El fantasma se llama Pepillo
(no tenía nombre de fantasma pero lo era).
El fantasma Pepillo
no tenía sábana,
no tenía castillo.
Vivía en una casa vieja,
tan vieja,
que no tenía una teja.
Pepillo, el fantasma,
no tenía sábana;
se embadurnaba de harina
y dormía en la cocina.
Cuando llovía
se mojaba,
cuando había tormenta
se alegraba.
Como no tenía sábana,
cuando se iba a aparecer
tocaba una campana.
Cansado de no asustar,
el fantasma Pepillo
se compró un traje de pana,
se puso flequillo,
y se fue al parque
a jugar con los chiquillos.
Gloria Fuerte
(España, 1908-1998)