No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. 1 Corintios 15:33
La influencia de los demás es una vía por la cual podemos ser ayudados u obstaculizados en nuestra búsqueda de santidad. Si nos asociamos con personas que no comparten nuestros estándares, podríamos sentirnos tentados a comprometer nuestras convicciones. Por el contrario, cuando la mente, voluntad, emociones y conciencia, están guiados y enfocados correctamente por la Palabra de Dios, podemos detectar los obstáculos que entorpecen el crecimiento y señalar los ajustes por hacer.
«El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será quebrantado.» (Proverbios 13:20)
¿Qué tipo de personas tiene como amigos?
¿Qué tipo de conversaciones tiene?
¿Qué tipo de pensamientos llenan su mente? ¿Está usted siendo influenciado por amigos, la televisión o redes sociales más que por la Palabra de Dios?
«Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.» (Mateo 6:21)
Lee. Medita. Aplica.