Dos dudas en qué escoger

Estándar

Dos dudas en qué escoger 

tengo, y no sé a cuál prefiera,

pues vos sentís que no quiera

y yo sintiera querer.

Con que si a cualquiera lado 

quiero inclinarme, es forzoso 

quedando el uno gustoso

que otro quede disgustado.

Si daros gusto me ordena la obligación,

es injusto que por daros a vos gusto

haya yo de tener pena.

Y no juzgo que habrá quien

apruebe sentencia tal,

como que me trate mal por trataros a vos bien.

Mas por otra parte siento

que es también mucho rigor

que lo que os debo en amor

pague en aborrecimiento.

Y aún irracional parece este rigor,

pues se infiere,

si aborrezco a quien me quiere

¿qué haré con quien aborrezco?

No sé cómo despacharos,

pues hallo al determinarme

que amaros es disgustarme

y no amaros disgustaros;

pero dar un medio justo

en estas dudas pretendo,

pues no queriendo, os ofendo,

y queriéndoos me disgusto.

Y sea esta la sentencia,

porque no os podéis quejar,

que entre aborrecer y amar

se parte la diferencia,

de modo que entre el rigor

y el llegar a querer bien,

ni vos encontréis desdén

ni yo pueda encontrar amor.

Esto el discurso aconseja,

pues con esta conveniencia

ni yo quedo con violencia

ni vos os partís con queja.

Y que estaremos infiero

gustosos con lo que ofrezco;

vos de saber que no aborrezco,

yo de saber que no quiero.

Solo este medio es bastante

a ajustarnos, si os contenta,

que vos me logréis atenta

sin que yo pase a lo amante,

y así quedo en mi entender

esta vez bien con los dos;

con agradecer, con vos;

conmigo, con no querer.

Que aunque a nadie llega a darse

en este gusto cumplido,

ver que es igual el partido 

servirá de resignarse.

Sor Juana Inés de la Cruz. México (1651-1695)

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s