Apuntes a Jueces, 8:22-28

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v.22 Y los hombres de Israel dijeron a Gedeón: Reina sobre nosotros, tú y tus hijos, y también el hijo de tu hijo, porque nos has librado [salvado] de la mano de Madián.

¿Se acuerdan de 7:2? Y el SEÑOR dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es demasiado numeroso para que yo entregue a Madián en sus manos; no sea que Israel se vuelva orgulloso, diciendo:»Mi propia fortaleza me ha librado.”? 

El peligro de malinterpretar la victoria como propia. Es el mismo principio: la acreditan a Gedeón, es decir, a sí mismos. Pero démosle crédito, la respuesta de Gedeón es un modelo de piedad:

v.23 Pero Gedeón les dijo: No reinaré sobre vosotros, ni tampoco reinará sobre vosotros mi hijo; el SEÑOR reinará sobre vosotros.

La ironía de la situación es que Gedeón mismo ha propiciado el asunto, ha actuado como rey, ejecutando justicias sumarias sobre quienes resisten su autoridad.

Hay un contraste marcado. En la primera parte (6:1-8) Gedeón es presentado como un tipo de piedad mosaica, dudoso pero obediente, desconfiado de su propia capacidad y apoyado solo en Jehová, quien lo comisiona, lo envía y le promete victoria.

En la segunda parte (8:4-28), cuando atraviesa el Jordán, su propósito declarado es atrapar los dos reyes madianitas y presiona a sus hombres hasta el límite y a los pueblos de Sucot y Peniel. Espera que los dos reyes serán capturados pero en el texto no hay indicación alguna del soporte de Jehová ni de motivaciones santas para hacerlo (contrasta 8:11-12 con 7:21-22). Desaparece el Gedeón dudoso, tira la diplomacia por la ventana, demanda soporte y amenaza a los pueblos del camino, que cumple con toda crueldad.

Ahora se apoya en sus propios recursos, su fortaleza de carácter y habilidades tácticas. Ejecuta venganza personal y en el camino expone incluso a su primogénito.

v.24-27 Les dijo también Gedeón: Quisiera pediros que cada uno de vosotros me dé un zarcillo de su botín (pues tenían zarcillos de oro, porque eran ismaelitas). 25Y ellos dijeron: De cierto te los daremos. Y tendieron un manto, y cada uno de ellos echó allí un zarcillo de su botín. 26El peso de los zarcillos de oro que él pidió fue de mil setecientos siclos de oro, sin contar los adornos de media luna, los pendientes y los vestidos de púrpura que llevaban los reyes de Madián y sin contar los collares que llevaban sus camellos al cuello. 27Y Gedeón hizo de ello un efod, y lo colocó en Ofra, su ciudad, con el cual todo Israel se prostituyó allí, y esto vino a ser ruina para Gedeón y su casa.

De acuerdo a Génesis 25:1-12, Madián e Ismael fueron hijos de Abraham [con Cetura y Agar]. Génesis 37:25 dice que eran comerciantes de especias, por tanto, clanes muy ricos. (Al precio actual: 1,700 ciclos de oro =49 libras= 19.5 kilos; USD$1,268.70 la onza; 20,299.20 x libra; USD$994,660.80 aproximadamente). 

Inconsistencia y decepción.

Por un lado dice Jehová reina, por otro pide oro para construir un efod… Conocemos la lucha, hacer nuestra práctica tan buena como nuestra teología. Sombra que arrastramos cada día, pero que no debiera excusarnos sino más bien hacernos levantar la vista al único Líder escogido por Dios (1 Pedro 2:6 HE AQUI, PONGO EN SION UNA PIEDRA ESCOGIDA, UNA PRECIOSA piedra ANGULAR, Y EL QUE CREA EN EL NO SERA AVERGONZADO), en quien no hay pecado ni decepción ni cargo alguno.

El efod (un delantal sin mangas) era parte de la vestimenta del Sumo Sacerdote (Exodo 28:1-35; 39:1-26). Estaba hecho de material costoso y piedras preciosas (oro, azul, púrpura, lino fino), pegado al delantal había el pectoral con las 12 piedras en 4 hileras y tenía un bolsillo que contenía al Urim y al Tumim (Exodo 28:30 Pondrás en el pectoral del juicio el Urim y el Tumim, y estarán sobre el corazón de Aarón cuando entre a la presencia del SEÑOR; y Aarón llevará continuamente el juicio de los hijos de Israel sobre su corazón delante del SEÑOR), objetos utilizados para descubrir la voluntad de Dios sobre asuntos particulares (Números 27:21 El se presentará delante del sacerdote Eleazar, quien inquirirá por él por medio del juicio del Urim delante del SEÑOR. A su palabra saldrán y a su palabra entrarán, él y todos los hijos de Israel con él, es decir, toda la congregación).

Dado que el pectoral estaba unido al delantal, solicitar el efod del sacerdote equivalía a solicitar la dirección de Jehová por el Urim y el Tumim (1 Samuel 23:9 Y David supo que Saúl tramaba el mal contra él; así que le dijo al sacerdote Abiatar: Trae el efod…; 30:7-8 Entonces dijo David al sacerdote Abiatar, hijo de Ahimelec: Te ruego que me traigas el efod. Y Abiatar llevó el efod a David. Y David consultó al SEÑOR, diciendo: ¿Perseguiré a esta banda? ¿Podré alcanzarlos? Y El le respondió: Persíguelos, porque de cierto los alcanzarás y sin duda rescatarás a todos). 

El efod tenía sobre los hombros del Sumo Sacerdote los nombres de las 12 tribus de Israel. Llevaba a la presencia de Jehová a todo el pueblo, para interceder por él. El pectoral tenía también los nombres representados en 12 piedras preciosas. Debía estar sobre el corazón del sacerdote, en señal de juicio.

Las 8 prendas del sacerdote (8=reinicio, renovar, restaurar, es el número de Cristo):

  1. los calzoncillos (mijnasaim)
  2. la túnica (ketonet)
  3. cinturón (avnet)
  4. manto (meil)= sotana
  5. delantal (efod)
  6. pectoral de juicio (joshen)
  7. turbante (mitznefet o kova)
  8. diadema de oro (tzitz)

De ordinario, el efod estaría donde se hallara el Sumo Sacerdote junto con el arca y el tabernáculo. Aparentemente se encontraba en Silo al momento de la historia presente (Josué 18:1, 8-10; 19:51; 22:9; Jueces 18:31) y ocasionalmente en Bethel (Jueces 20:27-28). 

Jehová había provisto sacerdote y efod para el santuario, donde los líderes y el pueblo recibirían dirección (Números 27:21 El se presentará delante del sacerdote Eleazar, quien inquirirá por él por medio del juicio del Urim delante del SEÑOR. A su palabra saldrán y a su palabra entrarán, él y todos los hijos de Israel con él, es decir, toda la congregación). Si Jehová proveía dirección especial a uno de sus siervos, Gedeón en este caso, no quería decir que autorizaba tal siervo para convertirse en un canal alternativo de guía divina.

Y esta es la esencia de lo que hizo Gedeón, pretender convertirse en canal de Dios (rey de facto, no nombrado) aparte del sacerdote y del efod que ya existía.

27Y Gedeón hizo de ello un efod, y lo colocó en Ofra, su ciudad, con el cual todo Israel se prostituyó allí, y esto vino a ser ruina para Gedeón y su casa.

Ofra, la mención de la ciudad nos invita a leer el final a la luz del principio. Era el sitio de culto del clan, un asunto de familia. Al final es el sitio de adoración de un pueblo. 

Ironía de ironías: Gedeón, campeón de Jehová contra Baal, es quien preside la apostasía en Ofra. Sin embargo solo después de su muerte es que se cumple la consecuencia lógica (v.33 Y sucedió que al morir Gedeón, los hijos de Israel volvieron a prostituirse con los baales e hicieron a Baal- berit su dios).

Hoy no contamos con efod y Sumo Sacerdote o Tabernáculo, pero seguimos con la misma sed de más. No nos conformamos con obediencia a la Escritura, caminar por fe y no por vista, confiar en la Providencia y la bondad. ¿Será verdad el Salmo 23:1? 

Queremos más: una palabra específica, directa… y empezamos con aquello de.. “el Señor me habló, mira, me dijo que… el Espíritu me dijo que…” pienso que ignorar la provisión de Dios -la santa cena, por ejemplo- es una manera muy moderna de fabricar un efod. Luego planifican retiros, seminarios, encuentros, etc., mientras ignoramos la Cena del Señor. 

No es crítica a realizar actividades, pero si la pasión es contar con experiencias enriquecedoras, extraordinarias, mientras se ignora el alimento ordinario que el Señor ha provisto, pues hay que revisarse.

Por último, por primera vez en Jueces vemos que el deslizamiento a la apostasía ocurre mientras en vida del mismo juez, y que él mismo contribuye a ello. 

v.28 Así fue subyugado Madián delante de los hijos de Israel, y ya no volvieron a levantar cabeza. Y el país tuvo descanso por cuarenta años en los días de Gedeón.

Un descanso trágico, en cierto modo: no hubo más incursiones invasoras, pero es la última ocasión del libro que habla de descanso.

Hasta ahora Jueces parece llevar un ciclo de 4R’s: rebelión, arrepentimiento, rescate y reposo. La realidad no es así. La realidad es la progresiva desintegración de un pueblo que no sirve al Dios que les ha salvado. Un pueblo que persiste en apostasía a pesar del regalo recibido encontrará que dicho regalo se retira. Jueces enseña que la misericordia del Señor es profunda, pero no fácil de llevar.

Romanos 2:4 ¿O tienes en poco las riquezas de su bondad, tolerancia y paciencia, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento?

Es difícil terminar bien. Cualquier creyente sabe que su fortaleza es Cristo (1 Corintios 1:8 el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Filipenses 1:3-6 Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, orando siempre con gozo en cada una de mis oraciones por todos vosotros, por vuestra participación en el evangelio desde el primer día hasta ahora, estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús).

En su libro La Mortificación del Pecado, John Owen (1654) establece 3 principios fundamentales:

  1. creyentes, libres del poder condenatorio del pecado, debieran hacer la obra cotidiana de mortificar el poder interno -que habita en uno- del pecado;
  2. solo el Espíritu Santo es suficiente para esta obra;
  3. la vida, vigor y consuelo de la vida espiritual del creyente depende mucho de esta obra de mortificar el pecado.

Owen comienza diciendo lo que no es mortificar: no es destruir el pecado, tampoco es esconder el pecado; mortificar no es mejorar la disposición personal o experimentar alguna conquista ocasional. Mortificar es la tarea habitual de debilitar el pecado, es decir la lucha constante contra la carne.

Obvio, uno ha de ser creyente en Cristo; haber buscado la mortificación universal antes de ir y mortificar cada pecado particular.

¿Cómo mortificarlo? Ofrece 9 direcciones como preparación a la mortificación:

  1. considera si el pecado que estás combatiendo tiene algún síntoma peligroso acompañante;
  2. ten claro y profundo sentido de tu propia mente y conciencia sobre la culpa, peligro y maldad del pecado
  3. carga tu conciencia con ello
  4. ten anhelo constante por ser liberado del poder del mismo
  5. considera si el mismo está enraizado en tu naturaleza y exacerbado por tu temperamento
  6. considera las ocasiones y ventajas que toma el pecado para expresarse y fortalecerse, y vigila en su contra
  7. elévate con poder sobre las primeras acciones y concepciones de tu pecado
  8. medita de tal manera que estés completamente humillado y lleno de pensamientos sobre tu propia bajeza
  9. escucha lo que Dios dice a tu alma y no te hables de paz a ti mismo antes de que Dios lo haga, escucha lo que El dice a tu alma

Exhortación:

  1. coloca tu fe en la obra redentora de Cristo en la cruz para matar el pecado
  2. la obra entera de mortificación ha de ser hecha en el poder del Espíritu

Ejemplo: un santo varón que lucha contra inmoralidad sexual… ¿cómo mantenerse en santidad? a menudo existe una visión corta, muy lejos de la verdadera justicia. Si bien es algo bueno no mirar a una mujer como un objeto de codicia, en el poder del Espíritu este hombre ha de dar un paso más allá: el objetivo no es la ausencia de pensamientos codiciosos sino el desarrollo de un aprecio santo por esa mujer. Luego se limitan a evitar la mujer (o X), cuando más bien debieran empezar a tratarla con dignidad, ofreciendo palabras de edificación en lugar de deshumanizarla de los pensamientos. Codicia reemplazada por respeto y amor genuino.

Santificarse es dar muerte al pecado y ser libres para amar y obedecer.

Ejemplo: lidiar con chismosería no solo es abstenerse de chismear (la obra de mortificar), además es la creación eventual de un ambiente de estímulo, de edificación, de paz, de confianza (la obra de santificar), fruto del Espíritu presente y vivo.

v. 28 Así fue subyugado Madián delante de los hijos de Israel, y ya no volvieron a levantar cabeza. Y el país tuvo descanso por cuarenta años en los días de Gedeón.

Al menos un aspecto de la crisis quedó resuelta: Madián fue subyugada, pero el otro aspecto crucial (la infidelidad de Israel a Jehová) se volvió más aguda.

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Apuntes a Jueces, 8:4-21

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Persecución en Transjordania; sucesos de Sucot y Peniel.

Sucot significa “refugios”, el pueblo donde al parecer Jacob levantó refugios (Génesis 33:17) cuando regresaba a Canaán. En Josué 13:27 aparece en la lista de pueblos de Gad. De modo que Gedeón sigue en tierra israelita, donde esperaría ser recibido, pero qué va.

Peniel (la cara de Dios) está a 5.5 km más al este, el sitio donde Jacob se encontró con Dios (Génesis 32:22-32). 

v.4-5 Gedeón y los trescientos hombres que iban con él llegaron al Jordán y lo cruzaron, cansados, mas continuando la persecución. Y dijo a los hombres de Sucot: Os ruego que deis pan a la gente que me sigue, porque están cansados, y estoy persiguiendo a Zeba y a Zalmuna, reyes de Madián

v.8-9 De allí subió a Peniel, y les habló de la misma manera; y los hombres de Peniel le respondieron tal como los de Sucot le habían contestado. Y habló también a los hombres de Peniel, diciendo: Cuando yo vuelva sano y salvo, derribaré esta torre.

Analicemos el caso. Los de Sucot no tienen nada personal contra Gedeón, lo que piden es comprensible: trae evidencia de tu victoria y te apoyamos (v.6 Y los jefes de Sucot dijeron: ¿Están ya las manos de Zeba y Zalmuna en tu poder, para que demos pan a tu ejército?). Sin embargo esto enciende la ira de Gedeón (v.7 Y Gedeón respondió: Muy bien, cuando el SEÑOR haya entregado en mi mano a Zeba y a Zalmuna, trillaré vuestras carnes con espinos del desierto y con abrojos). En ambos casos utiliza un lenguaje violento por primera vez. En la primera fase de su carrera vimos un hombre introvertido que gradualmente se convierte en guerrero. 

Ahora vemos otra transformación que no presagia nada bueno: la promesa de violencia contra israelitas.

Cierto, ante la promesa de victoria segura, tanto el orgullo de Efraín, como el temor de Sucot y Peniel lucen ambos como lo que son: una estupidez y una equivocación. Anhelo de reconocimiento y/o seguridad destruyen la cohesión que necesita Israel.

Y aquí hay algo para todos.

Algunas veces el pueblo de Dios nos produce gran decepción. No permitas que el pueblo de Dios te desilusione, al menos prepárate. Y cuida que no sea tu pasión por reconocimiento (Marcos 10:35-45 Jacobo y Juan) o tu búsqueda de seguridad (1 Timoteo 6:17; 2 Tim 4:16) lo que perturbe la paz y robe la energía de tu iglesia.

Cambio de escenario: Carcor se encontraba aprox unos 100 km al este del Mar Muerto, en el corazón de territorio madianita. Para ir allí, Gedeón y sus hombres tuvieron que viajar como 130 km por el camino de los beduinos (v.11).

v.8-12 Ahora bien, Zeba y Zalmuna estaban en Carcor, y sus ejércitos con ellos, unos quince mil hombres, los que habían quedado de todo el ejército de los hijos del oriente; porque los que habían caído eran ciento veinte mil hombres que sacaban espada. Y subió Gedeón por el camino de los que habitaban en tiendas al este de Noba y Jogbeha, y atacó el campamento cuando el campamento estaba desprevenido. Cuando Zeba y Zalmuna huyeron, los persiguió; capturó a los dos reyes de Madián, Zeba y Zalmuna y llenó de terror a todo el ejército.

Observen que ahora Gedeón no espera señal: ataca por sorpresa y captura ambos reyes. El campamento estaba desprevenido, indefenso (una cucharada de su misma sopa). Parece lo mismo que antes, lucha, persecución, captura. Pero hay dos diferencias significativas: no hay referencia a Jehová por ninguna parte y los dos reyes son capturados por Gedeón mismo (v.12) (el hombre se ha crecido a sus propios ojos…).

Ahora regresa a cumplir lo que prometió en Sucot y Peniel, con toda frialdad.

v.13-17 Después Gedeón, hijo de Joás, volvió de la batalla por la subida a Heres. Y capturó a un joven de Sucot y lo interrogó. Entonces el joven le dio por escrito los nombres de los príncipes de Sucot y de sus ancianos, setenta y siete hombres. Y fue a los hombres de Sucot y dijo:He aquí a Zeba y a Zalmuna, acerca de los cuales me injuriasteis, diciendo:»¿Están ya las manos de Zeba y Zalmuna en tu mano para que demos pan a tus hombres que están fatigados?» Entonces tomó a los ancianos de la ciudad, y espinos del desierto y abrojos, y con ellos castigó a los hombres de Sucot. Derribó la torre de Peniel y mató a los hombres de la ciudad.

El texto muestra un juego de palabras en hebreo, quien una vez trillaba trigo (6:11) ahora trilla los líderes de Sucot… con espinos y abrojos… quien una vez derribara el altar de Baal (6:25), ahora derriba la torre en Peniel.

Solo Abimelec sobrepasa la brutalidad de Gedeón en castigar israelitas que han incurrido en su desagrado. Es el inicio de una guerra civil que irá ampliándose a medida que la narración continúa. ¿Dónde quedó el temeroso que se puso a jugar con el vellón?

Miren la precisión: captura un joven de la ciudad, obtiene los nombres de todos los príncipes y ancianos (77!) y los castiga: su libra de carne, ni una onza más pero tampoco una menos. La severa lección de un hombre severo.

En Peniel, la frase es corta pero escalofriante: mató a los hombres de la ciudad.

v.18-21 Después dijo a Zeba y a Zalmuna:¿Qué clase de hombres eran los que matasteis en Tabor? Y ellos respondieron: Eran como tú, cada uno parecía hijo de rey. 19Y él dijo: Eran mis hermanos, hijos de mi madre. Vive el SEÑOR, que si los hubierais dejado con vida, yo no os quitaría la vida. 20Y dijo a Jeter su primogénito: Levántate y mátalos. Pero el joven no sacó la espada porque tenía temor, pues todavía era muchacho. 21Entonces Zeba y Zalmuna dijeron: Levántate tú y cae sobre nosotros; porque como es el hombre, así es su fortaleza. Y se levantó Gedeón y mató a Zeba y a Zalmuna, y tomó los adornos de media luna que sus camellos llevaban al cuello.

¡Qué difícil es terminar bien! La escalada de violencia sigue. El v.18 revela lo que sucede cuando un hombre que ahora tiene poder absoluto lo utiliza para empatársela a sangre fría, no se trata de muertes en el fragor de la batalla.

Vemos ahora la razón oculta de haber perseguido estos reyes 130 km desierto adentro: los de Efraín le trajeron las cabezas equivocadas! La pregunta del v.18 es mera retórica, 

RETORICA (Del lat. rhetorĭca, y este del gr. ῥητορική).

1. Arte de bien decir, de dar al lenguaje escrito o hablado eficacia bastante para deleitar, persuadir o conmover. 2. Teoría de la composición literaria y de la expresión hablada.

Gedeón sabía (y los reyes también) dónde estaban sus hermanos muertos y enterrados, y la irónica y orgullosa respuesta lo confirma, oh eran como tú, parecían hijos de rey… (botín de guerra, pues). Es claro que no se intimidan delante de Gedeón. Lo que tenemos en frente es el ritual intercambio de insultos antes de un duelo. Ambas partes llenas de orgullo y sin retroceder ni un paso. La única manera de terminar esto es que uno mate al otro, y Gedeón es quien tiene la espada.

Interesante, este verso provee la primera pista sobre Gedeón como rey. La transformación a los ojos de sí mismo y de los demás.

19Y él dijo: Eran mis hermanos, hijos de mi madre. Vive el SEÑOR, que si los hubierais dejado con vida, yo no os quitaría la vida

Gedeón profiere un juramento y nombra al Señor, pero Jehová no ha tenido participación (ni lo envió, ni lo comisionó, ni le aseguró victoria como antes). Gedeón intenta justificar su acción, pero lo que acaba de pasar en Sucot y en Peniel nos indica que aquí no hay piedad. Desde que cruzó el Jordán Gedeón se ha vuelto ley para sí mismo. Introduce a Jefté -su primogénito- una nota sobre posible dinastía, quien al rehusar el encargo nos revela al antiguo Gedeón: temeroso, muy joven (6:15); el mismo razonamiento que tuvo Gedeón. Gedeón ha cambiado.

20Y dijo a Jeter su primogénito: Levántate y mátalos. Pero el joven no sacó la espada porque tenía temor, pues todavía era muchacho.

21Entonces Zeba y Zalmuna dijeron: Levántate tú y cae sobre nosotros; porque como es el hombre, así es su fortaleza. Y se levantó Gedeón y mató a Zeba y a Zalmuna, y tomó los adornos de media luna que sus camellos llevaban al cuello.

Los reyes se muestran desafiantes y burlones hasta lo último: la fuerza es la medida de un hombre. Si eres hombre, mátanos. Gedeón lo hace.

Conduce una venganza personal contra Zeba y Zalmuna, no se trata de un acto de justicia como agente de Jehová que cumple la ley al respecto. En caso de asesinato, la ley israelita daba al pariente varón más próximo el derecho y la obligación de matar al asesino (Número 35:12-28; Deut 19:4-6, 11-13); sin embargo, para prevención de abusos a inocentes se encontraban las ciudades de refugio donde alguien acusado falsamente podía encontrar albergue y ser oído por los ancianos. Aquí no hay nada de eso, los hechos de Sucot y Peniel hablan en contra de Gedeón.

Apuntes a Jueces, 7:9 a 8:3

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el aliento en la debilidad

vean cuán consistente el reporte de victoria (v.16-22) con el tema de la debilidad (v.1-8). El plan luce ingenioso: dividir en 3 grupos, romper cántaros, blandir antorchas, sonar cuernos.. ¡solo con 300 hombres! ¿Quién peleó entonces? Toda la victoria fue obra del Señor!

v.9-10 Y aconteció que aquella misma noche, el SEÑOR le dijo: Levántate, desciende contra el campamento porque lo he entregado en tus manos.

10Pero si tienes temor de descender, baja al campamento con tu criado Fura,

¿Miedo? ¿yo…? Tú mismo!… v.11 y oirás lo que dicen; entonces tus manos serán fortalecidas para descender contra el campamento. Y descendió con su criado Fura hasta los puestos avanzados del ejército que estaban en el campamento. Sin pedirla, de pura gracia se le otorga la prueba de la victoria que avecina. Para muchos, perder el miedo no es algo que se conquista y ya, el miedo es algo que se ha resistir una y otra vez. El Señor le permite ir con Fura, su asistente, reminiscencia de Moisés con Aarón (Exodo 4:10-17).

De nuevo, el punto central es la obediencia, no ser el héroe de la película. El Señor conoce los temores de sus siervas, sabe cuán temerosas podemos estar en las circunstancias (Salmo 103:14 Porque El sabe de qué estamos hechos, se acuerda de que somos sólo polvo). Y no ridiculiza nuestro temor, no se burla de nuestra fragilidad. O sea que sería muy interesante cambiar el prejuicio publicitario, el estereotipo de una sierva de Cristo; luego pensamos en alguien dinámica, segura, confianzuda, sin miedo, aventurera, o glamorosa -hasta 1-2 veces en el periódico o en la TV.

¿Cómo te ves a ti misma?

¿Piensas que eres inútil porque no tienes ese ‘aire publicitario’ o esa imagen fotogénica?

Hebreos 11:34…siendo débiles, fueron hechos fuertes…

v.12 Y los madianitas, los amalecitas y todos los hijos del oriente estaban tendidos en el valle, numerosos como langostas; y sus camellos eran muchos, innumerables, como la arena que está a la orilla del mar. 

Lenguaje poético, hiperbólico, el punto es claro: la victoria se deberá únicamente a la gracia de Dios. Nadie puede derrotar un ejército de miles con tan solo 300 hombres.

v.13-25 Cuando llegó Gedeón, he aquí que un hombre estaba contando un sueño a su amigo, y decía: He aquí, tuve un sueño; un pan de cebada iba rodando hasta el campamento de Madián, y llegó hasta la tienda y la golpeó de manera que cayó, y la volcó de arriba abajo y la tienda quedó extendida. 14Respondió su amigo, y dijo: Esto no es otra cosa que la espada de Gedeón, hijo de Joás, varón de Israel; Dios ha entregado en su mano a Madián y a todo el campamento…25Y capturaron a los dos jefes de Madián, Oreb y Zeeb; mataron a Oreb en la peña de Oreb y mataron a Zeeb en el lagar de Zeeb, cuando perseguían a Madián. Y trajeron a Gedeón las cabezas de Oreb y Zeeb del otro lado del Jordán.

la causa de la debilidad

Tristemente, el tema sobre la debilidad toma un giro. En resumen, Gedeón luchará tres conflictos: contra Baal (cap.6), contra Madián (cap.7) y contra Israel mismo (cap.8).

Había llamado a la tribu de Efraín para que corrieran al Jordán e impidieran la huida de los madianitas. Y éstos lo hicieron. Pero estaban enojados contra Gedeón: ¿quién te crees, iniciando hostilidades sin consultarnos?

8:1 Entonces los hombres de Efraín le dijeron:¿Qué es esto que nos has hecho, al no llamarnos cuando fuiste a pelear contra Madián? Y le criticaron duramente.

La confrontación ocurre en un momento muy peligroso. Tal parece que Efraín es la prima donna entre las tribus, un Diótrefes corporativo (3 Juan 1:9 Escribí algo a la iglesia, pero Diótrefes, a quien le gusta ser el primero entre ellos, no acepta lo que decimos). 

La diplomática respuesta de Gedeón suaviza las cosas (v.2 Pero él les dijo:¿Qué he hecho yo ahora en comparación con vosotros? ¿No es mejor el rebusco de Efraín que la vendimia de Abiezer?)

REBUSCAR. 1. Escudriñar o buscar con cuidado. 2. Recoger el fruto que queda en los campos, particularmente el de las viñas, después de alzadas las cosechas. 3. Buscar con afán y sacrificio la solución de un problema.

rebuscársela. 1. Ingeniarse para enfrentar y sortear dificultades cotidianas.

El rebusco es mayor que la vendimia, dice Gedeón, un chin de masaje al inflado ego efrainita pues acaban de capturar dos jefes. Y funciona:

v.3 Dios ha entregado en vuestras manos a los jefes de Madián, Oreb y Zeeb; ¿y qué pude hacer yo en comparación con vosotros? Entonces se aplacó la ira de ellos contra él cuando dijo esto.

Hasta aquí, un modelo de piedad mosaica. Comisionado por Dios, investido con Su Espíritu, en una guerra santa donde la victoria no es personal sino un regalo divino.

Pero entonces…

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Apuntes a Jueces, 6:33 a 7:8

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La seguridad que nos fortalece

v.33 Pero todos los madianitas, los amalecitas y los hijos del oriente se reunieron, y cruzaron y acamparon en el valle de Jezreel.

¿Recuerdan la localización del Valle de Jezreel? Contenía la mejor tierra fértil al oeste del Jordán, situación estratégica importante para viajes, comercio, comunicaciones, y defensa. Fue aquí que Barac derrotó a Sísara. Observen que el texto señala nueva lucha, misma canción. Pero ahora hay un cambio: 

v.34 Y el Espíritu del SEÑOR vino sobre Gedeón, y éste tocó la trompeta y los abiezeritas se juntaron para seguirle. 

La carrera de Gedeón comienza a parecerse a Otoniel, el Espíritu del Señor se apodera, literalmente arropa para que haga lo que tiene qué hacer. Gedeón reúne su propio clan y el de Manasés (v.35 Envió mensajeros por todo Manasés, que también se juntó para seguirle; y envió mensajeros a Aser, a Zabulón y a Neftalí, que subieron a su encuentro) y se prepara para el conflicto. 

Ahora bien, observen que el poder del Espíritu se asocia con la debilidad humana (para que notemos cuál es la seguridad que nos fortalece).

v.36-40 Entonces Gedeón dijo a Dios: Si has de librar a Israel por mi mano, como has dicho, 37he aquí, yo pondré un vellón de lana en la era. Si hay rocío solamente en el vellón y toda la tierra queda seca, entonces sabré que librarás a Israel por mi mano, como has dicho. 38Y así sucedió. Cuando se levantó temprano en la mañana, exprimió el vellón y escurrió el rocío del vellón, un tazón lleno de agua. 39Y Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira contra mí si hablo otra vez; te ruego que me permitas hacer otra vez una prueba con el vellón; que ahora quede seco el vellón y haya rocío en toda la tierra. 40Así lo hizo Dios aquella noche, porque solamente quedó seco el vellón y había rocío en toda la tierra.

Gedeón repite las palabras como has dicho (Tú) al parecer asegurando la promesa que Dios le ha hecho. Tiene incertidumbre, pero no incredulidad. No es ausencia de fe sino la precaución de la fe. Cierto que el asunto el vellón no es nada ejemplar, pero lo que hemos de notar es que ser “arropados por el Espíritu”(v.34) no anula la personalidad de uno o lo hace inmune a la debilidad normal encontrada en nosotros como seres caídos.

Gedeón todavía lucha para creer y actuar con certeza sobre lo que Dios le ha dicho.(¿llamarías cobarde a tu hijo de 5 años por que le tiene miedo al perro del vecino?)

Y de nuevo vemos la maravillosa gracia de Dios en operación al permitir la imperfección de este hombre. El mismo Gedeón sabe que está siendo impertinente (mira su lenguaje: no se enoje mi Señor…), que no tendría qué estar preguntando. Dios también lo sabe, pero ¡no le hace ni una sola palabra de reproche! (contraste con la respuesta de Débora a Barac en 4:9). Dios sencillamente da lo que el otro pide, con una paciencia similar a la que vimos antes con la comida y que veremos después en 7:9-11 (el sueño interpretado).

La imperfección sirve para magnificar la gracia de Dios: lo ejemplar es la conducta de Dios, no la de Gedeón (para los que tienen la costumbre de tomar estos versos como modelo para buscar y obtener guía divina).

Respecto a los particulares y al por qué una segunda prueba, resulta que al solicitar primero que el vellón esté mojado y la tierra seca, cualquier habitante del desierto hace lo mismo para dar agua a su ganado (porque la naturaleza de la lana es absorber agua), por tanto el verdadero milagro es al revés: el vellón seco y la tierra mojada (Santiago 4:3 pedís y no recibís… ). 

Saben, no es un secreto que la publicidad vende imagen. Y, honestamente, nuestra publicidad y pasiones prefiere la imagen agresiva, segura, autosuficiente, hasta arrogante… Quizás no entendemos mucho la Biblia por esa razón. La Escritura no está obsesionada para nada con nuestra imagen. De hecho, lo que hace es cortar justo por el medio tal mentalidad. Dios llama siervos, no héroes, y muchos de estos siervos no llenan el modelo que la publicidad nos ha hecho comprar.

Gedeón es uno de ellos. Es obvia la debilidad de este hombre (y de Israel): ¿cómo se veía a sí mismo?(6:15) ¿cuál era el estado de la nación? (6:2-6), su miedo a los hombres del pueblo (6:27), su necesidad de más seguridad (6:36-40), la reducción radical de su ejército (7:2-8), su temor a la batalla (7:10-15), su blanda respuesta a Efraín (8:1-3), la falta de apoyo a sus tropas (8:4-9), y su rechazo a ser rey (8:22-23).

¿Ven la imagen? Presentado en toda su debilidad, (igual que tú y que yo).

2 Corintios 12:9 Y El me ha dicho: Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí.

NOTA: no hablamos de falsa debilidad inducida por supuesta modestia. Debilidad aquí es su condición como tal. De modo que en la experiencia cristiana es importante definir lo que NO es debilidad: no significa que usted es un globo de gelatina que se mueve a los pies de Dios; no significa quejumbre; o de que luces pálida y te da la gripe. No se trata de cómo te sientas -es posible que ni te sientas débil-, la esencia es que eres débil, no si te sientes débil, es decir, no tenemos recurso algo y dependemos, descansamos, solo en El.

la necesidad de la debilidad

7:1 Entonces se levantó temprano Jerobaal, es decir Gedeón, y todo el pueblo que estaba con él, y acamparon junto a la fuente de Harod; y el campamento de Madián estaba al norte de ellos, cerca de la colina de More, en el valle.

El experimento del vellón tomó dos noches, al tercer día fue y acampó al pie del Monte Gilboa (junto a la fuente de Harod), hacia la parte más oriental del valle de Jezreel, desde donde podría visualizar todo el valle. La colina de More estaba a unos 13 km al noroeste, al sur del Monte Tabor así que la situación militar del campo madianita la vemos a través de los ojos de Gedeón (v.8 otra vez). 

v.2 Y el SEÑOR dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es demasiado numeroso para que yo entregue a Madián en sus manos; no sea que Israel se vuelva orgulloso, diciendo:»Mi propia fortaleza me ha librado.”

Esta vez es Jehová mismo que interrumpe, pero Su preocupación es de otro orden: cómo interpretará Israel la victoria si permite que Gedeón avance con toda la gente que respondió al llamado. Oh, oh, Gedeón no murmura (aunque podemos imaginar la sorpresa): se le retira la seguridad de los que mostraron apoyo. 

Qué lección: solamente confianza radical en Dios mismo le llevará adelante.

v.3-7 Ahora pues, proclama a oídos del pueblo, diciendo:»Cualquiera que tenga miedo y tiemble, que regrese y parta del monte Galaad.» Y veintidós mil personas regresaron, pero quedaron diez mil. 

4Y el SEÑOR dijo a Gedeón: Todavía el pueblo es demasiado numeroso; hazlos bajar al agua y allí te los probaré. Y será que de quien yo te diga:»Este irá contigo», ése irá contigo; pero todo aquel de quien yo te diga:»Este no irá contigo», ése no irá. 

5E hizo bajar el pueblo al agua. Y el SEÑOR dijo a Gedeón: Pondrás a un lado a todo aquel que lamiere el agua con su lengua, como lame el perro, y a todo el que se arrodille para beber. 6Y fue el número de los que lamieron, poniendo la mano a su boca, trescientos hombres; pero todo el resto del pueblo se arrodilló para beber. 7Entonces el SEÑOR dijo a Gedeón: Os salvaré con los trescientos hombres que lamieron y entregaré a los madianitas en tus manos; que todos los demás del pueblo se vayan, cada uno a su casa.

El contingente se reduce en dos pasos, de 32,000 a 300. Jóvenes, usemos la materia gris:

  1. Gedeón se obliga a diferenciarse de los temerosos y de su propio pasado;
  2. pero todavía son muchos!
  3. la prueba del agua no exhibe ninguna virtud, nada que podamos sacar del texto mismo, quizás los que lamieron el agua como perros demostraron la debilidad de no estar alertas y por eso mismo fueron escogidos (la misma razón que hubo para reducir el número: para que no gloríen en sí mismos); pero quizás no es nada más que un método conveniente y rápido para establecer dos grupos, y los 300 se escogieron porque eran los menos.
  4. el punto es que no sabemos por qué! (y no especular)
  5. el resultado es que con solo 300, la posibilidad de victoria es bastante remota. Los 300 ejemplifican la debilidad de Israel, no el epitome de su fortaleza.

Amadas, la tendencia es glorificarnos a nosotras mismas, confiar en nuestro plan B, dar crédito a nuestras contribuciones, pensar cuán listas somos… Jehová piensa muy distinto: insiste en reducirnos a la nada para que por fuerza aprendamos que la liberación solo proviene de El. La necesidad de la debilidad.

v.8 Y los trescientos hombres tomaron en sus manos las provisiones del pueblo y sus trompetas. Y Gedeón envió a todos los demás hombres de Israel, cada uno a su tienda, pero retuvo a los trescientos hombres; y el campamento de Madián le quedaba abajo en el valle.

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Apuntes a Jueces, 6:11-32

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La promesa que nos equipa

v.11-24. La promesa es simple: Jehová está contigo (v.12), pero levanta una nube de preguntas en Gedeón, ¿por qué sacude el lagar para esconder el trigo?(v.11) ¿por qué estos vienen cada año a robar y destruir? ¿dónde están Sus obras? ¿por qué están abandonados en Madián?(v.13). Es claro que Gedeón no es precisamente un modelo de fe cuando es llamado a salvar a Israel. Si Dios está con él, la razón se encuentra en Dios mismo, no en Gedeón. Y noten que Dios lo llama “valiente guerrero”, es decir no importa cómo Gedeón se vea a sí mismo sino cómo Dios lo declara. Su fuerza reside en haber sido escogido por Dios y en la promesa de Dios de estar con él.

La figura de Gedeón es comparable a Moisés: circunstancias similares -escondidos del enemigo, trabajando para su padre-, reciben la misma palabra de autorización “Yo te he enviado”; también protesta y se juzga inadecuado para la tarea y también recibe la misma seguridad y un signo inequívoco que induce temor en quien es llamado [el fuego de la zarza, aquí el fuego del holocausto ofrecido].

Notemos de paso que la perspectiva de Gedeón hace ver cuán necesaria fue la interpretación profética de los v.8-10. Es bueno que recordemos que:

He aquí, no se ha acortado la mano del SEÑOR para salvar; ni se ha endurecido su oído para oír. Pero vuestras iniquidades han hecho separación entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados le han hecho esconder su rostro de vosotros para no escucharos (Isaías 59:1-2)

De todos modos Gedeón protesta contra la comisión. Su clan es el más pequeño de Manasés; es el más pequeño de los hombres de la casa (v.15).

¿Cómo responde Dios? Lo clásico: Yo estaré contigo (v.16).

La respuesta es histórica. Es como la carta de triunfo del Señor frente a siervos dudosos o poco dispuestos.

  1. Moisés (Exodo 3:12)
  2. Josué (Josué 1:5)
  3. en todo dilema, dudas, etc., (Génesis 28:15; 46:4; Deut 20:1; Sal 23:4; Isaías 41:8-10; 43:2,5; Mateo 28:20; Hechos 18:9-10).

Dios no responde tus preguntas sobre los detalles. Solo provee lo esencial.

Sin embargo, Gedeón quiere seguridad de que la promesa es realmente de Dios: 

v.17b muéstrame una señal de que eres tú el que hablas conmigo

Gedeón tiene alguna pista sobre la dignidad del Visitante (le llama señor en v.13, luego Señor en v.15); evidencia alto valor por la promesa al querer asegurarse el Señor de la promesa. No puede haber errores. Tiene que saber si es Palabra de Dios o al menos que posee la autoridad de Dios.

Gedeón propone que su ofrenda se convierta en el laboratorio de la señal de seguridad divina, quiere saber si su Visitante recibirá la oferta como un regalo o como una ofrenda, es decir, si es humano o es divino. Su Visitante promete esperar (v.18). Ahora bien, entonces no había restaurantes de comida rápida, toma su tiempo ir y preparar un chivito y hacer pan [1 efa de harina= ¡22 litros! algo enteramente fuera de proporción] (v.19), pero finalmente regresa. Dispone la comida como el ángel le solicita y entonces el ángel del Señor (Dios mismo!) toca la ofrenda con la punta de su vara y ¡fuego! (v.21b), desaparición (v.21c), iluminación de Gedeón (v.22).

Vaya paradoja: Gedeón quiere seguridad, pero cuando ésta llega, se llena de terror en lugar de fortaleza

v.22 Al ver Gedeón que era el ángel del SEÑOR, dijo:¡Ay de mí, Señor DIOS! Porque ahora he visto al ángel del SEÑOR cara a cara. Quiere seguridad pero hay un problema con ella.

Luego no comprendemos la agonía de Gedeón. Luego queremos darle palmaditas en el hombre y decirle “no te preocupes hermano, Dios no es tan terrible, mira, cuando llegues al NT…” No comprendemos la agonía de Gedeón porque luego no tenemos sentido real de Quién es Dios, porque pensamos que tener intimidad con El es un derecho inalterable en lugar de un regalo indescriptible.

No hay nada más extraordinario que la gracia así como no hay nada más extraordinario que la santidad. Gedeón supo más. Nada puede dar más seguridad que escuchar Yo estoy contigo de la misma boca de Dios. Solamente Dios puede hablar de paz a los temblorosos (v.23-24 Y el SEÑOR le dijo: La paz sea contigo, no temas; no morirás. Y Gedeón edificó allí un altar al SEÑOR y lo llamó El SEÑOR es Paz, el cual permanece en Ofra de los abiezeritas hasta hoy.) En gratitud por lo que ha recibido [ver a Dios] Gedeón edifica un altar y lo nombra Jehová-Shalom (Jehová, quien se apareció a mí) (Shalom, la palabra de vida que me habló).

La demanda que nos compromete

v.23-24 Y el SEÑOR le dijo: La paz sea contigo, no temas; no morirás. Y Gedeón edificó allí un altar al SEÑOR y lo llamó El SEÑOR es Paz, el cual permanece en Ofra de los abiezeritas hasta hoy

La extravagancia de la ofrenda fue una invitación implícita para el Visitante, quien hace precisamente eso. Desde que Gedeón regresa, el Visitante toma el control de la situación y transforma la roca en un altar. El sitio, Ofra de los abiezeritas es más que pura localización (v.11), denota el punto del llamado a Gedeón y anticipa el siguiente episodio que se resolverá ahí, la rivalidad entre Jehová y Baal, yuxtapuesta por los dos altares. La realidad de la vida en Ofra está ahí y Gedeón tendrá qué enfrentarlo.

Ahora bien, al construir su altar, Gedeón ha creado una situación difícil: ahora hay dos altares en Ofra, rivales: su propio Dios, Jehová, y el dios de su padre, Baal (la variante particular que su padre adoraba). Es un estado de la situación de Israel en general, porque el problema no es la relación entre Israel y Madián sino entre Israel y Jehová. El centro del problema es espiritual, de modo que la ‘salvación’ de Israel empieza reclamando la apostasía.

No puede haber paz –shalom, bendición del pacto- mientras haya lealtades divididas.

No es verdad que Gedeón disfrutará en privado su rica experiencia religiosa personal. Se le dice que esa misma noche deberá actuar la consecuencia radical, transformadora, de su propia familia y de la comunidad. Empezar donde resulta más duro: por su casa.

v.25-26 Sucedió que aquella misma noche el SEÑOR le dijo: Toma el novillo de tu padre y otro novillo de siete años; derriba el altar de Baal que pertenece a tu padre y corta la Asera que está junto a él; 26edifica después, en debida forma, un altar al SEÑOR tu Dios sobre la cumbre de este peñasco; toma el segundo novillo y ofrece holocausto con la leña de la Asera que has cortado.

El primer animal, un buey, normalmente era utilizado para llevar carga, construir y/o demoler; el segundo, un toro joven de 7 años solían emplearse para reproducción. El altar a ser demolido es típicamente canaanita: una plataforma de piedra, elevada, utilizada para sacrificio ritual (que había de ser derribado) y la estatuilla de Asera en madera (que había de ser cortada). Oh, pero hay un pero…

El altar pertenece a su papá.

SINCRETISMO: (Del gr. συγκρητισμός, coalición de dos adversarios contra un tercero).

1. Sistema filosófico que trata de conciliar doctrinas diferentes. 2. Expresión en una sola forma de dos o más elementos lingüísticos diferentes.

El altar de Joás representa la clase de sincretismo común al período de los Jueces: la adoración a Jehová siguiendo la moda canana como si fuese un Baal israelita. Totalmente inaceptable. ¿Cuál es el problema?

Que destruir el altar de su padre es abrir una brecha de separación que incluso conlleve expulsión del clan y pérdida de su herencia. Ah!

La demanda a Gedeón establece un paradigma para Israel. Jehová se prepara a liberarlos; pero Israel debe estar preparada apropiadamente para tal liberación. Dios no confía Sus buenos regalos a quienes no se entregan a El por completo. Es sencillo: ¿qué hacemos cuando uno de nuestros hijos llega lleno de raspones porque se cayó de la bicicleta? nadie le pone una curita y ya, no, primero lavamos, limpiamos y después va la curita. Es lo mismo que hace nuestro Señor Jesucristo cuando habla al joven rico, expone su transgresión moral al primer mandamiento, le llama a romper su ídolo y luego a seguirlo (Marcos 10:21). No puede haber corazón dividido. No para Gedeón, no para Israel, tampoco para el joven rico ni para nosotras.

PARADIGMA: (Del lat. paradigma, y este del gr. παράδειγμα).

1. Ejemplo o ejemplar. 2. Cada uno de los esquemas formales en que se organizan las palabras nominales y verbales para sus respectivas flexiones. 3. Conjunto cuyos elementos pueden aparecer alternativamente en algún contexto especificado.

Tal es la demanda de Jehová: si Dios es tu Salvador, Baal debe irse. 

1 Reyes 18:21 Elías se acercó a todo el pueblo y dijo:¿Hasta cuándo vacilaréis entre dos opiniones? Si el SEÑOR es Dios, seguidle; y si Baal, seguidle a él. Pero el pueblo no le respondió ni una palabra.

A los que oran como Agustín de Hipona cuando era maniqueo “ Señor dame castidad, pero todavía no”, la realidad es que ya han decidido el curso a seguir. Jueces 6 y Mateo 6 concuerdan: nadie puede servir a dos señores (Mateo 6:24); nuestro compromiso no pertenece a la Secreta, hemos de declarar lo que somos, quemar los puentes y, si es necesario, firmes aunque sea solas, contra las expectativas religiosas, culturales, sociales, educativas, etc., de la comunidad.

v. 27 Gedeón tomó diez hombres de sus siervos e hizo como el SEÑOR le había dicho; y sucedió, que como temía mucho a la casa de su padre y a los hombres de la ciudad para hacerlo de día, lo hizo de noche. ¿Nos sorprende? Démosle crédito: lo hizo (y Dios lo había llamado valiente guerrero, ¿recuerdan?). Hacerlo de noche tiene su ventaja pues nadie lo interrumpió y después de todo sí resulta valiente (en términos de riqueza e influencia).

Observen que Dios simplemente le dijo haz tal cosa. Gedeón fue y la hizo. Es evidente que lo esencial es la obediencia, ser un héroe es opcional.

v.28-30 Cuando los hombres de la ciudad se levantaron temprano en la mañana, he aquí, el altar de Baal había sido derribado y cortada la Asera que estaba junto a él, y el segundo novillo había sido ofrecido en el altar que se había edificado. 29Y se dijeron unos a otros:¿Quién ha hecho esto? Y cuando buscaron e inquirieron, dijeron: Gedeón, hijo de Joás, ha hecho esto. 30Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Joás: Saca a tu hijo para que muera, porque ha derribado el altar de Baal, y ciertamente ha cortado la Asera que estaba a su lado.

¿Se imaginan el furor y la chismosería del pueblo? De alguna manera se enteraron porque de inmediato llamaron a Joás. Lo bueno de las crisis es que luego traen a sensatez, noten la respuesta del papá:

v.31-32 Pero Joás dijo a todos los que estaban contra él: ¿Contenderéis vosotros por Baal, o lo libraréis? A cualquiera que contienda por él, se le dará muerte antes de llegar la mañana. Si es un dios, que contienda por sí mismo, porque alguien ha derribado su altar. 

32Por tanto, aquel día Gedeón fue llamado Jerobaal, es decir, que Baal contienda contra él, porque había derribado su altar.

Joás se encuentra ante la disyuntiva de escoger entre los hombres del pueblo y su propio hijo! A nivel esencial, entre Jehová y Baal, entre sincretismo u obediencia al pacto, entre politeísmo o monoteísmo: no puede tener ambos.

El acto de Gedeón no da lugar a términos medios. Es un momento histórico, pivote en toda la historia. Tan pronto como Joás empieza a hablar se nota su decisión y la crisis pasa (comparar con Elías en 1 Reyes 18:27  Y sucedió que ya al mediodía, Elías se burlaba de ellos y decía:Clamad en voz alta, pues es un dios; tal vez estará meditando o se habrá desviado, o estará de viaje, quizá esté dormido y habrá que despertarlo.)

Repentinamente Joás descubrió una nueva teología: “Baal no necesita ayuda del consejo de ofraditas para mantener su honor, debiera ser muy capaz de castigar a mi hijo.” Joás, el patrón del culto canaanita ahora convertido en protoElías, retando al pueblo a que Baal se defienda solo o serán acusados de asesinato, o arriesgarse a exhibirlo como lo que es es: nada.

Nadie se mueve, no vuela ni una mosca, y Gedeón resurge como Jerobaal: héroe revolucionario y testimonio vivo de la impotencia de Baal.

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Apuntes a Jueces, 6:1-10

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Ojalá pudiéramos tragar el capítulo entero de una sola vez. Empieza con la misma temida frase acerca de la idolatría de Israel…

v.1 Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos del SEÑOR, y el SEÑOR los entregó en manos de Madián por siete años.

y luego la descripción detallada de las aflicciones de Israel: pérdida de las cosechas, robo del ganado y utensilios, tal y como se había pronosticado si rompían el pacto descrito en

Deut 28:29,31 y andarás a tientas a mediodía como el ciego anda a tientas en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos; más bien serás oprimido y robado continuamente, sin que nadie te salve… Tu buey será degollado delante de tus ojos, pero no comerás de él; tu asno será arrebatado, y no te será devuelto; tu oveja será dada a tus enemigos, y no tendrás quien te salve.

El episodio de Gedeón y la lucha entre Israel y sus enemigos vuelve a centrarse en la Llanura de Jezreel (v.33), una secuela natural de lo que pasó con Barak.

Durante siete largos años los madianitas [descendientes de Madián, hijo de Cetura, concubina de Abraham; enviado hacia el Este, más allá del Jordán, para separarlo de Isaac; Génesis 25:1-6] dejaron a Israel sin modo ni medios para sustentarse. Cada año lo mismo: invasión desde el este cruzando el Jordán, golpear la canasta de pan del Valle de Jezreel, robar ovejas, bueyes y burros -la suma total de su economía-, barriendo hasta el sureste -hasta Gaza y Filistea-, practicando su política de ‘limpieza étnica.’ Siete años. Hambrientos, pobres y cansados.

Imaginen: cada año correr porque llegan los madianitas, recoger lo poco que haya de grano y ganado (si hay) y correr a las montañas a esconderse en alguna gruta o caverna, hasta que la langosta (v.5) extranjera se aburra y se mueva a otros lugares. Hasta que el pueblo clamó al Señor:

v.6 Así fue empobrecido Israel en gran manera por causa de Madián, y los hijos de Israel clamaron al SEÑOR.

La palabra que nos critica

v.7-10 Y cuando los hijos de Israel clamaron al SEÑOR a causa de Madián, 8el SEÑOR envió a los hijos de Israel un profeta que les dijo: Así dice el SEÑOR, Dios de Israel:»Fui yo el que os hice subir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre.» 9Os libré de la mano de los egipcios y de la mano de todos vuestros opresores; los desalojé delante de vosotros, os di su tierra, 10y os dije:»Yo soy el SEÑOR vuestro Dios. No temeréis a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis. ‘Pero no me habéis obedecido.

Jehová hace algo extraño: envía un profeta (algo así como que nos quedamos tiradas en la calle, llamamos al taller y nos envían un filósofo en lugar del mecánico). 

Israel necesita un libertador, Dios envía un profeta. Israel pide un acto del poder de Dios, El envía un proclamador de Su palabra de gracia (v.8b-9 «Fui yo el que os hice subir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre.» Os libré de la mano de los egipcios y de la mano de todos vuestros opresores; los desalojé delante de vosotros, os di su tierra), quien repite las demandas de Jehová (v.10a«Yo soy el SEÑOR vuestro Dios. No temeréis a…) y señala la acusación del mismo Dios (v.10b Pero no me habéis obedecido).

La función de este profeta contrasta fuertemente con la de Débora: no viene a iniciar ningún proceso de liberación sino a acusar al pueblo de infidelidad y -por implicación- que han perdido todo derecho a ser liberados. De ahí que Jehová envía un profeta porque Israel necesita algo más que alivio inmediato; necesitan comprender por qué están siendo oprimidos. Como si por primera vez empezara a mostrarse la frustración del Señor. El efecto del discurso es de precaución: no creas que clamar al Señor equivale a liberación. Necesitan ver que la mano de Dios los entregó a Madián porque “no escucharon Su voz.”

¿Qué les parece? ¿Habrá cambiado la manera de Dios con Su pueblo?

¿Acaso no nos sorprendemos luego de las respuestas ‘inapropiadas’ de Dios a nuestras necesidades urgentes? Igual que Israel, queremos escapar de circunstancias mientras que Dios quiere que interpretemos nuestras circunstancias.

Algunas veces necesitamos entendimiento más que alivio. Apelar a Jehová no es un instrumento para asegurar el futuro de manera automática. Clamar al Señor es invocar una relación, pero la relación conlleva deberes que Israel no ha cumplido.

Entender los caminos hacia la santidad es más importante que no sentir dolor. Dios quiere instruirnos, no pacificarnos.

Y no olvidemos Su bondad en todo esto. Una de las grandes bondades del Señor es traernos a la crítica de Su Palabra para exponer las razones (los por qué) de nuestra miseria. Lo hace mediante la predicación, el consuelo o la lectura de Su Palabra.

La gracia que nos sostiene

Observen que el profeta no termina su sermón (v.8b-10). Veamos:

Introducción: Así dice el SEÑOR, Dios de Israel

Memoria de la gracia: Os libré de la mano de los egipcios y de la mano de todos vuestros opresores (te saqué de casa de esclavitud); 

los desalojé delante de vosotros, os di su tierra”

Memoria de lo estipulado por Jehová: y os dije:

«Yo soy el SEÑOR vuestro Dios. 

No temeréis a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis

Acusación: Pero no me habéis obedecido.”

Y como si nada nada limonada aparece el Angel del Señor y se sienta debajo de la encina que estaba en Ofra (v.11). Totalmente inesperado. Uno esperaría anuncio de juicio (por ejemplo Jeremías 11:9-11; 25:1-11). No aquí. He aquí la gracia que nos sostiene (Salmo 103:11 Porque como están de altos los cielos sobre la tierra, así es de grande (portentosa!) su misericordia para los que le temen). 

Cuando “debiera” destruir, salva. (Exodo 34:6…lento para la ira y abundante en misericordia y verdad; Lamentaciones 3:33 porque El no castiga por gusto, ni aflige a los hijos de los hombres).

Efesios 2:4-6  Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia habéis sido salvados), y con El nos resucitó, y con El nos sentó en los lugares celestiales en Cristo Jesús. ¡El mismo Dios que brilla en Jueces 6!

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Apuntes a Jueces, 5:1-31

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La canción de Débora

Parte balada, parte himno, asume que conocemos la historia de los eventos narrados. Débora es presentada como madre de Israel (v.7); la canción provee elementos de fuerza al relato; el sarcasmo dramático sobre la madre de Sísara que espera en vano (v.28-30) aumenta la efectividad de la canción.

Contenido

versículos

estrofas

A (1) alabanza al Señor x lo que contará

(2) llamado a prestar atención

v.2

v.3

I.A

B la llegada de Jehová, el divino guerrero vv.4-5
C condiciones antes de la batalla vv.6-8

I.B

D llamada a participar en batalla vv.9-13

II

E respuesta de las tribus vv.14-18

III

F la batalla misma vv.19-23

IV

G la muerte de Sísara vv.24-27

V.A

H su madre espera en vano vv.28-30

V.B

I invocación final a Jehová v.31a

Observen que el foco de atención es Dios (v.2-3), quien acude a la batalla con terrible majestad, el campeón de Israel. Las imágenes de tormenta de la teofanía (v.4-5) prepara el camino a la participación de elementos cósmicos en la descripción de la batalla (v.19-21).

TEOFANIA: 1. Manifestación de la divinidad de Dios

Algo más, la llegada del Señor es en paralelo con la llegada de Débora: el poder de Dios descrito míticamente en la teofanía se revela históricamente en la proclamación de Débora como madre de Israel. Y, sin embargo, la canción no habla de Débora: no menciona su llamado a Barac, el diálogo entre ambos, o alguna referencia a la profecía sobre Sísara.

El interés es la batalla misma, no el rol de la mujer en ella. La tercera estrofa, con su lista de tribus, alimenta la expectativa de una gran batalla pero al mismo tiempo revela la falta de unidad entre las tribus -tema que aumentará en importancia en el resto del libro (8:1-3; 12:1-6; 15:9-13).

El v.18 provee la transición a la batalla y de paso confirma que Zabulón y Neftalí fueron las tribus directamente involucradas.

El v.19 vinieron los reyes y pelearon… nos da idea de la magnitud del conflicto. El estilo es impresionista, concluimos que las estrellas actuaron bajo las órdenes de Jehová Dios de Israel y que su acción tomó la forma de una tormenta colosal. En la victoria, el elemento humano es eclipsado a tal punto que ¡ni siquiera menciona a Barac o sus fuerzas!

Ahora bien, hay una sola obra mencionada en el plano humano, por un lado la acción de la ciudad de Meroz (v.23), maldecida, en contraste con la acción de Jael, bendecida (v.24). Observen que la canción adquiere tonos vívidos, detallista. Y Barac no se menciona para nada. No se permite ninguna distracción en el espectáculo que concluye (v.27).

Morir en manos de una mujer se consideraba humillación última (Abimelec se suicida antes que exponerse a tal vergüenza, 9:54).

Jael es bendecida dos veces (v.24); la estrofa completa la acción que empezó en la batalla. En la última estrofa la escena cambia de la tienda de Jael hacia la madre del general, quien espera ansiosa mirando por la ventana. La falta de acción (esperando) se contrapone con la acción (la muerte) de la escena previa.

Nosotros sabemos que Sísara no regresará. La escena está cargada de realismo psicológico, densa ironía, pero es obvio que el escritor goza al escribir y de hecho espera que nosotros tengamos la misma respuesta, como dice la invocación final del v.31… así perezcan todos tus enemigos, oh Señor…

Observen cómo destaca lo que hubieran sufrido especialmente las mujeres si hubiera ganado Sísara (v.30), y cierra artísticamente la canción al proveer  -en la madre de Sísara- una contraparte negativa con Débora -la madre en Israel. 

En conclusión, a la canción no le importa cómo quitó Dios el honor de Barac y se lo dio a una mujer. La canción rinde honor a los individuos y tribus que ‘vinieron en ayuda a Jehová’ y amonesta a los que no lo hicieron.

La nota principal son “las maravillosas obras del Señor mismo” quien vino como el campeón de Israel y sobrepasó al enemigo al desatar contra ellos los poderes celestiales. 

Al completar la canción entonces cierra el episodio con la familiar fórmula “y el país tuvo descanso por cuarenta años.”

La gloria de Débora radica en que utiliza su fortaleza para enriquecer a hombres, de tal modo que Dios sea glorificado y la nación libertada.

Teología quejumbrosa produce mujeres quejumbrosas.* Ahora bien, lo opuesto a una mujer lloricona NO es una amazona arrogante, controladora, insolente, descarada, apremiante, bocona, temeraria. 

Lo opuesto a una mujer quejumbrosa es Marie Durant, una cristiana francesa del siglo XVII arrestada por ser protestante, a quien le dijeron que podría ser liberada si decía una sola frase: “yo abjuro.” En lugar de ello, escribió en la pared de su celda “resiste”, y permaneció ahí 38 años, hasta que murió, resistiendo.

Lo opuesto a una mujer quejumbrosa es Gladys Staines, quien en 1999, luego de servir con su esposo Graham en India durante 34 años, un día se enteró que él y sus dos hijos, Felipe de 10 años y Timoteo de 6, habían sido quemados vivos en la hoguera por la misma gente a quien habían servido, y dijo “solo tengo un mensaje para el pueblo de la India; no tengo amargura, tampoco estoy enojada. Quememos el odio y esparzamos la llama del amor de Cristo.”

Lo opuesto a una mujer quejumbrosa es Esther, la hija de 13 años, quien respondió “alabo al Señor que consideró a mi padre digno de morir por El.”

Lo opuesto a una mujer quejumbrosa son Krista y Vicki, siamesas, quienes han sufrido más de 65 cirugías entre las dos, por causa de defectos de nacimiento, quienes testifican hoy “te alabamos Señor porque en temor y maravillosamente fuimos hechas”, “aunque nuestra vida ha sido difícil, sabemos que Dios nos ama y nos creó como somos; nos ha enseñado a perseverar y confiar en El por encima de todas las cosas.

Lo opuesto a una mujer quejumbrosa es Joni Eareckson Tada, quien ha transcurrido los últimos 41 años de su vida en una silla de ruedas, cuadripléjica, y ora “gracias Señor, gracias por esta silla de ruedas, probar el infierno en esta vida me ha hecho pensar seriamente lo que me espera en la próxima; esta parálisis es mi mayor misericordia.

Lo opuesto a una mujer quejumbrosa es Suzie, quien perdió a su esposo a los 59 años de edad, le diagnosticaron CA de mama tres meses después, luego perdió a su madre, y escribe “ahora sé que he estado llorando por una clase de ayuda equivocada; ahora veo que mi peor sufrimiento es mi pecado -mi pecado de egoísmo y autocompasión-… ahora sé que con Su gracia, su amor y gentileza, Su ayuda misericordiosa, mis pensamientos pueden ser transformados y mi vida conformada más a Su Hijo.”

Teología quejumbrosa produce mujeres quejumbrosas. Tal clase de teología niega a la mujer un Dios que es suficientemente grande, fuerte, sabio y bueno para manejar las realidades de la vida de modo que magnifique el infinito valor de Jesucristo.

Teología quejumbrosa está plagada de mujeres y hombres centrados en sí mismos. No tiene el cimiento de la soberanía de Dios o la estructura de acero del gran propósito centrado en Dios para todas las cosas.

¿Cuál es este propósito?

Exhibir la gloria de Cristo en su más alta expresión, en Su muerte para convertir gente rebelde en Su Esposa feliz; en que la grandeza de la gloria de Cristo se exhibiera en el Calvario, donde compró con Su sangre esta Esposa rebelde (Efesios 5:25-27 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada).

Femineidad y masculinidad se encuentran en el mismo centro del propósito de Dios.

No son un pensamiento periférico del plan de Dios sino que son el diseño para exhibir la gloria de Cristo muriendo por Su Esposa. No se trata de una analogía comparativa, Dios nos creó hombre y mujer precisamente para que exhibamos la gloria de Su Hijo. Nuestra sexualidad es para la gloria del Hijo de Dios -en especial la gloria de Su muerte por su Esposa admirable.

De modo que ser mujer es el llamado distintivo de Dios a exhibir la gloria de Cristo de modos que no serían posibles si no hubieran mujeres. Si solo hubiesen humanos genéricos, no hombre y mujer, la gloria de Cristo estaría disminuida. 

Si reduces ser mujer a características física y funciones biológicas, y luego determinas roles en base a competencias, además de perder el punto de la femineidad también disminuyes la gloria de Cristo en tu vida. Verdadera femineidad es indispensable en el propósito de Dios de exhibir la plenitud de la gloria de Cristo. Tu personalidad de mujer no es incidental. Existe porque es la relación del diseño de Dios del evento central, la muerte en la cruz.

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* The ultimate meaning of true womanhood. John Piper (2008 True Woman Conference, Chicago).

Apuntes a Jueces, 4:6-24

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v.6-7 Y ella mandó llamar a Barac, hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo:Esto ha ordenado el SEÑOR, Dios de Israel:»Ve, marcha al monte Tabor y lleva contigo a diez mil hombres de los hijos de Neftalí y de los hijos de Zabulón.» 7Y yo atraeré hacia ti a Sísara, comandante del ejército de Jabín, con sus carros y sus muchas tropas al torrente Cisón, y lo entregaré en tus manos.

Débora hace un encargo solemne a Barac, en el nombre de Jehová. El encargo es precioso, prácticamente eleva a este hombre a un rol comparable al de Otoniel (3:7-11). Pero Barak responde imponiendo una condición:

v.8 Le respondió Barac: Si tú vas conmigo, yo iré; pero si no vas conmigo, no iré.

¡Vaya sorpresa! Salvar a Israel por la fuerza de las armas es tarea de hombres. 

Barak (significa rayo) , tiene sus órdenes y se le ha asegurado victoria…[en la mitología canaanita Baal se presentaba montado sobre nubes, llevando un trueno en una mano y un rayo como flecha en la otra, luchando contra Yam, el monstruo del caos marino de ahí que el nombre de Barac es un contraste].

El hecho de que Débora es capaz de hacer venir a Barac desde Cedes de Neftalí indica la amplitud de su autoridad, el pueblo estaba a unos 27 km al norte del mar de Galilea; ella le habla “en el nombre de Jehová, el Dios de Israel”: la fuente de su autoridad y la escala de la batalla que se avecina. Todo Israel, su seguridad y supervivencia, está en juego. 

Barac debe reclutar 10,000 hombres de Neftalí y Zabulón, llevarlos al Monte Tabor (el torrente de Cisón a 14.5 km al suroeste), Dios llevará a Sísara al torrente, lo cual daría ventaja táctica militar a Barac… como en el caso de Jericó, el verdadero comandante del ejército de Barac es Jehová.

La insistencia de Barac traiciona su estatura de héroe (la camisa le queda grande! Abinoam -nombre del papá- quiere decir “padre complaciente”, es decir que Barak no tiene antecedente militar, necesitará guía divina, lo cual es exactamente lo que Débora le promete), será reducido a un papel secundario, llegará tarde pues Sísara ya habrá muerto y la derrota del general será también la derrota del mismo Barac pues no recibirá el honor de la batalla. 

¿Intenta manipular a Débora la profetisa? Un relato anticipado también sobre Jefté, quien intentó manipular directamente a Dios, como veremos más adelante.

El torrente se halla a 14.5 km del Monte Tabor, cabeza del valle de Jezreel, a Barac se le ha prometido que Jehová atraerá a Sísara, con todos su ejército de carros e infantería, a un lugar que le dará ventaja militar a Barac, literalmente Jehová entregará al enemigo en las manos de Barac. Es decir que tiene la victoria segura siempre y cuando haga con exactitud lo que Jehová le ha mandado.

v.9 Y ella dijo:Ciertamente iré contigo; sin embargo, el honor no será tuyo en la jornada que vas a emprender, porque el SEÑOR venderá a Sísara en manos de una mujer. Entonces Débora se levantó y fue con Barac a Cedesv.10 Y Barac convocó a Zabulón y a Neftalí en Cedes, y subieron con él diez mil hombres; Débora también subió con él.

v.11 Y Heber ceneo, se había separado de los ceneos, de los hijos de Hobab, suegro de Moisés, y había plantado su tienda cerca de la encina en Zaanaim, que está junto a Cedes.

Reaparecen los kenitas (ceneos) que vimos en el primer capítulo, uno de sus jefes se había movido al norte, cerca de Cedes. Parte del drama próximo, de la cuidadosa construcción del escritor. La encina de Zaanaim (Josué 19:33) era el límite de la tribu de Neftalí y, curiosamente, asocia a Jael con un árbol, así como a Débora la identifica su palmera.

v.12 Avisaron a Sísara que Barac, hijo de Abinoam, había subido al monte Tabor.

v.13Y juntó Sísara todos sus carros, novecientos carros de hierro, y a todo el pueblo que estaba con él, desde Haroset- goim hasta el torrente Cisón.

v.14 Entonces Débora dijo a Barac:¡Levántate!, porque este es el día en que el SEÑOR ha entregado a Sísara en tus manos; he aquí, el SEÑOR ha salido delante de ti. Bajó, pues, Barac del monte Tabor seguido de diez mil hombres. 

v.15 Y el SEÑOR derrotó a Sísara, con todos sus carros y todo su ejército, a filo de espada delante de Barac; y Sísara bajó de su carro, y huyó a pie.

El servicio de inteligencia de Sísara le informa que un tal Barac ha subido al monte Tabor (recuerda: este monte es una cabeza en medio de la planicie) así que reúne todo su ejército -incluso los 900 carros de hierro- en el torrente de Cisón para enfrentarlo, sin saber que está siendo dirigido por Jehová (v.7). Débora cumple su palabra y acompaña a Barac. Repite el v.14 y observa que ella presenta al Señor como el guerrero que luchará por su pueblo. Noten el vigor y masculinidad de la foto, porque es algo que se ha vuelto escaso en la iglesia de hoy.

¿No les dice algo que el Dios de la Biblia es llamado Guerrero?

La Fortaleza de Israel no es esa imagen suave y llorona, pulida, de la imaginación occidental actual. ¡La única esperanza para un pueblo afligido radica en un Dios fuerte que “con justicia juzga y hace la guerra” (Apoc.19:11).

 Viendo que se ha cumplido la primera parte de su profecía, Débora interviene en el momento crítico y le recuerda la promesa de victoria –el Señor ha salido delante de ti-, lo cual enciende a Barac quien ahora sí descarga un rayo antes de que Sísara ordene su ejército.  El general es tomado por sorpresa, tal parece que Sísara asume que Barac estará esperando la embestida suya, no al revés. Sin embargo observen que la explicación del texto es teológica: Y el SEÑOR derrotó a Sísara, con todos sus carros y todo su ejército, a filo de espada delante de Barac. 

La evidencia concreta es Dios en operación, quien desata una tormenta e inutiliza los carros de hierro (5:20-21). [Otras ocasiones en que Dios desata una tormenta: Josué 10:10-11; 1 Samuel 7:10; Salmo 18:14; 144:6]. Saber que el Señor librará a Su pueblo no disminuye el hecho de que El es quien lo hace. Maravíllate al menos de lo oportuno que es para convertir las nubes en tormentas!

 Una repetición, en esencia, de lo que pasó en el Mar Rojo con Faraón y sus carros (Exodo 5:4-5), con una distintiva diferencia: Sísara baja del carro y huye a pie.

v.16 Mas Barac persiguió los carros y el ejército hasta Haroset- goim, y todo el ejército de Sísara cayó a filo de espada; no quedó ni uno. 

v.17 Pero Sísara huyó a pie a la tienda de Jael, mujer de Heber ceneo; porque había paz entre Jabín, rey de Hazor, y la casa de Heber ceneo

¡Barac se fue por un lado -al oeste- mientras Sísara fue al este porque sabía… –v.17b!

Barac -en medio de la batalla- no se percató de la complicación, persiguió los carros y el ejército que huían a su base, mientras Sísara se escondía al este porque sabía que los kenitas eran aliados de Jabín.

v.18-22 Y Jael salió al encuentro de Sísara, y le dijo:Ven, señor mío, ven a mí; no temas. Y él fue hacia ella a la tienda, y ella le cubrió con una manta. Y él le dijo:Te ruego que me des de beber un poco de agua, porque tengo sed. Y ella abrió un odre de leche y le dio de beber; entonces lo cubrió. Entonces él le dijo:Ponte a la entrada de la tienda, y si alguien viene, y te pregunta, y te dice:»¿Hay alguien aquí?», tú responderás:»No.» 

Pero Jael, mujer de Heber, tomó una estaca de la tienda y tomando en la mano un martillo, se le acercó silenciosamente y le clavó la estaca en las sienes, la cual penetró en la tierra, pues él estaba profundamente dormido y agotado, y murió. Y he aquí, cuando Barac perseguía a Sísara, Jael salió a su encuentro, y le dijo:Ven, y te mostraré al hombre que buscas. Y él entró con ella, y he aquí que Sísara yacía muerto con la estaca en la sien.

El canto de la sirena: invita a su víctima para luego destruirla. Al igual que Rahab la ramera, dándose cuenta por dónde andan las cosas, Jael rompe la solidaridad con su propio clan y tira los dados a favor de Israel.

v.23-24 Así sometió Dios en aquel día a Jabín, rey de Canaán, delante de los hijos de Israel. Y la mano de los hijos de Israel se hizo más y más dura sobre Jabín, rey de Canaán, hasta que lo destruyeron.

La muerte de Sísara es el final de la historia. Se cumple la profecía de Débora acerca del general y también acerca de Barac. Jabín se vuelve nada. Lo que empezó como el yugo de Jabín sobre Israel ahora termina con el yugo de Israel sobre Jabín: el equilibrio es restaurado. Pero note que no habla de “y la tierra reposó por X tiempo” sino hasta 5:31, al final de la canción de victoria, porque la victoria que el Señor les ha permitido alcanzar es tan significativa que lo justo es una fiesta de celebración!

Una esperaría que la lección sobre reyes canaanitas quedaría grabada en el subconsciente israelí para que no desearan algo semejante. Sin embargo, la historia de Gedeón y Abimelec nos mostrará la fascinación suicida que todos tenemos hacia el mal.

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Apuntes a Jueces, 4:4-5

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La historia: liberación de Israel, destrucción de Sísara

v.4-5 Débora, profetisa, mujer de Lapidot, juzgaba a Israel en aquel tiempo; 5y se sentaba debajo de la palmera de Débora entre Ramá y Betel, en la región montañosa de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a pedir juicio

La escena introduce al personaje que pondrá la historia es movimiento. Débora (miel de abeja) no es líder militar, ni cabeza de Estado, ni proponente alguno de principios egalitarios (la igualdad de roles). 

EGALITARIO (igualitario):

1. adj. Que entraña igualdad o tiende a ella. 2. adj. Que propugna la igualdad social.

¿Quién fue Débora? Una gran israelita, profetisa, es decir el agente por el cual la palabra de Dios entrará en la historia para requerir de Barak que cumpla su rol como salvador (por primera vez se distingue entre “jueces” y “salvación”, si bien las dos funciones pudieran coincidir en la misma persona, un juez no era necesariamente salvador, y un salvador no es necesariamente juez). Débora, una mujer, tiene sin embargo un papel crucial en la salvación de Israel, en dos sentidos: a) al resolver disputas los salvaba de problemas entre ellos, b) al comisionar a Barak los salva de problemas fuera de ellos. 

Es una mujer fuerte en tiempos de hombres débiles.

Se nos presenta una variación del ciclo de Jueces que ya hemos visto. Se describe la situación general y se introduce a una mujer: Débora es el único personaje significativo del libro de Jueces de quien no se dice “se levantó” o que haya recibido algún llamado, la descripción usual del juez-libertador como Otoniel (3:9), Ehud (3:15), Gedeón (6:14), Tola (10:1) y Jair (10:3).

Débora era profetisa 

Un profeta es alguien que recibe y comunica palabras de y para Dios (Exodo 4:15-16; 7:1). Como profetisa, Dios hablaba a través de ella algunas veces. Ahora bien, por sí misma esta información no nos dice nada de su papel en la nación o incluso de su carácter. Dios escoge a quien le place, y por lo general no sabemos por qué. 

Del lado positivo tenemos a Miriam, hermana de Aarón (Exodo 15:20); a Hulda (2 Reyes 22:14-20 y 2 Crónicas 34:22-28); a la esposa de Isaías, quien le dio hijos miembros clave de su banda de discípulos así como señal de temas gemelos (salvación y juicio) para su ministerio en Sion (Isaías 7:3; 8:3, 16-18). Del lado negativo tenemos a Noadías, quien se opuso a Nehemías (Nehemías 6:14).

En el Nuevo Testamento (NT) conocemos a la vieja Ana quien supo del verdadero significado del nacimiento de Jesús y habló de él a todos los que esperaban la redención de Israel (Lucas 2:36-38); a las 4 hijas de Felipe el evangelista (Hechos 21:8-9); a Jezabel, la falsa profeta de la iglesia en Tiatira (Apocalipsis 2:20-21).

El don de profecía estuvo presente en iglesias del NT luego de Pentecostés, ejercido por hombres y mujeres, como había sido profetizado por Joel (Joel 2:28-29; Hechos 2:16-18; 1 Corintios 14:29-33). En Jueces 4, Débora actúa como profetisa de guerra, llamando y comisionando a Barac para que conduzca hombres a la batalla, le da promesa de victoria y la orden de atacar en el tiempo oportuno (v.6-7, 14).

Débora era una mujer casada

Era la esposa de Lapidot (antorcha), de quien no sabemos nada. Pero es notable que al identificarse como esposa (4:4), como madre (5:7), y quien ministra desde un lugar específico (4:5), garantiza el entendimiento que su ministerio no negaba sus responsabilidades domésticas. Es una persona normal, la esposa de Fulanito.

Débora juzgaba (adjudicación)

Shaphat (juzgar) es una palabra amplia y general que puede traducirse como “juez”, “adjudicar”, “decidir”, “gobernar”, “otorgar”, “pronunciar juicio”, o “ejecutar sentencia”. Para bien nuestro, el contexto nos ayuda a entender lo que Débora hacía.

Es claro que no provee liberación militar alguna sentada bajo la palmera. Si bien el texto no especifica, parece establecer veredictos en asuntos civiles y/o proveer guía divina. Los profetas eran conocidos como hombres de Dios, se tenían en alta estima, lo que profetizaban era verdad. Débora era así. No solo sabia o de entendimiento, sino profetisa –alguien que habla las palabras de Dios. Su juicio proveía adjudicación (sentencia) o consejería, de ninguna manera liberación de los opresores. 

Resulta inusual la frase “juzgaba” pues juzgar en el sentido que ella hacía significa ser la líder efectiva de toda la nación -un oficio que ninguna otra mujer ostentó en el AT, y que no tiene paralelo en el NT. Su modo de ejercer recuerda a Samuel: los israelitas subían a ella, ungió a Barac (Samuel a Saúl y a David), no lideró batallas (tampoco Samuel), en Ramá y Bethel (igual que Samuel). Como si fuese la contraparte femenina de Samuel.

Pero también similar a Moisés, como una corte final de apelación para juzgar casos difíciles (Exodo 18:24-26). 

En un sentido, el ejercicio de Débora como juez es indicación de cuán irregular se habían vuelto las cosas en el período de los Jueces; pero en toda la narración -de hecho en toda la Escritura- no hay pista alguna de que el ejercicio de su rol fuese contrario a los propósitos de Dios, o de ruptura de Su voluntad declarada como, por ejemplo, las prácticas irregulares de adoración del período. Por el contrario, Débora es cantada como “madre de Israel”, trajo estabilidad y orden donde todo había sido caos (5:6-9); ‘salva’ a Israel en este mismo sentido (al igual que Tola en 10:1).

Algunos interpretan que el gobierno de una mujer es señal de degeneración, no de liberación (Isaías 3:12 ¡Oh pueblo mío! Sus opresores son muchachos, y mujeres lo dominan. Pueblo mío, los que te guían te hacen desviar y confunden el curso de tus sendas). Ciertamente el tiempo de los Jueces fue tiempo de obscuridad en la historia de Israel. Quienes deseen extrapolar doctrina o práctica del ejemplo de Débora harían bien en recordar que Jueces 4 y 5 constituyen el reporte histórico de una circunstancia en un ambiente muy alejado del ideal. Estos capítulos son para nuestra edificación, no para ser usados como precedente o incluso para derribar/establecer mandatos en la Escritura.

¿Dónde estaban los sacerdotes y ancianos que debían juzgar? 

El único sacerdote mencionado en todo el libro era apóstata (Jueces 17 y 18). Después de Josué, los ancianos fueron hombres corruptos y necios (Jueces 2:7, 10: 8:14-16; 21). Es obvio que el pueblo se dirigiera a Débora porque ella tenía la palabra de Dios e integridad personal, una rara combinación en aquellos tiempos.

Débora solía estar a la sombra de su palmera

La gente venía a ella. Ella permanecía bajo su palmera. Es interesante el paralelo con Saúl, sentado debajo de un árbol, teniendo un consejo de guerra con 600 hombres (1 Samuel 14:2). Significa que ella presidía ahí. El sitio es muy adecuado por dos razones: 1) su centralidad entre tribus del norte y del sur, 2) proveía amplia conexión entre el Israel presente y el pasado patriarcal (otra Débora estaba enterrada ahí -la nodriza de Rebeca, Génesis 35:8). ¿Por qué una palmera? Quizás porque la palmera simbolizaba los frutos y bendiciones que Israel anhelaba, en todo caso la imagen de esta mujer sentada bajo su palmera venía a ser un signo de esperanza en medio de circunstancias amenazadoras.

Años después el profeta Samuel juzgó también en Ramá (1 Samuel 7:15-17), pero contrario a Débora, Samuel recorría un circuito. El hábito de Débora era ministrar desde su casa. Tan solo un detalle, pero significativo: trabajar desde la casa es tarea femenina clásica.*

El inicio de la historia enfocado en una mujer es sorprendente, en particular si recordamos la ausencia de mujeres en los episodios de Otoniel y Ehud. Además, tiene una posición de autoridad y toma la iniciativa respecto al prospecto héroe de la película, un punto que da a esta narración un carácter único.

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*[The Womanliness of Deborah: Complementarian Principles from Judges 4-5 Barbara K. Mouser]

Apuntes a Jueces, 4:1-3

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SALVACION QUEBRANTADORA (Jueces 4)

Saben, cada quien tiene su manera de contar historias, algunos dan más vueltas que una carretera, introduciendo protagonistas, luego lugares, circunstancias, y dan la impresión de que no terminan nunca… avanzan un poco, retroceden… Pues bien, los escritores de la Biblia tienen sus técnicas también, y nos beneficiaremos y apreciaremos más las narraciones si nos damos cuenta de ello. Jueces 4 no es la excepción de la regla, pero encontramos una economía estricta de palabras, el narrador omite todos los detalles no esenciales (ay la curiosidad!). Lo primero de este  es una narración en prosa (el capítulo 4) y lo segundo es un poema (capítulo 5), es decir una historia y una canción. Forma de la historia (vean la precisión del escritor, ha pensado cuidadosamente cómo quiere contar la historia, es una pieza de arte literario):

Los hijos de Israel (oprimidos), v.1-3

Débora, la profetisa, v.4-9

Barac y Sísara, ‘llamados a’ v.10-12/13

Jehová el Guerrero, v.14a

Barac y Sísara, ‘la caída’, v.14b/15-16

Jael, esposa de Heber, v.17-22

Jabín, rey de Canaán (destruido), v.23-24

La historia: prólogo (4:1-3)

4:1-3 Cuando murió Aod, los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR. 2Y el SEÑOR los vendió en mano de Jabín, rey de Canaán, que reinaba en Hazor. El comandante de su ejército era Sísara, que vivía en Haroset- goim. 3Y los hijos de Israel clamaron al SEÑOR, porque aquél tenía novecientos carros de hierro y había oprimido duramente a los hijos de Israel por veinte años.

Igual que en Ehud, el opresor es un rey extranjero, Jabín. La manera como la historia comienza hace que este rey permanezca en la oscuridad mientras el foco de atención se centra en su general, Sísara. De inmediato sabemos dónde vivía y que tenía 900 carros de hierro a su disposición, lo cual es muy importante más tarde (v.13, 16). 

El texto, sin embargo, nos recuerda a Jabín (v.23-24) al repetir su nombre 3 veces al final (en el original):

v.23 Así sometió Dios en aquel día a Jabín, rey de Canaán, delante de los hijos de Israel

v.24 Y la mano de los hijos de Israel se hizo más y más dura contra Jabín, rey de Canaán, hasta que destruyeron a Jabín rey de Canaan

Con la destrucción del ejército en Cisón y la muerte de su comandante, Jabín quedó aislado en Hazor y destruido finalmente, de modo que Israel estableció supremacía sobre los canaanitas en el norte.

Hazor era una ciudad fortificada, en el territorio de Neftalí, como a 15 km al norte del mar de Galilea, cerca de lo que hoy es el límite entre Líbano e Israel. En su tiempo fue una de las ciudades más poderosas del norte canaanita y sus ruinas permanecen hasta hoy. El nombre “Jabín” parece ser más un bien un título -como el de faraón-. 

Sísara es nombre no semítico, al parecer miembro prominente del llamado “Pueblo del Mar”, quienes arribaron a la región de Canaán provenientes del Adriático. Los filisteos llegaron en migración similar, estableciéndose en Ascalón y otras ciudades de la costa.

Haroshet-haggoyim significa Haroshet de las naciones, al parecer localizada en la llanura, al oeste del Valle de Jezreel (Monte Carmelo).

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