No sé qué fuerza vital tiene la lluvia
que evoca en mí tu voz de cordillera,
tu voz de libertades sin frontera.
*
Voz que es guitarra y es abrigo.
*
Unica al dolor del afligido
de hombres y mujeres oprimidos.
*
Voz de cantor de pueblos tristes,
de labriegos, de obreros, de estudiantes,
combatientes de paz y guerra.
*
Tu voz de mar azul y caracolas.
De arena, de sal, de viento enardecido
que no alcanza a quebrantar las olas.
*
Voz que se levanta cristalina
con luces de unicornio y de quimeras
cual dulce despertar de estrellas.
Voz de sol, de tules, de azucena.
De matices, de verde primavera.
Voz de cristal que no se quiebra.
*
De ruiseñor, de carretero errante,
de pueblo de gesto antiguo, solidario
tendida la mano al caminante.
*
Tu voz, Mercedes, que reverdece
en cada gota perfumada de rocío.
Y en cada amanecer, florece.
*
Voz que crece igual que los trigales
de pueblos oprimidos y olvidados
que a pesar de tanto olvido, ¡crecen!
“Servilletas de otoño”
Luis Scheker Ortiz. Rep. Dominicana