Adusta y noble traza con su lápiz
sus cuadrículas llenas de ternura.
Más que una informadora es una madre
que pule el sentimiento de los niños.
Maestra vieja de encaladas sienes
la miro iluminada como un rezo,
como una sabia que destila huellas
para que los cachorros no se pierdan.
En el aula trabaja y sigue en casa
diseccionando libros y horizontes.
Prepara el pasto para sus corderos,
es un milagro si le dan buen sueldo.
La estrella de su vida siempre brilla
porque nació para alumbrar caminos.
Julio Iraheta Santos. El Salvador (1939- )