TEMA IX. JOSE EN EGIPTO. (Génesis 37 al 41).
Amadas, hemos visto a Jacob luchando con sus debilidades, enterrar sus ídolos, enterrar su pasado. Muere Isaac su padre, su hermano se va de Canaán, Jacob asume el liderazgo de la familia. Pero el favoritismo continúa siendo un problema serio en la familia.
¡Cuánta gente problemática en la genealogía de Cristo!
Lo cual viene a ser de consuelo para nosotros, porque nos confirma que ¡solo Dios salva!
favoritismo
De favorito e -ismo.
1. Preferencia dada al favor sobre el mérito o la equidad, especialmente cuando aquella es habitual o predominante.
37 1Y Jacob habitó en la tierra donde había peregrinado su padre, en la tierra de Canaán. 2Esta es la historia de las generaciones de Jacob:
Como de pasada, una referencia a Jacob para indicarnos que él se había establecido donde Abraham había peregrinado. Quizás piensa que ahora puede “retirarse,” jugar golf, departir con los amigos, etc. Está a punto de despertar de su sueño.
Recordemos que Moisés escribe para que sus oyentes sepan responder cuál es el origen del pueblo de Israel. Escribe a la generación que anda errante por el desierto después que salen de Egipto. ¿Cómo llegaron ahí, en primer lugar?
José, cuando tenía diecisiete años, apacentaba el rebaño con sus hermanos; el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre. Y José trajo a su padre malos informes sobre ellos.
Hasta ahora, la vida de José ha transcurrido en total tranquilidad, apacentando rebaños junto con sus hermanos. Lo que está haciendo en su adolescencia es exactamente lo mismo que hará como adulto -cuidar y proveer a quienes dependen de él. Pero, ¿en qué sentido se esperaría que el menor pastoreara a sus medio hermanos mayores?
El verso dice que José trajo a su padre malos informes de los mayores, ¿por qué?
El escritor no ofrece detalles, uno esperaría que José pasara por alto ofensas (Proverbios 10:12; 11:12-13; 12:23). Pero nos presenta a José como el chismoso hijo menor…
3Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque era para él el hijo de su vejez; y le hizo una túnica de muchos colores [larga].
El nacimiento de este niño tuvo un final feliz. Cuando Benjamín, ganó un hijo pero perdió la esposa. Jacob amaba a José hasta el delirio.
Por supuesto que era consciente de las fricciones potenciales en una casa con un favoritismo tan obvio. El mismo había sufrido en carne propia las consecuencias. Y, sin embargo, actúa con total favoritismo y lo establece sin lugar a dudas.
En hebreo, la palabra para túnica tiene dos significados: uno de realeza, otro de ropa que se extendía hasta las extremidades (manos y pies), o sea una ropa larga y de mangas largas (2 Samuel 13:18: una túnica de diversos colores), nada útil para andar entre montes pastoreando animales.
De modo que la famosa túnica establece a José como superior, supervisor, de sus hermanos. Jacob ha designado públicamente a José como gobernante.
Por tanto, si trae malos informes, únicamente está cumpliendo su tarea.
Lo que se supone que debe hacer.
4Y vieron sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos; por eso lo odiaban y no podían hablarle amistosamente [en paz].
Era obvio. Todos lo veían: la suma del amor que Jacob tenía a los hermanos era menor que el amor hacia un solo hijo, José. De modo que no podían ni siquiera darle el saludo común tradicional “la paz sea contigo.” Igual que Caín: “¿soy yo acaso guarda de mi hermano?”
Ahora bien, la traducción al español sugiere que el resentimiento de los hermanos se dirigía contra José. ¿Por qué José?
No fue José quien mandó hacer el traje.
No fue José quien solicitaba trato especial.
En el hebreo aparece la posibilidad de que el resentimiento se dirigiera contra el mismo Jacob. De hecho estarían acostumbrados a hablarle ásperamente (34:31). Como padre, su credibilidad estaba en ruinas luego de lo ocurrido en Siquem.
Amadas analicen resultados del favoritismo. Seamos cuidadosas de no comunicar esto a un hijo, ni siquiera inadvertidamente, mucho menos deliberadamente. Tus hijos aprenderán a odiar al hermano(a) favorecido. Considera esto: la hermandad, espiritual o física, es mucho más que tolerarse unos a otros.
5Y José tuvo un sueño y cuando lo contó a sus hermanos, ellos lo odiaron aún más. 6Y él les dijo: Os ruego que escuchéis este sueño que he tenido. 7He aquí, estábamos atando gavillas en medio del campo, y he aquí que mi gavilla se levantó y se puso derecha, y entonces vuestras gavillas se ponían alrededor y se inclinaban hacia mi gavilla.
¡Ay José! ¿Es que no te has dado cuenta de la atmósfera “hogareña”? ¿De la fealdad de los sentimientos de tus hermanos hacia ti? Lo odiaban desde antes, y luego con más fuerza aún.
Saben, la mayoría de los adolescentes ven al mundo solo desde su perspectiva. No tienen otra. Es muy probable que José ni siquiera se ha dado cuenta del favoritismo desplegado con él y de los sentimientos que suscita. Quizás se pregunta por qué no puede llevarse bien con los otros. Es joven, ingenuo, y no percibe nada.
¡Los invita a que escuchen con atención!
8Y sus hermanos le dijeron: ¿Acaso reinarás sobre nosotros? ¿O acaso te enseñorearás sobre nosotros? Y lo odiaron aún más por causa de sus sueños y de sus palabras.
Los hermanos no necesitaron de ningún intérprete particular. Lo odiaron por la información y por la forma como les habló.
9Tuvo aún otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí, he tenido aún otro sueño; y he aquí, el sol, la luna y once estrellas se inclinaban ante mí. 10Y él lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre lo reprendió, y le dijo: ¿Qué es este sueño que has tenido? ¿Acaso yo, tu madre y tus hermanos vendremos a inclinarnos hasta el suelo ante ti? 11Y sus hermanos le tenían envidia, pero su padre reflexionaba sobre lo dicho.
Se las compone para exacerbar los ánimos contando el segundo sueño a toda la familia reunida. Hasta Jacob lo reprende por su impertinencia.
Amadas, ¿Quién es el dador de revelaciones? Jehová Dios. Es la primera vez que Dios no habla en sueños. Hay una progresión aquí: (1) de teofanía, Génesis 1-11, (2) a sueños y visiones, Génesis 12-35, (3) ahora mediante la providencia Génesis 36-50.
Es interesante que Jacob reflexionó sobre los sueños de su hijo, quizás recuerda que él mismo recibió sueños así, otorgados por Dios, de modo que reflexiona, se pregunta. Mmm.
12Después sus hermanos fueron a apacentar el rebaño de su padre en Siquem.
13E Israel dijo a José: ¿No están tus hermanos apacentando el rebaño en Siquem? Ven y te enviaré a ellos. Y él le dijo: Iré [heme aquí].
14Entonces Israel le dijo: Ve ahora y mira cómo están tus hermanos y cómo está el rebaño; y tráeme noticias de ellos. Lo envió, pues, desde el valle de Hebrón, y José fue a Siquem.
Jacob, ¿a Siquem? ¿Se te olvidó lo sucedido?
Parece ser completamente ignorante del odio que incita su favoritismo: envía a su adorado José donde los hermanos que masacraron Siquem.
Significa que los hermanos han escondido su odio.
¿Respuesta de José? Heme aquí. El mismo patrón del hijo -siervo- fiel y obediente que responde a su padre.
15Y estando él dando vueltas por el campo, un hombre lo encontró, y el hombre le preguntó, diciendo: ¿Qué buscas? 16Y él respondió: Busco a mis hermanos; te ruego que me informes dónde están apacentando el rebaño. 17Y el hombre respondió: Se han ido de aquí, pues yo les oí decir: “Vamos a Dotán.” Entonces José fue tras sus hermanos y los encontró en Dotán.
José sale del Valle de Hebrón, al norte hacia Siquem (80.4 km) y luego 21 km más hasta Dotán. Ninguna pequeña excursión. Dotán era una ciudad localizada en la ruta de las caravanas, Siquem no.
José anda vagando por los campos en busca de sus hermanos, pero Dios en Su soberanía ha ido acercando una caravana hacia Dotán, día tras día…
Un hombre no identificado informa a José… y experimentaremos la transición de un hijo crecido en un ambiente de amor, aceptación y quizás hasta heredero, a otro de hostilidad y rechazo.
18Cuando ellos lo vieron de lejos, y antes que se les acercara, tramaron contra él para matarlo.
Plural, igual que en Babel, hombres reunidos conspirando para el mal. No pierden tiempo ventilando su ira y frustración contra José.
19Y se dijeron unos a otros: Aquí viene el soñador [el experto en sueños].
20Ahora pues, venid, matémoslo y arrojémoslo a uno de los pozos; y diremos: “Una fiera lo devoró.” Entonces veremos en qué quedan sus sueños.
Furiosos porque los denunciaba con su padre, furiosos porque vestía como rey, más furiosos por los grandiosos sueños declarados por el mismo José a juzgar por la identificación que le dan.
21Pero Rubén oyó esto y lo libró de sus manos, y dijo: No le quitemos la vida.
22Rubén les dijo además: No derraméis sangre. Echadlo en este pozo del desierto, pero no le pongáis la mano encima. Esto dijo para poder librarlo de las manos de ellos y volverlo a su padre.
23Y sucedió que cuando José llegó a sus hermanos, despojaron a José de su túnica, la túnica de muchos colores que llevaba puesta; 24y lo tomaron y lo echaron en el pozo.
Y el pozo estaba vacío, no había agua en él.
¿Rubén en defensa del hermano aborrecido?
Estaba en problemas con Jacob, lo sabía requetebién. Busca ganar tiempo y al devolver a José quizás restablecer su condición de primogénito, alguien que recibiría doble porción de herencia.
Los pozos del desierto eran tipo cisterna, excavaciones profundas con forma de botella, anchos abajo y de abertura pequeña que se cubría con una piedra. Solían recubrirse por dentro de un material deslizante a prueba de agua.
Es decir que José no tenía escapatoria. Desnudo, moriría de frío, sed y hambre.
25Entonces se sentaron a comer, y cuando levantaron los ojos y miraron, he aquí, una caravana de ismaelitas venía de Galaad con sus camellos cargados de resina aromática, bálsamo y mirra, que iban bajando hacia Egipto.
¡Se sentaron a comer!
26Y Judá dijo a sus hermanos: ¿Qué ganaremos con matar a nuestro hermano y ocultar su sangre? 27Venid, vendámoslo a los ismaelitas y no pongamos las manos sobre él, pues es nuestro hermano, carne nuestra. Y sus hermanos le hicieron caso.
¿Quién habla? Judá. Luego segundos pensamientos son mejores que primeros, pero nada sucede fuera del control soberano de nuestro Señor, segundos no significa mejores.
La motivación que argumenta es interesante: no derramar sangre (inocente), y liberar de ese modo sus conciencias, porque la sangre clamaría por venganza desde la tierra (Job 16:18; Isaías 26:21; Ezequiel 24:7-8). Propone la venta y los hermanos le hacen caso, ellos mismos han destituido a Rubén del primer lugar.
El colmo es la ironía en las palabras de Judá: un líder frío, calculador; salva a su hermano de muerte inminente para luego obtener ganancia dejándolo muerto en vida (esclavo).
La venta es ofensa capital, tanto la ley bíblica como el Código de Hammurabi prohibían lo que Judá & Co. hicieron a José (Exodo 21:16; Deuteronomio 24:7). Todos los hermanos son gobernados por el mal.
28Pasaron entonces unos mercaderes madianitas, y ellos sacaron a José, subiéndolo del pozo, y vendieron a José a los ismaelitas por veinte piezas de plata.
Y éstos llevaron a José a Egipto.
El precio de acuerdo a la tasa del mercado para alguien de su edad (Levítico 27:5). Libran sus conciencias y de paso obtienen ganancia monetaria e incluso pueden fabricar su muerte, ¡un éxito!
29Cuando Rubén volvió al pozo, he aquí, José no estaba en el pozo; entonces rasgó sus vestidos. 30Y volvió a sus hermanos y les dijo: El muchacho no está allí; y yo, ¿adónde iré?
Miren los pronombres. ¿Cuál es la preocupación de Rubén? El mismo. No tiene ningún otro plan, no sabe qué hacer, ¿por qué no confrontó a los hermanos desde el primer momento? ¿Por qué no lo rescató antes, por qué lo dejó a merced de los otros?
Tirarlo dentro del pozo dejaba el problema sin resolver.
31Entonces tomaron la túnica de José y mataron un macho cabrío, y empaparon la túnica en la sangre; 32y enviaron la túnica de muchos colores y la llevaron a su padre, y dijeron: Encontramos esto; te rogamos que lo examines para ver si es la túnica de tu hijo o no.
33El la examinó, y dijo: Es la túnica de mi hijo. Una fiera [fiera mala] lo ha devorado; sin duda José ha sido despedazado.
El lenguaje traiciona las divisiones: no hablan de su hermano, sino de tu hijo. Estudian la forma como presentarán las noticias: se distancian del hermano, no dicen mucho, hacen preguntas sugerentes “¿no es…?” El poder de la sugestión es mayor que el poder de la explicación: dejan que Jacob saque su propia conclusión, que es justo la que los hermanos darían.
34Y Jacob rasgó sus vestidos, puso cilicio sobre sus lomos y estuvo de duelo por su hijo muchos días. 35Y todos sus hijos y todas sus hijas vinieron para consolarlo, pero él rehusó ser consolado, y dijo: Ciertamente enlutado bajaré al Seol [región de los muertos] por causa de mi hijo. Y su padre lloró por él.
36Mientras tanto, los madianitas lo vendieron en Egipto a Potifar, oficial de Faraón, capitán de la guardia.
Engañado con una ropa mezclada con sangre de cabra, así como él engañó a su padre Isaac vistiendo piel de cabra. Los hijos han sido habilidosos para fabricar su mentira.
Dios revela su soberanía tanto en sueños como en la providencia. El mensaje de los sueños de José (el concepto mismo de predestinación) es fuerte; precisamente lo que incentiva el odio de los hermanos.
predestinación
Del lat. praedestinatio, -ōnis.
1. Destinación anterior de algo.
2. Ordenación de la voluntad divina con que ab aeterno tiene elegidos a quienes por medio de su gracia han de lograr la gloria.
Muchos hay que se sienten ofendidos por la Doctrina de la Elección de Dios (Romanos 9:10-24). Dios trata con justicia a todos, pero tiene misericordia de algunos (Mateo 20:1-16).
En la justicia de Dios el hombre cosecha lo que siembra. Los crímenes cometidos por los hijos contra Jacob son comparables a los de Jacob contra su hermano Esaú. Dios concedió misericordia a Jacob, pero castigó sus malas obras.
Sin embargo, el Señor nos sorprende con su elección. He aquí una familia dividida, plagada de favoritismo, celos, inmadurez y venganza, escogida para cumplir Sus propósitos y en el proceso producir su transformación radical y posterior restauración.
¡Oh profundidad de las riquezas del amor de nuestro Señor!
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