Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis (Romanos 12:14).
La Biblia nos ordena no solo a que no aborrecer ni buscar venganza contra quienes puedan perjudicarnos, de hecho enseña que debemos ir más allá y bendecirlos. Eso es lo que les dijo Jesús a quienes oyeron su Sermón del Monte: “Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian” (Lucas 6:27-28).
Para amar verdaderamente a sus enemigos, entonces tratarlos como si fueran sus amigos.
«Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan, Y si tuviere sed, dale de beber agua; Porque ascuas amontonarás sobre su cabeza,Y Jehová te lo pagará.» (Proverbios 25:21-22).
Lee. Medita. Aplica.
Anónimo