S,H,C espirituales

Estándar

Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra.

Cantad la gloria de su nombre, poned gloria en su alabanza. Decid a Dios:

¡Cuán asombrosas son tus obras!

Porque tú nos probaste, oh Dios, nos ensayaste como se afina la plata. Nos metiste en la red; pusiste sobre nuestros lomos pesada carga. Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza; pasamos por el fuego y por el agua, y nos sacaste a abundancia.

Entraré en tu casa con holocaustos; te pagaré mis votos, que pronunciaron mis labios y habló mi boca, cuando estaba angustiado. Holocaustos de animales engordados te ofreceré, con sahumerio de carneros; te oreceré en sacrificio bueyes y machos cabríos.

Venid, oíd todos los que teméis a Dios, y contaré lo que ha hecho a mi alma. A él clamé con mi boca, y fue exaltado con mi lengua. Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado.
Mas ciertamente me escuchó Dios; atendió a la voz de mi súplica.

Bendito sea Dios, que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia.

Salmo 66:1-3, 10-20

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s