrible… Jefté no la sacrificó, ella solicitó vivir en castidad en servicio a Jehová.”
Pienso que este intento de rescatar la reputación de Jefté es un error, y he aquí por qué:
EL VOTO
La narración ocurre en la época de Jueces, días de obscuridad y tinieblas. Su madre era prostituta (11:1) y Jefté tuvo numerosos medio hermanos que lo odiaban cordialmente. Lo expulsaron de su casa y acabó rodeado de hombres indignos (11:3). Pero entonces, al ocurrir la invasión amonita, los galaaditas acuden a él, Jefté acepta, pelea contra los invasores, el Espíritu del Señor cae sobre él, y salvaguarda a Israel.
Hasta aquí, excepción de la compañía de hombres indignos, todo va bien. El problema inicia cuando al principio de la batalla Jefté hace un voto al Señor: si me entregas a los amonitas, cualquiera que me reciba primero al regresar de la batalla, pertenecerá al Señor y lo ofreceré como holocausto (11:30-31).
El problema es doble:
- Al Señor no le impresionan los votos.
- Cuando Jefté gana la batalla, su hija emerge feliz a recibirlo.
Jefté le revela el voto que ofreció, ella manifiesta estar de acuerdo en que debe cumplirlo, y simplemente solicita dos meses para dolerse porque el linaje de su padre terminará ahí, puesto que ella es hija única. Luego de dos meses, Jefté entonces la ofrece en holocausto a Jehová.
EL DEBATE
La historia molesta. Por un lado, sacrificar niños es malo de por sí; por otro, hacerlo por quienes tienen el Espíritu del Señor, pues… peor.
Quizás por ello algunos quieran rescatar a Jefté de su voto. Pretenden que “holocausto” aquí quiere decir dejarla servir a Jehová por el resto de su vida [una monja, por ejemplo]. Algo así como Ana hizo con Samuel generaciones más tarde: dejar el sacrificio en el templo y que la persona viva el resto de sus días sirviendo al Señor vocacionalmente.
POR QUE IMPORTA ESTO
El debate pudiera parecer sin importancia, pero es crítico para entender el libro de Jueces. En la visión tradicional (que holocausto significa sacrificio literal), el libro de Jueces es un libro oscuro. No hay héroes, solo dañados líderes de un pueblo apóstata.
Barac no irá si Débora no la acompaña.
Gedeón era un cobarde, usurpó el sacerdocio y se fabricó un efod autoproclamándose rey de facto [y con todo, su nombre aparece en los héroes de la fe en Hebreos 12!]
Jefté pensó que honraba a Dios con un sacrificio humano.
Sansón al parecer solo conoció tres o cuatro de los mandatos de Dios, en cierta forma, pues violó todos los que sabía.
[David aparece en la misma línea en Hebreos 11:32, y sabemos lo que pasó con Betsabé]
Fueron los días cuando Israel se comportó peor que Sodoma. Intentaron aniquilar dos de las doce tribus, y casi acaban con una. Benjamín había aceptado la homosexualidad, la misma maldad que Lot conoció, como si nada.
El punto del libro es hacernos ver que no había ningún justo en Israel, todos hacían lo que bien les parecía porque había rechazado a Dios como su Rey -hasta los mismos Jueces.
Querer rescatar a Jefté de su estúpido voto cambia todo esto.
No solo convierte a Jefté en líder virtuoso sino que adopta el concepto de negociar con Dios, lo justifica. Como si fuera legítimo decirle a Dios “si me das X, entonces te doy Y” como si Dios necesitara algo. De repente Jueces 11 se convierte en modelo a seguir, en lugar del pozo de depravación a evitar.
LOS ARGUMENTOS
Los intentos de rescatar a Jefté se centran en lo siguiente:
- El Antiguo Testamento prohíbe sacrificios infantiles.
- El Nuevo Testamento dice que Jefté era un hombre de fe (Hebreos 11:32).
- Jefté tenía el Espíritu de Dios, no es posible que hubiera hecho algo tan pecaminoso.
- La hija hizo duelo por su virginidad, no por su muerte.
Analicemos esto.
- El AT prohíbe sacrificios infantiles.
Cierto. Pero el punto entero del libro es que Israel ahora es peor que Sodoma. El AT prohíbe toda clase de cosas que toda clase de Juez hace: sacar miel de un león muerto, matar concubinas, matrimonio con filisteos, masacrar una o dos tribus, secuestrar esposas, adorar a Baal -prohibido en el AT, y todo sucede en cada capítulo del libro de Jueces. Es obvio que lo sucedido en el Capítulo 11 desagrada al Señor -este es el punto!
2) ¿Dice el NT que Jefté era un hombre de fe?
Sí, junto con Sansón y Gedeón, dos jueces cuyos pecados son famosos. Y a propósito, Noé era bebedor, Moisés un asesino, y Rahab una prostituta. Y todos están en la lista de Hebreos 11. El punto es que todos fueron pecadores terribles, mas confiaron en Jehová y no en los ídolos que sus compatriotas adoraban [vale la pena mencionar aquí la ironía de gentes que son “ evangelio céntricos” y que sin embargo pierden el punto del evangelio en Hebreos 11 al querer rehabilitar la reputación de pecadores que fueron salvos por gracia; como si el pináculo del evangelio estaría mejor ejemplificado si los que creen fueran menos pecadores].
3) Jefté tenía el Espíritu de Dios, no es posible que hubiera hecho algo tan pecaminoso.
Este argumento es el más traiciona o revela la posición de una persona en el espectro continuo/discontinuo. ¿Ser utilizado por el Espíritu en el AT, es lo mismo que sellado por el Espíritu en el NT?
Si respondemos afirmativo, intentaremos separar al Jefté interno del sacrificio externo.
Pero la verdad es que Jehová envió Su Espíritu para levantar Jueces que liberaran a Israel de sus enemigos. Su Espíritu no los santificó. Simplemente los usó para llevar a cabo su propósito y dirigir a Israel al arrepentimiento. Su Espíritu también vino sobre Sansón (mientras estaba atado a una prostituta), por no mencionar a Saúl, o a Baalam.
4) ¿Habría hecho duelo la hija de Jefté tan solo por su virginidad, sabiendo que iba a morir?
Somos mujeres. ¿Se dolería así, tan solo por nunca haberse casado?
Jueces 11 incomoda. Ese es el punto. Cada capítulo del libro de Jueces es peor que el anterior, en Israel. En lugar de querer rescatar a Jefté, permitamos que el texto brille, que Dios rescate a Jefté mediante la fe, y gracias a la Venida de un mejor Juez.
Jesse Johnson. http://www.thecripplegate.com; Oct 23, 2014