El caracol Colcol,
el otro día,
no sacó sus cuernos al sol
porque llovía.
El caracol Colcol,
cuando dormía la siesta,
rodó por una cuesta
y se rompió la testa.
(Se estrelló en la carretera).
Le vió un perro galgo.
-Señor caracol, ¿le pasa algo?
-¡Ay, ay, ay, de ésta no salgo!
-¿Se ha roto la cabeza?
-¡No! ¡Me he roto la casa!
Llévame al veterinario
que me ponga una gasa,
una gasa, una gasa.
-Mejor, un esparadrapo
-dijo el doctor don Sapo.
-Doctor don Sapo, usted sepa
que tengo goteras;
la lluvia cala mi casa,
que me he roto la azotea.
El veterinario le operó.
Le curó la concha,
le juntó los pedazos,
le puso unas tiritas
de arriba abajo.
¡Qué trabajo!
Después le escayoló
y el caracol Colcol
se convirtió
en una pelota de pimpón.
Cuando le quitaron la escayola,
el caracol sacó los cuernos y dijo:
-¡Hola!
Gloria Fuerte.
España (1908-1998)